El Chile que valemos y queremos

EL CHILE QUE VALEMOS Y QUEREMOS

“Necesitamos líderes que no estén enamorados del dinero, sino de la justicia. Que no estén enamorados de la publicidad, sino de la humildad”

Dr. Martin Luther

RESUMEN

En Chile, la desigualdad es parte de la historia, desde siempre se han reconocido las estructuras y posiciones sociales. La mayoría descubre un mundo de incomprensión, donde lo que les queda es adaptarse y sobrevivir. Pero hoy, la gente se cansó. Las peticiones son consistentes, su descontento es notable, razonable y específico. El estallido social, es justo y necesario. Puesto que, como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo verdaderamente importante y cotidiano. ¿Realmente éste es el Chile que valemos y queremos?

Palabras claves:

• Chile
• Descontento social
• Desigualdad educacional
• Estrategia nacional
• Gestión e implementación

INTRODUCCIÓN

El problema central de Chile se origina a través de la creciente desconfianza de las instituciones, a la ruptura política en la realidad de que “Los políticos no nos representan”, a la corrupción antepasada y la actual, a la desigualdad.  

Pero, ¿qué significa la palabra desigualdad y por qué el pueblo de Chile se identifica?

“Desigualdad social se define como las diferencias en dimensiones de la vida social que implican ventajas para unos y desventajas para otros, que se representan como condiciones estructurantes de la vida, y que se perciben como injustas en sus orígenes o moralmente ofensivas en sus consecuencias, o ambas.”

Este concepto de desigualdad en Chile se ha apoderado enormemente este último tiempo. Cientos de personas se manifiestan recorriendo las calles a lo largo de nuestro país.                   La unión del pueblo se debe a su descontento social por causas cotidianas, y son totalmente independientes de su color político, todos se manifiestan por las mismas causas.                    Chile sufre una crisis, y se buscan respuestas rápidas y efectivas.

En cuanto al presente manuscrito, éste sugiere reflexionar sobre nuestro actual Chile, específicamente la desigualdad de educación, y embarcarse en un recorrido hacia otras realidades, permitiéndonos ser conscientes de esta lucha de derechos sociales.

Hoy, proyecto reconocer las estrategias de gestión necesarias para plantear los problemas existentes, y poder dar una solución creativa, concisa y resistente a la realidad que  se vive en el país en el ámbito educacional.  

ARGUMENTOS

El profesor del Instituto de Estudios Avanzados en Educación y académico CIAE de la Universidad de Chile, Cristian Cabalin (2019), se refiere al tema educacional actual:

“La segregación educacional es parte de los graves problemas que afectan al país y también una causa más de las masivas protestas de los últimos días. Cuando se mercantilizó la educación, se tuvo en vista  un sujeto consumidor y no a un ciudadano que a través de la educación se integra a la sociedad”

Acerca de la cita anterior, se lleva a cabo el primer argumento en relación al descontento social del pueblo chileno.

Para comenzar, hay que recalcar que Chile tiene una considerable deuda pendiente con la educación pública. Desde hace muchos años se frecuentan las manifestaciones de miles de estudiantes por la desigualdad que permanece en la formación de profesionales. Se protesta por la privatización extrema, el desarrollo desigual de competencias, la discriminación popularizada, un aprendizaje débil… En síntesis, se marcha por el gran abandono de la educación pública, y la desilusión de las promesas incumplidas.

Es natural que los jóvenes quieran expresar su descontento social, el gobierno no ha respondido a sus peticiones, fundamentalmente a la educación de calidad. Entonces me pregunto, ¿Será mucho pedir igualdad, menor segregación social y fortalecimiento de la educación? Pienso que es sumamente importante, que a nivel país haya acceso al desarrollo estudiantil, independiente si son licenciaturas, técnicos o profesionales. Ya que hoy, lo que Chile necesita, son personas con propósitos y vocación, que se permitan incluir y contribuir hacia el país que queremos y valemos.

El educador Finlandés académico de Harvard, y experto en la reforma educacional de su país, Pasi Sahlberg (2018), señala que:

“Chile ha ido por años cuesta abajo en mantener la profesión de los docentes valorada por la sociedad y deseada por los jóvenes”

En este segundo argumento, puedo expresar el tema educacional desde otro punto de vista. No analizando desde los estudiantes manifestantes, sino más bien, desde quienes tienen la formación técnica-profesional en el área de la educación; personajes significativos para la vida de los alumnos desde su temprana etapa de desarrollo. Personajes que deben competir con su ética profesional para seguir en pie en donde están. Personajes cansados de la desigualdad hacia sus estudiantes, y de la desnivelada calidad de los distintos establecimientos particulares y públicos donde han ejercido su profesión.                                                              Personajes que salen al mundo con grandes expectativas, y que una vez más se dan cuenta que donde quiera que estén hay segregación, privatización y selección de personal dependientes de clases sociales. Personajes que hoy marchan por la igualdad, por el respeto y por lo que valen, parten en busca de un mundo mejor junto a quienes son el futuro de Chile.

Considero que la educación pública, en todos sus ámbitos; hablando desde la perspectiva como educador y/o como alumno es diferente y deficiente. Me refiero a que, un establecimiento pagado siempre se va a distinguir de uno público. Comenzando con la infraestructura y su entorno visible, hasta la calidad de enseñanza y Recursos Humanos.            Menciono lo anterior, no por creer que el personal público no esté capacitado para brindar una buena formación a los jóvenes, sino que, cualquier persona con las comodidades suficientes, puede lograr una activa práctica de aprendizaje y disposición a salir adelante.

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