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El engaño de la clonación humana de Hwang Woo-suk


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2014  •  4.671 Palabras (19 Páginas)  •  457 Visitas

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El engaño de la clonación humana de Hwang Woo-suk

ABC.ESABC_CIENCIA / MADRID

Día 16/05/2013 - 10.53h

El científico coreano hizo creer al mundo en 2004 que había conseguido clonar células madre embrionarias por primera vez

ARCHIVO

El coreano Hwang Woo-suk

No es la primera vez que el mundo recibe asombrado el anuncio de que un grupo de científicos ha conseguido clonar células embrionarias humanas, aunque en la anterior ocasión se trató de uno de los fraudes más impactantes realizados jamás en el mundo de la ciencia. Hace ocho años, Hwang Woo-suk, un investigador coreano licenciado en veterinaria, hizo creer al mundo que había conseguido la primera clonación de células madre de origen humano. Su trabajo fue publicado en Science, una de las más prestigiosas revistas científicas, causó una gran conmoción y el científico fue calificado como un «héroe nacional». Buena parte de la opinión pública recibía el hallazgo con los brazos abiertos, pues suponía una nueva vía para el tratamiento de enfermedades como el parkinson, el alzhéimer o la diabetes.

Durante dos años, Woo-suk prosiguió con su engaño. El gobierno de su país le otorgó millones de dólares para que pudiera seguir con sus investigaciones y le puso al frente del primer banco mundial de células madre.

En 2005 se destapó el fraude. Sus colegas le acusaron de haber utilizado células madre falsas para su famosa investigación. Hwang defendió la autenticidad de su trabajo. «No hay duda de que logramos producir once células madre de embriones humanos clonados de un paciente, y de que poseemos la tecnología para crearlas de nuevo», aseguró. Tachó de «despechados» a los que ponían en cuestión su trabajo.

El gobierno decidió que las investigaciones del doctor debían ser verificadas por un comité científico. Los investigadores, algunos de la misma universidad de Woo-suk, hallaron graves fallos en los procedimientos, pruebas simuladas y datos falsos. Tres laboratorios independientes confirmaron que la mayor parte del material genético utilizado en las clonaciones no coincidía con el ADN del supuesto donante. El comité no tenía duda: Todo era un engaño.

Woo-suk fue expulsado de la Universidad de Seúl y se cerró su laboratorio. Fue condenado a dos años de cárcel en suspensión, lo que supone que no fue a prisión, aunque a cambio debía estar tres años bajo vigilancia de las autoridades. El tribunal suspendió su pena de cárcel al tener en cuenta que, pese a sus artimañas, el caído padre de la ciencia surcoreana es una autoridad en clonación animal en Corea del Sur y que el dinero malversado se destinó a asuntos relacionados con la investigación.

Confesión

El propio científico admitió haber falsificado algunos datos de sus investigaciones. El caso del «doctor clon» provocó tal polvareda que Corea del Sur prohibió la investigación con células madre embrionarias hasta marzo de 2007, cuando el Comité Ético Genético surcoreano levantó el veto con la condición de utilizar solo óvulos descartados de inseminaciones artificiales.

Lo que la comunidad internacional sí ha reconocido a Hwang es laprimera clonación con éxito de un perro en 2005, un galgo afgano llamado «Snuppy». Tras la falsa réplica de las células madres que llevó a su encumbramiento y posterior caída, Hwang retomó la investigación y actualmente trabaja en un laboratorio local, de nuevo en el campo de la clonación, aunque con su reputación ya manchada para siempre

La falsa clonación humana

Posted by: 10bsthlop on: octubre 20, 2010

• In: actividades | Fraudes científicos | Genética

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El científico surcoreano Hwang Woo Suk anuncióen 2005 que había obtenido células madre de embriones humanos clonados de diversospacientes.El descubrimiento fue recibido con los brazos abiertos por una buena parte de la opinión pública, pues suponía una nueva vía para el tratamiento de enfermedades como el parkinson, el alzheimer o la diabetes. Woo Suk se convirtió en un héroe en su país y recibió honores de la comunidad científica. Sin embargo, en enero de 2006 una comisión de investigación de la Universidad de Seúl confirmó que la eminencia mundial había falsificado los resultados de sus experimentos y que nunca existieron tales células madres conseguidas de pacientes específicos. El propio científico, que llegó a ser director del primer banco mundial de células tras el engaño, admitió haber falsificado algunos datos. El caso del «doctor clon» provocó tal polvareda que Corea del Sur prohibió la investigación con células madre embrionarias hasta marzo de 2007. Hace tan sólo unos días fue encontrado culpable por las autoridades y condenado a dos años de cárcel en suspensión.

La falsa clonación del científico Hwang

El científico coreano Woo-suk Hwang dimite tras conocerse que falseó datos de un estudio sobre clonación terapéutica

AGENCIAS Seúl 23 DIC 2005 - 11:05 CET

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El investigador surcoreano Woo-suk Hwang ha dimitido de su puesto en la Universidad Nacional de Seúl después de que ésta confirmara que manipuló los datos de un estudio, publicado en la revista Science, que suponía un gran avance en la curación de enfermedades como la diabetes o el cáncer.

MÁS INFORMACIÓN

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• La Universidad Nacional de Seúl despide a Hwang por sus falsas clonaciones

El pasado mes de mayo, Hwang publicó un artículo en la prestigiosa revista Science en el que informaba que había creado 11 líneas celulares derivadas por clonación terapéutica de pacientes afectados por diversas enfermedades, con idéntico material genético al de los pacientes, investigación que abría la puerta para que, en caso de utilizarse estas células para generar tejidos en tratamientos médicos, no provocarían rechazo en los enfermos. Así, se generaba una nueva línea de tratamiento para enfermedades como la diabetes o el cáncer.

Sin embargo, la semana pasada, un colaborador de Hwang, el doctor Sung il-Roh, director del hospital MizMedi de Seúl, denunció la semana pasada que nueve de las once líneas celulares que Hwang había creado eran falsas y que las otras dos las había tomado Hwang del laboratorio de Roh y las utilizó para el trabajo. Según Roh, Hwang ya le había confesado que "no había células madre clonadas, que había presentado células madre de tejidos obtenidas en mi laboratorio, y que de las 11 presentadas 9 ni siquiera existían".

A raíz de las acusaciones de Roh, Hwang anunció que el estudio que publicó en Science contenía "errores humanos", y que por ello iba a pedir a la revista que retirase su artículo, pero afirmó que demostraría que efectivamente obtuvo embriones humanos por clonación a partir de células de pacientes y que derivó de ellos células madre que podrían utilizarse para el tratamiento de enfermedades.

Paralelamente, la Universidad Nacional de Seúl anunció que iba a abrir una investigación para determinar la certeza o no de las afirmaciones de Roh. La investigación ha sido la que hoy ha demostrado que lo publicado por Hwang era falso. Según dicho equipo, "los datos de laboratorio de las once secuencias de células madre de los que se había informado en la revista de 2005 eran todos datos fabricados utilizando dos secuencias de células madre en total" y no obtenidos a partir de la clonación de células de pacientes. "En base a estos hechos, los datos aparecidos en Science' no pueden ser un error debido a un simple fallo, sino que deben ser vistos como una fabricación deliberada para hacerlos parecer como las secuencias de once células madre utilizando los resultados de solo dos", señala el equipo investigador de la universidad. "No hay otra salida más que decir que el profesor Hwang estuvo implicado", concluye el informe dirigido por el decano de investigación de la Universidad, Roe Jung Hye.

Para este equipo, la invención de Hwang suponía una decepción que había minado la credibilidad de la ciencia. "Este tipo de error es un acto grave que daña la base de la ciencia", dicen los investigadores. Además, el Gobierno surcoreano, que ha apoyado firmemente a Hwang hasta el punto de designarle como el primer 'gran científico' del país, ha afirmado hoy que estaba "triste" por los hallazgos de la investigación. El Ministerio de Ciencia y Tecnología da credibilidad al equipo que ha revisado el trabajo de Hwang y "considera necesarias medidas de seguimiento (...) incluida la posibilidad de suspender los fondos de investigación para el profesor Woo-suk Hwang".

Vais a verlo

"Sinceramente pido disculpas a las personas por provocar esta conmoción y malestar", ha declarado Hwang, tras abandonar su oficina en la universidad. "Como señal de mis disculpas, dimito como profesor de la Universidad Nacional de Seúl", ha añadido. Sin embargo, Hwang mantuvo hoy que había creado la tecnología para crear células madre como había reivindicado en la publicación de mayo. "Insisto en que (la tecnología de) las células madre específicas de un paciente pertenece a Corea del Sur y vais a verlo", ha dicho Hwang. El equipo investigador ha dicho que los análisis de ADN confirmarán en los próximos días si las dos secuencias que quedan fueron clonadas con éxito a partir de un paciente, como afirma el científico.

A la luz de estos hallazgos, el equipo dijo que investigará otros artículos de Hwang, entre ellos otro publicado en Science en febrero de 2004 en el que aseguraba haber clonado un embrión humano, y otro, publicado en Science en agosto de este año, sobre Snuppy, el primer perro clonado. Las dos publicaciones están también revisando los artículos.

coreano de la falsa clonación humana asegura ahora haber clonado coyotes

03:26

Seúl (Corea del Sur), Efe

El polémico científico surcoreano Hwang Woo-suk, que en 2005 engañó al mundo al anunciar una falsa clonación de embriones humanos, ha conseguido clonar ocho coyotes, según informó ayer el gobierno de la provincia de Gyeonggi, que patrocina su trabajo.

Hace seis años, el antiguo profesor de veterinaria de la Universidad de Seúl protagonizó un escándalo científico de dimensiones mediáticas considerables por falsificar parte de los resultados sobre la obtención de células madre de embriones humanos clonados.

Hwang, que alcanzó gran fama en Corea del Sur y a nivel mundial, reconoció entonces haber falsificado parte de la investigación y fue condenado por el mal uso de fondos públicos, cayó en desgracia y abandonó tanto su laboratorio como la práctica con embriones humanos.

Ahora, el Instituto Suam Bioscience, en el que trabaja Hwang, asegura haber clonado con éxito ocho coyotes, también conocidos como chacales americanos y en peligro de extinción, transfiriendo por primera vez el núcleo de células somáticas de la especie a óvulos de un perro común.

Los embriones fueron inoculados en hembras de perro que dieron a luz a los cachorros de coyote

Clonación humana: una falsa novedad innecesaria

Tras más de 15 años de clonación por transferencia nuclear, este método parecía resistirse en su aplicación a los animales más próximos al hombre, los primates. Sin embargo, un equipo dirigido por el investigador ruso Shoukhrat Mitalipov de la Universidad de Oregon ha venido insistiendo y mediante una modificación en el método de manipulación de los óvulos llegó a conseguir 20 embriones clonados del macaco Macaca Mulatta en el 2007, y seis años después, según acaba de publicarse en Cell, un resultado similar con células humanas. La clonación del mono Rhesus abría las puertas a la posibilidad de aplicar la misma tecnología para la clonación de seres humanos.

Lo cierto es que por razones éticas la clonación está prohibida en las legislaciones de los países más desarrollados, aunque, como en tantas otras cuestiones relacionadas con las aplicaciones científicas, se disimula el hecho de la clonación indicando que se trata de la obtención de células embrionarias a partir de células de la piel.

Sí, básicamente es así, pero para ello se han de crear embriones humanos por "transferencia nuclear", y eso no es otra cosa que clonar...

En síntesis, el método utilizado consiste en introducir en un óvulo humano (gameto femenino) el núcleo de una célula somática humana (una célula de la piel o de otra procedencia), habiendo eliminado previamente el núcleo del óvulo. De esta forma lo que se obtiene es biológicamente un cigoto, y por tanto un embrión, ya que posee la dotación de cromosomas equivalente a un cigoto (2n=46) que proviniese de una fecundación de un óvulo (n=23) por un espermatozoide (n=23), con la peculiaridad de que posee la información genética del individuo de que proviniese el núcleo trasplantado.

Que se trata de un embrión no ofrece ninguna duda como lo demuestra la existencia de numerosos clones de mamíferos (ratones, ovejas, perros, gatos, macacos, etc.) obtenidos por el mismo procedimiento, que es el que dio vida hace 16 años a la oveja "Dolly", y que se ha recreado ahora para obtener embriones clónicos humanos.

Dicho lo anterior, lo siguiente que nos debemos preguntar es la finalidad de esta tecnología aplicada a seres humanos. Se pretende señalar que se trata de un buen fin pues de este modo se podrán curar enfermedades degenerativas. ¿Cómo?, extirpando las células de estos embriones humanos, que si se hubieran obtenido de un paciente aquejado por una enfermedad degenerativa, servirían para obtener líneas celulares por cultivo in vitro de las células embrionarias. Estas serían devueltas después al propio paciente, donante del núcleo de que provienen los embriones, con el fin de repoblar el tejido dañado y curar la enfermedad degenerativa de que estuviese afectado. La razón de utilizar embriones con la misma identidad del paciente es la de evitar el rechazo de las células restauradoras de su mal

El problema ético salta a la vista... Se crean clones humanos para después destruirlos, ya que es imposible extraer las células del blastocisto (embrión a los 6-7 días dotado de más de un centenar de células) sin destruirlo.

Se mire como se mire se trata de clonación humana, se crean embriones humanos y se propone destruirlos para utilizar sus células con fines terapéuticos.

Tecnología vieja: transferencia nuclear

Realmente esta tecnología no es novedosa. En Marzo de 2004, los investigadores surcoreanos Woo Suk Hwang y Moon Shin-Yong publicaron en la revista Science un trabajo de clonación por trasplante de núcleos procedentes de células somáticas en ovocitos humanos, con la misma tecnología utilizada para la clonación de la oveja ´Dolly´.

Un año después, la misma revista señaló que el equipo de Hwang había obtenido once líneas celulares procedentes de células madre de embriones humanos clonados de diversos pacientes, experimento para el que se emplearon 185 óvulos. La discutible eficacia de estas técnicas en el campo de la clonación humana, tuvo una gran repercusión en la comunidad científica internacional, pues se utilizó arteramente como una vía hacia las aplicaciones terapéuticas para el tratamiento de enfermedades degenerativas. Sin embargo, poco después de la última de las publicaciones citadas, se abrió una investigación y un comité de la Universidad de Seul anunció que no había ninguna evidencia sobre la autenticidad de los logros del equipo de Hwang.

La polémica está servida, dado que volvemos a obtener clones de seres humanos, cuando los avances de la terapia celular habían despegado hacia otros derroteros más eficaces y éticos. La realidad es que se trata de una tecnología que no ha dado resultados prácticos en los ensayos con animales de laboratorio y que además resulta innecesaria dadas las alternativas de la tecnología de la «reprogramación celular».

En primer lugar, las células madre embrionarias han venido siendo paulatinamente abandonadas por los investigadores que han tratado de utilizarlas con animales de laboratorio para estas aplicaciones dada su peligrosidad, ya que debido a su elevada proliferación provocan tumores en los trasplantes.

Tecnología nueva: reprogramación celular

Por otra parte, su utilización es innecesaria desde que en 2006 surgió la tecnología de la «reprogramación celular». En dicho año, investigadores japoneses del Departamento de Células Madre de la Universidad de Kioto, liderados por Shinya Yamanaka, publicaron también en la revista Cell, un trabajo en el que se demostraba la posibilidad de inducir hacia células madre pluripotentes, células de la piel, fibroblastos de ratón. Su método consistía en la modificación de las células somáticas mediante la introducción de cuatro factores genéticos: Oct3/4, Sox2, c-Myc y Klf4, en unas condiciones de cultivos celulares semejantes a las utilizadas con células madre embrionarias.

En estas investigaciones subyacía la intención de sustituir la insatisfactoria experimentación con células madre embrionarias por otras que no planteasen problemas éticos. En una entrevista publicada en New York Times (11-12-2007): Shinya Yamanaka había señalado:

«Cuando veía un embrión -al microscopio-, me daba cuenta de que hay poca diferencia entre él y mis hijas» y «entonces pensaba que yo no podía permitirme destruir embriones para investigar. Tenía que haber otra posibilidad».

De hecho las células obtenidas por este procedimiento, presentaban la morfología y las propiedades de crecimiento de las células madre embrionarias y convenientemente cultivadas en medios apropiados mostraban capacidad de diferenciarse hacia varios tipos de tejidos, por lo que se denominaron iPS (induced Pluripotent Stem).

Prácticamente, desde hace seis años las células inducidas pluripotentes de Yamanaka constituyen la opción de trabajo en cientos de laboratorios de todo el mundo. La gran mayoría de los investigadores que trabajan en este campo creen que las células iPS sustituirán con ventaja a las células madre embrionarias, tanto con fines experimentales como terapéuticos. De hecho, en 2008 la revista Science calificó la «reprogramación celular» como el descubrimiento científico del año por la utilidad que pueden tener en la investigación de graves enfermedades y por su probable utilización dentro del campo de la medicina reparadora.

Recordemos además dos datos de interés.

El primero la sentencia del 18 de octubre de 2011 del alto tribunal europeo de Luxemburgo, que dictamina en contra de la utilización de embriones con fines de obtención de patentes para la aplicación en medicina por razones éticas, de moralidad y defensa de la dignidad de la vida humana.

En segundo lugar, está la propia esperanza depositada en la curación de las enfermedades degenerativas por el procedimiento de la reprogramación celular, que es la razón por la que el Instituto Karolinska de la Real Academia de las Ciencias de Suecia decidió otorgar el Premio Nobel de Medicina o Fisiología del año 2012 a los investigadores John Gurdon (nacido el 2 de octubre de 1933 en Dippenhall, Reino Unido) y Shinya Yamanaka (nacido el 4 de septiembre de 1962 en Higashi Osaka, Japón).

Los motivos del Nobel señalan que John Gurdon «descubrió en 1962 que la especialización de las células es reversible» y que Shinya Yamanaka «describió, 40 años después, cómo células maduras intactas podían ser reprogramadas para convertirse en células madre».

Nicolás Jouve de la Barreda es catedrático de Genética y presidente de CíViCa

El científico surcoreano de la falsa clonación logró avances

En realidad fue capaz de crear embriones humanos sin necesidad de fecundar un óvulo.

En febrero de 2004 investigadores surcoreanos sorprendieron a la comunidad científica anunciando que habían obtenido por primera vez células madre procedentes de embriones humanos clonados. En diciembre de 2005 se descubrió el fraude y, en pocos meses, Woo Suk Hwang pasó de héroe a villano. Un trabajo de la revista Cell Stem Cell desvela esta semana que en realidad sus experimentos tenían algo de pionero, aunque no tuviesen nada que ver con la clonación.

Científicos del Hospital Infantil de Boston y del Instituto de Células Madre de la Universidad de Harvard (ambos en EEUU) han empleado modernas técnicas genéticas para tratar de descubrir qué fue lo que creó en realidad el equipo de Hwang y que, durante mucho tiempo, pasó por ser el primer material humano clonado mediante la técnica de transferencia nuclear. Un procedimiento que consiste en implantar el núcleo de una célula adulta a un ovocito al que se le ha extraído previamente su núcleo para que el embrión resultante sea genéticamente idéntico al donante.

Según sus conclusiones, lo que en realidad consiguieron los científicos surcoreanos fue obtener células madre embrionarias sin fecundar, es decir, a partir únicamente del óvulo femenino. Este proceso, denominadopartenogénesis, consiste en crear embriones con un único material genético: el de la donante femenina. Este modo de reproducción asexual es común en muchas plantas y algunos animales, en los que la hembra es capaz de tener descendencia sin la ayuda de un macho.

Los artífices de este ejercicio de revisión, encabezados por George Daley, presidente de la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre, compararon células troncales embrionarias de ratón de diversa procedencia (mediante un proceso de fecundación natural, creados por partenogénesis y, como en el caso del engaño, por transferencia nuclear) y revisaron también las líneas celulares obtenidas por el equipo de Hwang.

Un error en el proceso

Si todas las células contienen un juego de dos cromosomas, uno heredado del padre y otro de la madre, durante la partenogénesis uno de esos cromosomas se duplica, lo que significa que las dos unidades tienen el mismo origen genético (materno).

Daley y su equipo sospechan que Hwang obtuvo las células madre casi por accidente, a causa de un error que debió producirse en su intento por llevar a cabo una transferencia nuclear. Sin embargo, añaden, carecía de las herramientas para saber exactamente qué tenía entre manos.

De haber publicado lo que realmente ocurrió y no hacerlo pasar por una clonación, estos especialistas aseguran que hubiese sido un descubrimiento pionero "y una importante contribución a la ciencia". De hecho, el equipo del doctor Daley lleva años estudiando el mecanismo de partenogénesis como una forma de obtener células madre que puedan ser empleadas con éxito para tratar ciertas patologías sin que existan problemas de rechazo.

En lugar de eso, el experimento de Hwang, inicialmente publicado en la revista Science como un auténtico hito, pasará a la historia como uno de los mayores fraudes científicos de la historia reciente. "No sé qué pudo haber pasado. Éste es uno de esos interrogantes curiosos y provocadores que puede pasar a la historia sin respuesta", admite Daley, que visitó el laboratorio de Hwang antes de que estallase el escándalo.

Declaran culpable de malversación al científico surcoreano que engañó con una falsa clonación humana

Seúl. (EFE).- Un tribunal de Seúl declaró culpable de malversación de fondos y adquisición ilegal de óvulos al científico surcoreano Hwang Woo-suk, que en 2004 engañó al mundo al anunciar que había clonado embriones humanos.

El investigador, elevado a la categoría de héroe nacional tras la pretendida clonación, fue condenado a dos años de cárcel en suspensión, lo que supone que no irá a prisión, aunque a cambio deberá estar tres años bajo vigilancia de las autoridades.

El tribunal suspendió su pena de cárcel al tener en cuenta que, pese a sus artimañas, el caído padre de la ciencia surcoreana es una autoridad en clonación animal en Corea del Sur y que el dinero malversado se destinó a asuntos relacionados con la investigación. No obstante, reconoció la manipulación de las investigaciones por parte del científico sobre clonación de embriones humanos, lo que le otorgó prestigio mundial, pero no le condenó por ello porque la Fiscalía no había presentado cargos en este sentido.

La corte del Distrito Central de Seúl, encargada de un proceso que se ha prolongado durante más de dos años, le declaró culpable de haber malversado 830 millones de wones (470.000 euros) y de comprar óvulos humanos para sus experimentos, algo prohibido por las leyes surcoreanas de bioética.

El tribunal dictaminó hoy que el delito cometido por Hwang, veterinario especializado en reproducción animal, es "grave" e insistió en que "las investigaciones científicas no deben pasar los ámbitos legales".

La Fiscalía, que había pedido cuatro años de prisión para el investigador, manifestó su intención de apelar la sentencia. Tras conocerse el fallo, el doctor estrechó la mano de sus seguidores en la sala y se marchó sin hacer ninguna declaración a los medios congregados en el tribunal. En dos diferentes publicaciones, en 2004 y 2005, Hwang, de 56 años, anunció que había conseguido clonar un embrión humano y extraer células madre de él, lo que en teoría podría facilitar la creación de tejidos humanos.

De haber sido cierto, este descubrimiento, que le llevó a las páginas de las revistas científicas de todo el mundo, incluida la prestigiosaScience, habría abierto las puertas a la curación de enfermedades como la diabetes o el alzheimer. Sin embargo, en enero de 2006 una comisión de investigación de la Universidad de Seúl confirmó que Hwang, considerado entonces una eminencia mundial, había falsificado los resultados de sus experimentos y que nunca existieron tales células madres conseguidas de pacientes específicos.

El propio científico, que llegó a ser director del primer banco mundial de células tras el engaño, admitió haber falsificado algunos datos de sus investigaciones.

El caso del "doctor clon" provocó tal polvareda que Corea del Sur prohibió la investigación con células madre embrionarias hasta marzo de 2007, cuando el Comité Ético Genético surcoreano levantó el veto con la condición de utilizar sólo óvulos descartados de inseminaciones artificiales.

Lo que la comunidad internacional sí ha reconocido a Hwang es la primera clonación con éxito de un perro en 2005, un galgo afgano llamado "Snuppy".

Tras la falsa réplica de las células madres que llevó a su encumbramiento y posterior caída, Hwang retomó la investigación y actualmente trabaja en un laboratorio local, de nuevo en el campo de la clonación, aunque con su reputación ya manchada para siempre.

La primera clonación humana abre la era de la medicina regenerativa

Consiguen células madre que pueden convertirse en cualquier otra del cuerpo

JAVIER ARMESTO

Redacción / La Voz 16 de mayo de 2013 09:21

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Hace casi una década, en febrero del 2004, el surcoreanoHwang Woo-Suk aseguró haber clonado con éxito 30 embriones humanos con el objetivo de acelerar el desarrollo de nuevas terapias a través de trasplantes de células madre. Aquello se reveló posteriormente como un gigantesco fraude que acabó con Woo-Suk condenado a dos años de cárcel por un tribunal de Seúl, acusado de malversación de fondos estatales y violación de las leyes de la bioética. Pero lo que entonces parecía ciencia ficción acaba de hacerlo realidad un equipo de investigadores norteamericanos de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón (OHSU, por sus siglas en inglés) y del Centro de Investigación Nacional de Primates (ONPRC).

Un equipo liderado por el científico de origen ruso Shoukhrat Mitalipov ha conseguido por primera vez producir células madre humanas mediante la transferencia del núcleo. Lo han hecho a partir de células de piel, que han convertido en células madre embrionarias capaces de transformarse en cualquier otro tipo de célula en el cuerpo.

El hallazgo abre la puerta a terapias que permitirían sustituir las células dañadas por una lesión o enfermedad. Entre las dolencias que pueden ser tratadas están el párkinson, la esclerosis múltiple o algunas lesiones de la médula espinal. Pero, en la práctica, las posibilidades son infinitas, ya que las células madre pueden reprogramarse para que adquieran las características de diferentes tipos de células, incluyendo las nerviosas, las células del hígado y las del corazón.

«Nuestros resultados ofrecen una nueva forma de generar células madre de pacientes con tejidos y órganos dañados o deteriorados», explicó en un comunicado Mitalipov. «Estas células madre pueden regenerar y reemplazar a aquellas células dañadas y mejorar enfermedades que afectan a millones de personas», añadió.

La técnica utilizada tiene dos ventajas específicas. Por una parte, debido a que las células reprogramadas se pueden generar con material genético nuclear de un paciente, no hay preocupación de rechazo del trasplante.

Sin óvulos fertilizados

La segunda peculiaridad tiene que ver con los condicionantes éticos que han levantado una gran polémica en torno a las terapias de células madre procedentes de embriones fertilizados. En este caso se utilizaron óvulos sin fecundar procedentes de voluntarias sanas, a los que retiró el núcleo, y dentro de su citoplasma se introdujo el núcleo de una célula de la piel (fibroblasto) de un paciente con síndrome de Leigh.

A partir de estudios desarrollados primero en células de mono, el equipo de Oregón encontró una manera de estimular los óvulos para que permanezcan en un estado llamado «metafase» durante el proceso de transferencia nuclear. Esto impide que el proceso se estanque, las células así se desarrollan y se producen las células madre.

La transferencia nuclear es el mismo procedimiento que se utilizó para clonar a la oveja Dolly en 1996. Sin embargo, Mitalipov se apresuró ayer a adevertir que «la clonación humana no es nuestro objetivo, ni tampoco creemos que nuestros hallazgos podrían ser utilizados por otros para avanzar en la posibilidad de la clonación reproductiva de seres humanos». Suena a excusa, porque en materia de investigación todo es cuestión de tiempo y dinero.

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