El futuro de la politica

El Futuro De La Política

Fernando Vallespín

Principalmente este libro del autor Fernando Vallespín se basa en cuatro grandes partes, las cuales son: Determinación de la situación actual: conmociones causadas por la globalización, los cambios en el funcionamiento y naturaleza del estado, problemática actual y las representaciones de la democracia, y, posibilidades de una nueva política.

El libro empieza cuestionando el ¿por qué nos cuesta tanto interesarnos en la política diaria o cotidiana? Debido a quienes piensan que es un signo de salud democrática, de la legitimidad y del fortalecimiento de la sociedad civil no cuestionada del sistema. En el que hemos perdido la capacidad de la relevancia, lo cual nos lo facilita la ciencias sociales siendo esta una ciencia hermenéutica y narrativa destinados a la ayuda de interpretar y comprender la realidad (Vallespín, 2000) . Pero la obra de Vallespín, por el contrario, parte de una “crisis del estado” en su contenido de dirección e integridad, percibida en la estatalidad de los partidos políticos, lo referente a lo tecnócrata de los procesos de decisión política, el papel creciente de los medios de comunicación, cuyas prioridades se concentran en la visualizan y ocultación de la información según sus intereses, en deterioro de las libertades de expresión y comunicación. Los propios políticos se acomodan al marketing político, haciendo de la política un espectáculo sin contenido. Los ciudadanos perciben con indiferencia que las decisiones importantes se adoptan sin consideración de una ideología, sino de conveniencias para quien las toman.

Se busca una reinvención de la política definida por la reconstrucción del papel del estado, transformado de forma vertical hacia arriba y hacia abajo. Y como señala Rahrendorf, acerca de la cuadratura del círculo (Vallespín, 2000) el cual consiste en tener la capacidad de unificar a la vez las dimensiones y fines sociales: como mantener la capacidad competitiva bajo las condiciones de la mundialización económica, hacerlo sin lesionar la unión social, bajo las instituciones democráticas de una sociedad libre. Pero por consecuencia de la victoria del pragmatismo sobre las visiones ideológicas, las sociedades han caído en un conservadurismo sonso que acepta lo existente y no ofrece nuevas alternativas.

Se muestra a la globalización como un concepto que ha servido para ocultar las dificultades que hoy en día ocurren, el cual ha sido utilizado para sustituir el uso del imperialismo en un nueva etapa del capitalismo manifestándose de esta forma por parte de la izquierda y de la derecha como un reajuste del papel de estado. (Escobar, 2002)

Pero debido a la revolución informacional que ha dado paso a la era de la información de nuestra actualidad el autor determina que el fenómeno de la globalización es afectada y se le nomina como una mundialización en el que la vida individual y colectiva comienza a organizarse en un sistema de redes interconectadas el cual va adquiriendo una capacidad cada vez mayor de reacción frente a hechos externos y lejanos que genera posiciones opuestos y efectos en diferentes ámbitos que crean nuevos parámetros de instalación y de eliminación en la sociedad actual.

El Estado Nacional, en su pensamiento clásico, ha sido el primer afectado por la mundialización, debido a la creciente internacionalización de los mercados financieros, comercio de bienes y servicios, el cual ha creado un espacio de competitividad a nivel internacional que abarca a todo el planeta de una manera desigual, generando una incapacidad por parte del estado en el momento de actuar como antes. Sus principales funciones han sido alteradas: se creó para dar seguridad a los nacionales y defenderse frente al exterior, función a la cual le fue agregado, la de procurar bienestar, desarrollo e identidad; la mundialización no solo ha podido afectar a el estado en relación con su soberanía, sino con la posibilidad de suministrar beneficios sociales a los ciudadanos. De esta misma forma, el estado termina siendo un elemento al servicio del sistema financiero.

El viejo estado tiene que desafiar nuevos y mayores problemas, con menores y obsoletos instrumentos, de donde pensaría revelar incapacidades para estructurar sus sociedades y le resulta de una muy difícil reparación por vía administrativa, la igualdad colectiva. La delincuencia, que también ha sido adquirido de una manera mundializada, incluye y pervierte la propia estructura estatal y se beneficia de las características del sistema financiero internacional.

Además también Vallespín plantea que el estado no pierde fuerza sino que se trasforma en la medida que: demuestra la capacidad de adaptarse al contar con población y territorio en donde de manera legítima es asignado un orden político, la transferencia de soberanía no se conoce como una debilidad del estado frente a su sociedad ya que la capacidad de acción de la soberanía no se pierde ya que esta se cede y se recobra con una transformación; el estado sigue siendo importante en el momento de dotar las nuevas regulaciones de una forma eficaz; y la dependencia de los mercados financieros en el momento de beneficiarse del estado y a largo plazo de sistemas interestatales.

Según lo anterior podemos precisar en mi opinión que el estado provisiona bienes públicos , redistribución de recursos, potencialización en la innovación

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