El transporte público en la Ciudad de México: Un problema de la vida diaria

El transporte público en la Ciudad de México: Un problema de la vida diaria.

¿La Ciudad de México está preparada para brindarle movilidad, de manera digna y cómoda a más de 8 millones de personas al día? La respuesta es no. Lamentablemente, nuestra ciudad, no esta preparada para recibir diariamente cantidades inmensas de personas en los diferentes tipos de transporte público que se tienen.

El problema del transporte público en la Ciudad de México es algo serio, debido a que nos genera en el día a día muchos problemas como lo es la contaminación, la inseguridad, el tráfico, la pérdida de tiempos de traslado, entre muchas otras cosas.

En la Ciudad de México (CDMX) tenemos distintos tipos de servicios de transporte público: el metro, metrobus, autobuses, camiones, tren ligero, trolebús, RTP (ahora M1) y taxis.

El sistema de trasporte colectivo metro, junto con los camiones, de los cuales se derivan los microbuses; son los transportes qué considero que tienen las mayores problemáticas, y es necesario comenzar a resolverlas, para así contribuir al desarrollo de su adecuado funcionamiento, con un servicio de calidad y seguridad para toda la población, pero sobre todo que en un futuro sea uno de los mejores en el país y por qué no que sea reconocido a nivel mundial.

El metro es uno de los principales medios de transporte que millones de usuarios utilizan diariamente. Debido a que es un sistema de transporte en el cual la gente se puede desplazar distancias muy largas pagando solo cinco pesos. Sin embargo, desde ya hace mucho tiempo, se ha convertido en un sistema de transporte demasiado ineficiente. Algunas de las razones de mi argumento son; que en la actualidad no se tiene una buena estructura de logística de movilidad, con esto me refiero a que si se llega a descomponer un tren en alguna línea del metro, esto afecta no solo a la línea correspondiente sino que también resultan afectadas otras estaciones. Pero ¿Por qué pasa esto? En primera porque de manera sistémica, todas las líneas del metro se encuentran conectadas entre sí, sin embargo esto no implica que una de estas afecte a su entorno; de ahí mi segundo punto, no se tiene una buena metodología de planeación sobre como se tienen que resolver este tipo de problemas, en el menor tiempo posible y que no afecte al usuario. Esto es consecuencia de la falta de mantenimiento que se les da a los trenes. Es aceptable que un tren tenga una falla mecánica después de cierto tiempo con respecto al uso del mismo, pero las fallas constantes son indicativo de que algo se está haciendo mal, de que existe ineficiencia en el trabajo y que es necesario un plan de acción ante las deficiencias de dicho sistema.  

Pero, no vayamos muy lejos, desde que el usuario entra a las instalaciones del metro, se encuentra, con filas inmensas en las taquillas para comprar boletos o recargar saldo para ingresar, desde este punto de vista nos damos cuenta de que también es necesario incrementar su capacidad para poder satisfacer la demanda que se tiene.

En muchas ocasiones puedo darme cuenta que los “taquilleros” no están concentrados en su labor, se encuentran realizando otras actividades ajenas a su trabajo, con lo que es evidente que no cumplen con las tareas que se les asignan y provocan retrasos en la movilidad de los usuarios.

Otro aspecto que he observado al estar en una estación vacía y tarda mucho el metro en pasar, se va saturando la estación y esto ocasiona mayor problema al arribar los trenes debido a que rebasan la capacidad y esto da pauta a que se den robos y acosos en el interior de los vagones.

Por otro lado, los microbuses, es uno de los transportes más utilizados por la gente, ya que, a comparación con los autobuses o camiones, su tarifa es más económica. Conocemos como microbuses a esos pequeños camiones verde con blanco muy antiguos.

El problema que generan los microbuses es muy grande, empezando porque este tipo de transporte de cierta forma no pertenecen al gobierno, sino que todas las ganancias recolectadas van directamente a los dueños de los mismos y a los choferes de las unidades. Pero entonces, ¿Esto en que afecta a la calidad del transporte? Afecta demasiado, ya que no se da ningún tipo de apoyo para darles mantenimiento. El gobierno de la ciudad únicamente establece las tarifas. Los dueños de los camiones tienen que invertir sus ingresos al mantenimiento requerido de las unidades, lo cual en la mayoría de los casos no sucede, a estas personas lo único que les importa es que sus unidades funcionen, ignorando la comodidad y seguridad de la gente. De esto también se deriva que al tener tantos oferentes del mismo servicio, se genere competencia entre ellos mismos. En muchas ocasiones los choferes, al darse cuenta de que tiene cerca a otra unidad de diferente dueño (ruta), realizan carreras para tratar de ganar el mayor número de pasajes, otras veces van más lento de lo normal para captar la mayor cantidad de pasaje durante toda su ruta, o incluso, en ocasiones al ver que no tienen a muchas personas abordo, deciden quedarse parados en ciertos puntos de sus rutas. También en la mayoría de las veces no salen de su base hasta que el camión este completamente lleno.

Respecto a los choferes, la mayoría de ellos, con algunas excepciones, son personas que no tienen el conocimiento sobre las reglas de tránsito, no respetan los señalamientos, van hablando por teléfono mientras conducen, e incluso, mientras están laborando van injiriendo bebidas alcohólicas y en un caso que pareciera extremo pero sin duda alguna posible, me percate de verlos drogándose mientras conducen.

Por otro lado, tenemos que como son camiones ya muy antiguos, estos generan demasiada contaminación, no hay que ser expertos para darnos cuenta de la cantidad de humo que sale por su escape cuando van en circulación.

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