Estrategias Para Desarrollar E Implementar Procesos De Reciclaje En La Universidad Minuto De Dios Sede Sur Actualmente.

PROYECTO

Facultad de Ciencias Empresariales

Programa de Contaduría Pública

Bogotá, Colombia

2013

PROYECTO

Autores:

ASESOR:

Facultad de Ciencias Empresariales

Programa de Contaduría PúbliBogotá, Colombia

Anteproyecto

Estrategias para desarrollar e implementar procesos de reciclaje en la universidad Minuto de Dios sede sur actualmente.

Planteamiento del problema

El proyecto busca mostrar un fenómeno ambiental que está en crecimiento y que afecta a toda la sociedad, pues aunque existen métodos de reciclaje y reutilización, no se implementan o adoptan de la forma adecuada, porque no hay conciencia ciudadana. Según La Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca al relleno sanitario Doña Juana, donde se arrojan las 6.300 toneladas diarias de residuos que genera Bogotá, solo le queda un año de vida útil, lo que implica una solución pronta de reciclar. (http://www.citytv.com.co/videos/905814/en-un-ano-bogota-no-tendria-donde-depositar-sus-basuras).

Por otra parte “Solo el 25 por ciento de los residuos solidos reutilizables de la ciudad son recuperados de los desechos, el resto van a parar al relleno Sanitario Doña Juana”, afirmó la presidenta de la Asociación Cooperativa de Recicladores de Bogotá (ACRB), Nohora Padilla, quien aseguró que la ciudad no solo necesita un plan de manejo de basuras que evite el desbordamiento del relleno, sino que requiere brindar garantías a las más de 25 mil familias que subsisten con este mercado. (http://diarioadn.co/bogotá/mi-ciudad/sistema-de-reciclaje-de-bogotá-1.34631).

En respaldo a lo anterior, el DANE y la Unidad Ejecutiva de Servicios Públicos (UESP) abordaron el conocimiento de la cadena de reciclaje en Bogotá y se obtuvieron resultados importantes para conocer su funcionamiento e implicaciones sociales, ambientales y económicas. Estas instituciones desarrollaron una metodología para cuantificar y caracterizar la cadena de reciclaje en la capital del país. Esta investigación toco tres puntos clave: las unidades económicas encargadas del acopio, comercialización y pretransformación de los materiales reciclados; las organizaciones de recicladores y la población recicladora asentada que recupera el material. Dentro de los principales resultados de la investigación, se pueden destacar los siguientes: existen 8.479 recicladores asentados y el total de personas que dependen de esa actividad es de 21.676; de los recicladores, 58% tienen como máximo educación primaria; 17,3% son analfabetas; los hogares recicladores tienen 5 personas, cuando el promedio para Bogotá es de 3,5.

Se identificaron 920 unidades económicas de reciclaje, de las cuales 60 eran formales y 860 informales; de las 3.170 personas que trabajan en ellas, 83,6 % Io hacen en unidades informales y 16,4 % en formales; a precios corrientes de 2002, las ventas totales ascendieron a 66.126 millones de pesos, y el valor agregado de la actividad fue de 11.263 millones de pesos. La participación de la actividad del reciclaje en el Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2002 fue de 0,08 %, muy cercano al PIB de servicios de transporte por agua (0,11 %) y de la silvicultura (0,16 %). Se contabilizaron 26 organizaciones de recicladores (2002), de las cuales 14 tienen personería jurídica. De la población recicladora, 11 % está afiliada a alguna organización gremial. Se espera que los resultados arrojados por la investigación, contribuyan a la comprensión de la problemática del reciclaje y faciliten la formulación de políticas, planes y programas para atender la población dedicada a esta actividad. (Cesar Augusto Caballero R., Director DANE) ftp://190.25.231.247/books/LD_9350_2001_2003_EJ_5.PDF

De las anteriores fuentes se puede evidenciar la gran cantidad de basuras que solo genera Bogotá y la cantidad de familias que viven del manejo de las basuras, y por lo cual UNIMINUTO como institución educativa a través de campañas y capacitaciones a sus colaboradores y estudiantes deben incentivar e infundir el compromiso con el medio ambiente de reciclar desde la Universidad y que dicho compromiso se traslade a cada uno de los hogares de los implicados.

El modelo implementado por el Alcalde Mayor de Bogotá Gustavo Petro a finales del año 2012, tuvo un mal comienzo, ya que más de un bogotano se cansó de separar residuos en las viviendas y de sacar la bolsa blanca con los residuos aprovechables al andén, como lo decretó el burgomaestre desde el pasado 18 de diciembre y lo promueven campañas por televisión y volantes. Hay desánimo al ver que los recicladores no aparecen para recoger las talegas y si lo hacen es para esculcarlas; o quienes las levantan son las empresas privadas de aseo, que las mezclan con las bolsas negras que contienen los residuos orgánicos. (http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12553241.html).

Se puede evidenciar la falta de organización para implementar un modelo de Reciclaje por parte de la Administración local de la ciudad de Bogotá.

La razón por la cual debemos reciclar no es financiera ni de oportunidad de negocios o de generación de empleo. El reciclaje resulta una actividad necesaria y conveniente solo cuando incluimos la externalidad ambiental asociada con el transporte y disposición de los residuos. En una valoración económica integral, los beneficios ambientales resultan superiores a las inversiones asociadas con la actividad en referencia. Muestra tomada de la página.(http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/eduardobehrentz/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12452069.html)

Históricamente los arqueólogos han encontrado evidencia del origen del reciclaje, que se inicio quizás alrededor de 400 A.C. y desde entonces se ha dado de muchas maneras. Sin embargo, algunos de los cambios más significativos han ocurrido apenas en los últimos cientos de años, debido ha algunos importantes acontecimientos históricos desde la Revolución industrial hasta nuestros días. (http://bellabrigada.wordpress.com/2011/11/22/la-historia-del-reciclaje/).

El reciclaje es en Colombia una actividad poco desarrollada a pesar que existe una número considerable de personas dedicadas a ella. Si ellos lo quisieran, podrían solos, elegir sus propios Senadores y Representantes a la Cámara. De acuerdo con estimativos de las organizaciones de recicladores, calculan que son 300.000 personas agrupadas en 50.000 familias en todo el país. De ese total, 15.000 familias se encuentran en Bogotá el resto en ciudades medianas y grandes. El Ministerio del Medio Ambiente informó que Colombia genera 27.000 toneladas de residuos al día, de las cuales, solo un 10% son aprovechadas por los recicladores informales. El 90% va a parar a los botaderos a cielo abierto, enterramientos o rellenos sanitarios. http://realidades.lacoctelera.net/post/2006/03/06/el-reciclaje-colombia.

Bart Van Hoof, Ingeniero Industrial y Profesor de la Universidad de los Andes, considera que al sector de reciclaje le falta visión empresarial y formalización, requieren profesionalizar su actividad y generar valor agregado a sus servicios, como cualquier otra empresa. También las empresas grandes que consumen volúmenes de materiales recuperados deben valorarlo. Nuevas regulaciones ya vigentes en Colombia, abren el paso a negocios de reciclaje.

Diez años atrás participo en un estudio sobre el reciclaje en Bogotá. El estudio mostró la falta de integración de cadenas de reciclaje y carencia de mercados formales que ofrecieran valor agregado a la recuperación de material. La asociación de recicladores en aquella época buscaba defender los derechos al oficio de los recicladores de la calle; no propuesta alguna de valor. Como consecuencia, los recicladores y recolectores de materiales terminaban en manos de los bodegueros e intermediaros. El oficio era visto por algunos sectores de la sociedad como una actividad despectiva.

Colaboro hace muy poco en un foro sobre el futuro del reciclaje. Asistieron grupos representativos de recicladores, empresarios, y funcionarios públicos para discutir los desafíos de aquella época. En el evento, los representantes de los recicladores seguían abogando “su derecho” al reciclaje, reclamando que la sociedad no reconoce el valor ambiental y social de su actividad. Por su parte, representantes de la gran industria expusieron proyectos de reciclaje, poco relevantes. Pareciera que ni los recicladores, ni la gran industria se han percatado de las oportunidades a su alcance.

En México y Chile por ejemplo, han emergido negocios que atienden la demanda del mercado de materiales y servicios de recuperación. La empresa Chilena Triciclos vende puntos de recolección innovadores, a grandes cadenas como Homecenter, que ofrece el servicio a sus clientes. La Mejicana IMER, ha recuperado más de 12.000 toneladas sólo en plástico de botellas (PET). Empresas con alcance internacional, como TerraCycle, venden conceptos innovadores para eliminar residuos mediante estrategias de re-úso, recuperación, y prevención. Lankhorst Recycling, se dedica hace más de 25 años al reciclaje de plásticos. Son empresas formales que ofrecen productos de valor agregado. Generan empleos formales, pagan impuestos y recuperan desechos. Se rigen por las reglas del mercado, antes que por subsidios o donaciones filantrópicas. En Colombia, empresas

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