Estudiantes Garantía: El Reto De Adaptarse A Una Sociedad Globalizada

Estudiantes garantía: el reto de adaptarse a una sociedad globalizada

Para comenzar recordaré de forma concreta el concepto que se tiene por perfil de egreso, planteado en el Plan de estudios 2011 de Educación Básica, comprendido como aquel que “[…] define el tipo de alumno que se espera formar en el transcurso de la escolaridad básica y tiene un papel preponderante en el proceso de articulación de los tres niveles”. (SEP, 2011) de acuerdo con lo anterior, el perfil de egreso efímeramente es un objetivo a largo plazo sobre lo que el estudiante debe poseer al finalizar su Educación Básica para ser una persona competente en la sociedad globalizada en la cual se encuentre inmerso.

Es preciso que con el ritmo de vida que se tiene en la actualidad, la cual nos inserta dentro de una sociedad de constante cambio, el poder asegurar a las nuevas generaciones la capacidad de adquirir desde su formación inicial las bases y estándares fundamentales para la convivencia y la interacción inmediata con las multiculturalidad, sin embargo esta no es tarea fácil, pues si bien con la reforma a la educación se pretende redefinir las formas de enseñar para garantizar que los alumnos podrán desenvolverse en cualquier ámbito de su vida, la misma cotidianeidad tan violenta e inestable ha generado una resistencia al cambio que limita gran parte del desarrollo docente, y por tanto para los alumnos.

El tener que adaptarse a una sociedad que aún no está lista para los grandes procesos de transición tiene como consecuencia vacíos enormes, que hasta el momento han idealizado por medio de reformas integrales, el estándar de vida y ciudadanos competentes dentro de un enfoque globalizado, pero no han brindado las suficientes herramientas para poder orientar de manera objetiva el proceso de cambio, siendo por tanto incapaces de generar hasta el momento un indicador que haga válida la eficacia de dichas reformas.

Exclusivamente en el ámbito educativo, los alumnos y maestros no estamos preparados para desarrollar las competencias que están estipuladas en los planes y programas, si bien tenemos la capacidad, faltan bases para desarrollar las habilidades y sobre todo la experiencia necesaria para desarrollar los rasgos del perfil de egreso, no significa que no lo intentemos, pero el reto está en insertarnos a nuevas formas de vida, partiendo del desconocimiento de ciertos procesos.

Es por ello que el docente debe de cambiar algunas conductas para poder fomentar en los alumnos esas competencias para la vida que implican manejar acertadamente sus conocimientos, desarrollar sus habilidades, y conducirse con actitudes positivas y valores para enfrentar con éxito distintas situaciones de la vida, y de esta manera llegar a cumplir el perfil de egreso a fin de lograr un propósito final y asegurar el pleno desarrollo de estudiantes y seres capaces para conducirse en sociedad.

Desde esta perspectiva otro de los retos que enfrentamos en la Educación Básica es esa mirada que ahora se tiene de las instancias educativas, foco de alerta en el cual todos tienen puesta su atención, de forma subjetiva y poco racional.

Cómo es que pretenden que la escuela sea el punto central de la formación de ciudadanos capaces y competentes en todos los ámbitos si por parte de la misma sociedad las instituciones ya no son vistas como formadores de seres productivos, sino como instancias retadoras que tienen el deber de adaptarse a los cambios que se presentan en la actualidad, aunque no estén sus bases fundamentadas del todo y además enfrentar las críticas desfasadas de una ciudadanía que parece siempre estar a la defensiva sin siquiera cooperar en el proceso de formación de las nuevas generaciones.

Se debe cambiar la forma de pensar de los estudiantes, brindándoles bases más firmes que a futuro reviertan esta visión tan violenta de su sociedad, por ello la reforma plantea en el Plan de Estudios 2011 rasgos deseables

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