LOS RETOS DEL MAESTRO Y EL ESTUDIANTE EN EL SIGLO XXI
Enviado por cemontoya1 • 14 de Mayo de 2021 • Exámen • 1.026 Palabras (5 Páginas) • 110 Visitas
ENSAYO:
LOS RETOS DEL MAESTRO Y EL ESTUDIANTE EN EL SIGLO XXI
Análisis de Tendencias Globales en Innovación
Carlos Esteban Montoya Guzmán
Diciembre de 2019
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Maestría en Gerencia de la Innovación y el Conocimiento
LOS RETOS DEL MAESTRO Y EL ESTUDIANTE EN EL SIGLO XXI
INTRODUCCIÓN
De los cuadernos cocidos a las tabletas digitales, de los lápices de grafito a los lápices digitales de alta precisión, de los salones con filas fríamente calculadas a los espacios interactivos, amplios y modulares… El maestro y el estudiante representan y viven a todo nivel la convulsiva disrupción presente en la sociedad y en la cultura del siglo XXI.
La educación en la cuarta revolución industrial representa algo más que una compilación de tecnologías e invenciones porque realmente consolida la conexión integral de las últimas construcciones sociales, científicas y artísticas que se originaron en el último siglo. Es quizás, también, un grito de auxilio para guardar un espacio importante en la historia para aquellos aspectos un poco románticos que determinaron épocas anteriores y definieron lo que hoy es el ser humano en su construcción colectiva y consciente de conocimiento.
Se podría estar hablando de un legítimo acontecimiento que pasará a la historia de la educación porque representa la gran transformación del modelo educativo tradicional. Los grandes protagonistas son el conocimiento, la accesibilidad y la información, donde el concepto “inteligencia” se convierte en el anfitrión de la compleja cuarta revolución industrial.
La educación en el siglo XXI para alumnos y maestros se está se desvaneciendo tal y como la conocemos para no regresar jamás. Las instituciones han perdido relevancia frente a los grandes pensadores y científicos de la época. Hoy vivimos un sistema pensado y construido para clientes, donde ya el maestro no es simplemente un actor social del estado y evoluciona para convertirse en un claro influenciador de la cultura corporativa y de la transmisión de habilidades estratégicas (skills) nunca antes vistas en el sistema tradicional. Esto garantiza mejores salarios (retribuciones) para los maestros, mayores retos para las instituciones y grandes ventajas para los estudiantes ávidos de conocimiento y modelos innovadores.
Un punto importante para tener en cuenta es el actual debilitamiento evidente del estado-nación, acompañado de la muerte súbita de las grandes movilizaciones masivas honrando a la patria y la inevitable muerte de los servicios públicos que dan paso a las empresas privadas con el discurso de la mejora continua. Vemos entonces una nueva educación y un nuevo estado privatizado y regulado por la democracia digital. Una política dominada por las empresas privadas donde las decisiones en términos de educación ya están tomadas y donde prima el interés privado sobre el general. Es decir, hoy las personas no deberían votar por los políticos que van a gobernar, sería más coherente votar por las empresas que definirán las políticas públicas de educación. Esto declara una urgente necesidad que se traduce en una conexión 360º en la triada más importante: estado, empresa y academia.
El siglo XXI también nos divisa un panorama bastante amplio acerca de cómo las instituciones educativas han sido transformadas completamente por las revoluciones tecnológicas que han saturado al mundo con sus imágenes, textos exorbitantes y sonidos estridentes. Las aulas físicas han perdido un gran protagonismo respecto al reinado actual de la virtualidad que a la vez ha dado paso a una cobertura en educación nunca antes vista. Por lo tanto, se considera que la educación está pasando por su mejor momento porque todavía sigue siendo un asunto de venerancia, interés y culto para las élites minoritarias (capitalistas e inversionistas) del mundo.
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