Fin de la economia positivista

El fin de la economía positivista

Con fines de controlar inflación que existía en los Estados Unidos, la teoría planteada por Milton Friedman sobre la Teoría Cuantitativa Del Dinero (1956) tomó gran importancia en la política estadounidense y mundial, con ella Friedman sugería que la demanda de dinero está dada por unas pocas variables económicas. Así que, con la inflación que se propagó a través de países desarrollados a mediados de los años 60’s por la crisis petrolera, los hacedores de política estaban prestando especial atención al control del crecimiento del dinero. Pero, en este momento, las funciones de demanda en las que se habían estado apoyando empezaron a presentar inestabilidades empíricas. Este paradigma monetarista se había establecido casi que gracias a los criterios metodológicos positivistas por Friedman en 1953 con Ensayos Sobre Economía Positiva. En su ensayo, Friedman abogaba que se debían escoger las teorías según su capacidad predictiva, sin importar la relevancia de los supuestos irreales propuestos para dicha teoría. Según la lógica de Friedman, al fallar las predicciones de una teoría, como lo sucedido en los 80’s, lo natural sería encontrar otra teoría que se ajuste a lo empírico. Para este caso, no sucedió así, no hubo un cambio como tal de teoría, sino un cambio completo de paradigma, una revolución macroeconómica que puso el fin a la teoría monetaria y a la teoría cuantitativa del dinero. Dicho cambio de paradigma y teoría, se explicarían con la necesidad de una revolución que contemplara la metodología expuesta por Rodrik (2015), en la que los cambios en las condiciones (o supuestos) de las teorías hacía la realidad, las teorías sigan produciendo predicciones correctas.

Laidler (2013) expone 3 razones por las que las predicciones de la teoría cuantitativa del dinero empezaron a fallar, y que más adelante estas fallas tomarían sentido con los criterios de supuestos críticos de Rodrik (2015). La primera razón sería planteada en la crítica de Lucas en 1972 con Expectativas y La Neutralidad Del Dinero, en la que se empieza a ver el nuevo paradigma neoclásico de expectativas racionales, Lucas (1972) plantea que, bajo expectativas racionales, los parámetros estimados de modelos econométricos no se mantendrían, ya que, con los cambios de política, los agentes del sector privado lo notarían y adaptarían su comportamiento al nuevo contexto. Entonces, los modelos econométricos usados hasta el momento no podían utilizarse para hacer políticas.

La segunda razón también está implícita en las expectativas racionales, la ley de Goodhart enfatizó que, ante el aumento de la atención del público en el comportamiento de las variables macroeconómicas bajo el control de los hacedores de política, estos reaccionan cambiando el comportamiento que pretenden inducir a través de las políticas que pueden modificar dichas variables.

La última razón expuesta por Laidler (2013), plantea que había una tendencia en que los sistemas monetarios evolucionaban en el tiempo de manera que el rol de los instrumentos financieros en los agregados monetarios, alteran el rol que desempeñan en el sistema económico. Así que, quienes seguían la metodología de Friedman generando buenas predicciones sobre la demanda de dinero (bastante exitosas en los 60’s) respaldadas con datos del pasado, con el pasar del tiempo y el cambio en el comportamiento de los agentes privados y las instituciones monetarias apuntando a una menor regulación, se encontrarían con que aquellas predicciones empezarían a fallar. Los monetaristas no prestaban suficiente atención al hecho de que las variables estudiadas estaban siempre en evolución. Para principios de los años 80’s, había certeza de que la función de demanda de dinero no generaba las predicciones apropiadas, y por lo tanto el monetarismo estaba llegando a su fin.

Con las fallas mencionadas anteriormente, se deja bastante clara la influencia de Friedman en la metodología económica de aquella época, pero al fallar las predicciones de los modelos, no hubo un cambio de teoría que predijera mejor la realidad como abogaba Friedman, hubo un cambio de paradigma, ya que se necesitaban modelos que

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