Función y desenvolvimiento del General Tomás de Heres, en la Campaña del Sur
carlitospapi26Biografía7 de Junio de 2022
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República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
U.E.L.B Ricardo Marquez Moreno
Santa Ana- Nva. Esparta
Estudiante: Angie Alexandra Salazar Figuera C.I: V-31.257.292
"Función y desenvolvimiento del General Tomás de Heres,
en la Campaña del Sur".
Participación en el 8vo congreso de la Juventud Patriótica Estudiantil
Entre los años 1808 y 1824 transcurrieron en América una serie de hechos que formaron parte de un complejo proceso histórico que condujo a la emancipación política de las colonias americanas. En general, los historiadores han explicado las causas de este proceso, a través de la definición esquemática de los antecedentes externos e internos que habrían influido en la emergencia del movimiento independentista, estableciendo, a partir de aquél esfuerzo clasificatorio, una relativa unidad de motivaciones, que llevaron a los países sudamericanos a empezar una gran oleada emancipadora, múltiple y compleja, empezando por el descontento general de la población respecto al sistema colonial bajo el que se encontraban. Sumado al mal gobierno de las tierras americanas, se encontraba la desigualdad entre las clases sociales, lo que de un modo a otro, llevó a un punto de inflexibilidad de parte de los ciudadanos americanos en general, desembocando en una enorme cadena de batallas tanto políticas como territoriales.
Como no podía ser de otra forma, cada país tuvo un proceso de independencia diferente, pero casi siempre hubo un líder en el que los pueblos se vieron reflejados, personas que tomaron la iniciativa, y guiaron a sus respectivas comunidades para la victoria sobre el ejército realista. Al pasar de los años, muchos de estos líderes poco a poco fueron quedando en el olvido, ya sea porque sus decisiones no fueron tomados en cuenta en su momento, o porque sus logros a pesar de poseer una enorme importancia, no tuvieron la trascendencia que sí obtuvieron grandes figuras de la revolución, un ejemplo de ello es el General Tomás de Heres, que en contraposición de personajes como Simón Bolívar, Antonio José de Sucre o Juan Bautista de Arismendi, la historia no le otorgó el reconocimiento que por su valentía y compromiso a la causa libertadora merecía, sin embargo, al igual que sus contemporáneos, ya mencionados anteriormente, tuvo una vida llena de acontecimientos.
El General Tomás de Heres, nacido en Angostura el 18 de septiembre de 1795, figura entre los próceres de la Independencia Sudamericana. Además de militar de la emancipación, fue periodista, gobernador, parlamentario y creador de uno de los dos primeros partidos políticos que existieron en Guayana. Era hijo de José Fernández de Heres y de María Josefa Rivero Morín. El primero procedente de Asturias y llegado a la provincia en tiempos del Gobernador Manuel Centurión y la segunda, hija de Antonio Rivero teniente del Real Cuerpo de Artillería destinado a Guayana.
Tomás de Heres nació a los tres años y nueve meses del matrimonio y a la edad de diez fue internado en el Seminario Tridentino de Caracas donde estudió hasta 1810 que fue llamado por su padre, primer alcalde de la ciudad, preocupado por los acontecimientos caraqueños del 19 de abril. De nuevo en el seno familiar y al lado de sus hermanos José María, Manuel María, Luisa, Petronila y Trinidad, el joven Tomás se preparó militarmente para ser alistado al lado de los intereses políticos realistas representados por su padre que para entonces y en calidad de Primer Alcalde, había suplantado a Felipe Inciarte en la gobernación de la provincia de Guayana.
Heres debutó como soldado en los combates de 1812 que desde Soledad habían provocados los coroneles Francisco González Moreno y Francisco Javier Solá en un intento infructuoso por ocupar Angostura cuyo Cabildo que secundó en un principio a la Junta Suprema de Caracas, había sido objeto de un golpe de estado por funcionarios realistas de la ciudad. La capital de la provincia, empinada sobre una colina que tenía por norte al Orinoco, era militarmente difícil de tomar, tanto por su posición estratégica dominante como por el cuidado proteccionista que le dispensaba España.
En 1813, Tomás de Heres pasó a formar parte de un Batallón que había adoptado el nombre de una antigua ciudad española sitiada y destruida por Escisión Emiliano y cuyos habitantes, los numantinos, prefirieron perecer envueltos en las llamas que rendirse. Este nombre “Numancia” de signo heroico, lo rescataron los realistas para este batallón que fue enviado a los Llanos ese año de 1813 donde se reconcentraban las fuerzas realistas para invadir el centro que había sido ocupado por el Libertador en el curso de la Campaña Admirable. El “Numancia” integrado a la División de Yáñez, se adueñó de Barinas, Apure y Guanare. Luego las fuerzas de Yáñez se unieron a las de Ceballos que venían desde Coro y en Araure fueron derrotados por el Ejército patriota al frente del cual venía el Libertador desde San Carlos.
En la batalla de Araure, el Numancia perdió hasta el estandarte, el cual quedó en manos de un batallón al que Bolívar se negaba a ponerle nombre hasta tanto no se lo ganara en el campo de batalla. Desde entonces el batallón sin nombre fue bautizado como el “Vencedor de Araure”. Los oficiales del Numancia no se las llevaron bien con los batallones peninsulares destacados en Perú. Había un creciente descontento llegado hasta los oídos del General San Martín que ya había libertado a Chile, Argentina y avanzaba hacia el Perú. Hubo contacto efectivos y el 2 de diciembre de 1820 los Oficiales del Numancia, entre ellos Joaquín Cordero, Lucena y Heres, se pronunciaron por la causa republicana y tan pronto como San Martín lo supo, resolvió que desde ese momento se considerara el batallón Numancia como el más antiguo del Ejército Libertador de Perú. Luego de estos acontecimientos, Tomás de Heres fue ascendido a Coronel y el Numancia siguió a San Martín hasta su entrada en Lima con el Ejército Libertador el 13 de julio de 1821.
Seguidamente, en 1822 cuando San Martín cede el campo a Bolívar en su entrevista de Guayaquil y el Congreso peruano lo llama para que emprenda la batalla final contra el Ejército español que permanecía intacto en la Sierra, el Libertador dispone por decreto la incorporación del Numancia con el nombre de “Voltíjeros” a la primera brigada de la Guardia. Diez días luego de la adhesión del batallón que anteriormente, había pertenecido a los realistas, a la causa republicana, Antonio José de Sucre asigna a Heres su primera gran tarea cual era la de convenir con Andrés de Santa Cruz, la unión del Ejército Libertador del Perú con la División del Sur del Ejército Libertador de Colombia.
Cumplido este cometido que permitió dos meses después la ocupación de Cuenca, el Coronel Tomás de Heres, comenzó a ascender, primero como adjunto y luego como Jefe del Estado Mayor de la División que sitiaba a El Callao; Ministro en el Despacho de Relaciones Exteriores; Ministro de Guerra y Marina por segunda vez. En 1826 hizo la campaña del Sur por cuestiones de límites contra los peruanos que concluyó con la batalla de Tarqui el 27 de febrero de 1829 y cuya victoria a favor de Colombia le valió su ascenso a General de División. Siendo Ministro de Guerra y Marina en Perú, el General Tomás de Heres tuvo a su cargo la redacción de los semanarios “El Observador” y “El Peruano” que todavía circula al igual que lo hizo Zea, Roscio y Revenga con el “Correo del Orinoco” en Angostura.
El Libertador sabedor de la importancia que tenía la prensa como instrumento de lucha, no la llegó a descuidar en ningún momento. La consideraba “tan útil como los pertrechos” al tiempo que “fiscal de la moral pública y freno de las pasiones”. Cuidaba de su contenido, elaboración y presentación como bien se puede apreciar en su cartas de 1820 y 1823 al General Santander acerca de la “Gaceta de Bogotá” y “El Correo de Bogotá” y especialmente la dirigida al General Tomás de Heres relativa a “El Observador de Lima”, en el cual, entre otras cosas, le dice: “Los artículos deben ser cortos, picantes, agradables y fuertes. Cuando se hable del gobierno, con respeto y cuando se trate de legislación, con sabiduría y gravedad. Yo quiero que se proteja un periódico; pero que se organice con elegancia, gusto y propiedad”.
Después de la recia campaña del sur que le valió el título de prócer de la independencia sudamericana, el General Tomás de Heres retornó a Angostura el 20 de octubre de 1829. Retornó luego de 16 años de ausencia. La ciudad ya no era la misma ni él tampoco. Ambos habían cambiado con el tiempo, la experiencia y los resultados de la guerra.
Antes que él habían regresado Ascensión Ferreras, Ramón y Orocio Contastin, también angostureños y próceres de la independencia sudamericana. Pero Heres, con mayor jerarquía militar, nivel político y experiencia de estado, los desplazó en el sentir electoral de la ciudadanía. Tan pronto se domicilió en la antigua y espaciosa casa de sus padres, entre las calles Amor Patrio y Libertad, comenzó a recibir la simpatía y adhesión de mucha gente acicateada por el acontecer político nacional. De una parte los que pugnaban por la separación de Venezuela de la Gran Colombia y de la otra, quienes como Monseñor Mariano Talavera y Garcés permanecían fieles al pensamiento Bolivariano.
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