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LA OBESIDAD EN LA NIÑEZ, UN PROBLEMA SIN ERRADICAR


Enviado por   •  30 de Marzo de 2014  •  2.769 Palabras (12 Páginas)  •  331 Visitas

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LA OBESIDAD EN LA NIÑEZ, UN PROBLEMA SIN ERRADICAR

La obesidad es el estado físico de una persona que se caracteriza por tener una excesiva cantidad de grasa corporal en relación al resto de su cuerpo, exceso que se asocia a problemas de salud física (disfunciones cardiovasculares por ejemplo), psicológica y social (por ejemplo, rechazo de los demás por el aspecto).

El sistema más extendido para evaluar el sobrepeso y la obesidad es relacionar en cada edad el peso con la altura. Para ello, se realiza una sencilla operación matemática; es lo que se ha denominado Índice de Masa Corporal (IMC) o índice de Quetelet. Este índice es un valor que se relaciona para el estado de salud en función del peso. Para calcular el IMC existe una fórmula sencilla IMC= Peso (en kg)/Altura² (en metros), dicha fórmula arrojará un resultado, el cual tendrá que cotejarse con una tabla emitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de esta manera se determinará si existe obesidad en el adulto. En el caso de los niños, el procedimiento cambia un poco; se dice que un niño tiene sobrepeso si al cotejar su IMC con la tabla (anexo 1 o 2), este es superior al que tienen el 75% de los niños de su edad, también conocido como percentil, si el IMC supera el 85% de percentil el niño es considerado obeso y si en algún caso, el infante presenta un IMC superior al 95% percentil, se considera que padece obesidad grave.

En el caso de los niños, a diferencia de los adultos, aún no se puede hacer una diferenciación de tipos de obesidad, debido a que sus cuerpos no están desarrollados completamente. Lo que se hace es realizar una clasificación en obesidad nutricional (o por exceso de ingesta de alimentos) y obesidad endógena (por herencia o problemas endocrinológicos). Se identifica el tipo de obesidad que tiene el niño o niña realizando una radiografía de su muñeca para poder ver su maduración ósea. Los niños con obesidad nutricional tienen una maduración ósea por encima de su edad real, es decir, su cuerpo crece más rápido que los demás niños de su edad que se encuentran en una situación de normopeso (tienen una talla alta). Sin embargo, los que tienen obesidad endógena suelen tener tallas bajas inferiores y una maduración ósea con retraso.

La obesidad nutricional, actualmente se presenta con mayor frecuencia y la principal causa desde nuestro punto de vista es que debido al tipo de vida que se tiene en la ciudad, ha aumentado la ingesta de alimentos poco saludables, más apetecibles, y disponibles en cualquier momento y lugar. Otro factor que provoca este tipo de obesidad es la influencia de los mensajes publicitarios, sobre todo los emitidos en la televisión, podemos observar qué influencia tienen sobre todo en los niños ya que despiertan el interés para concurrir a restaurantes de comida rápida ((Burguer King, mc donalds, pizza hut, dominos, KFC, etc.) o consumir alimentos chatarra (dulces, sabritas, galletas, etc.).

Según los resultados de los estudios que analizamos para la realización de este trabajo, los factores que se asocian a las causas de la obesidad infantil actual son, el nivel socioeconómico de la familia, el bajo nivel de instrucción materna y el sexo del pequeño, porque suele ser más frecuente en varones que en niñas.

En dichos estudios también se observamos que los niños con peso superior a los 3.5 kilogramos al nacer tienen más problemas de peso, al igual que los que han sido alimentados con lactancia artificial durante sus primeros meses de vida.

De igual manera se logró comprobar que la obesidad infantil se asocia con una ingesta elevada de grasas (una cantidad superior del 38% del total de calorías diarias de los pequeños), un consumo elevado de dulces, refrescos y otros tipos de comida chatarra, como los mencionados anteriormente, y una ingesta baja de frutas y verduras.

Además, es visible que los niños hoy día son mucho más sedentarios ya que han reducido sus actividades deportivas para aumentar sus actividades lúdicas pasivas, es decir, ver la televisión, utilizar la computadora o la consola de video juegos, según entrevistas realizadas anteriormente para otras asignaturas, logramos deducir que los infantes dedican más de 3 horas diarias a estas actividades.

La obesidad endógena, por su parte puede ser causada por alteraciones genéticas o adquiridas, en el control de algunas de los siguientes tres tipos de procesos bioquímicos: ingesta, eficiencia energética y determinante secundaria de la deposición de grasa. El primer proceso bioquímico antes mencionado se refiere a los determinantes del control de la ingesta, es decir, los procesos que determinan las sensaciones de hambre, saciedad y la selección de alimentos.

La eficiencia energética se enfoca a los sistemas termogenéticos que permiten un menor aprovechamiento de la energía de los nutrientes adquiridos.

Por su parte, los determinantes secundarios de la deposición de grasa, son procesos cuyo resultado repercute en el acúmulo neto de grasa, de modo localizado o afectando a los dos tipos de procesos anteriores, de modo más generalizado; estos determinantes de la deposición de grasa se dividen en dos aspectos: adipogénesis: proceso por el cual determinadas células almacenan la energía en forma de grasa y la distribución de combustibles entre los tejidos: producen una canalización de grasa preferente hacia el músculo (y otros tejidos) que hacia el tejidos adiposos.

Otro factor que causa obesidad es la combinación de dos de los factores antes mencionados ya que el efecto de la pertenencia a una familia obesa es el resultado tanto del componente genético como del ambiental.

En los apartados anteriores, hemos tratado sobre lo que es la obesidad y las causas del mismo, pero cabe mencionar que este problema se puede prevenir. Según los especialistas, dicha prevención está fundamentada en las siguientes cuatro ideas:

1. Promover en el niño buenos hábitos alimentarios, esto consiste en comer las cantidades adecuadas, de los alimentos adecuados y de la forma adecuada, según la edad y el tipo de actividad física que se desarrolle.

2. Crear unos buenos hábitos de actividad física, tanto cotidiana como deportiva, que se conviertan en rutinas habituales (anexo 5).……………………………………………… 3. Conocer las tendencias hacia el sobre peso que puede tener un infante, por sus posibles influencias genéticas, y actuar con especial hincapié en esos casos, en el desarrollo de los hábitos alimentarios y de actividad física.

4. Solicitar tempranamente la ayuda de un profesional de la

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