La Dominacion.

Dominación

La dominación es la probabilidad de encontrar obediencia a un mandato de determinado contenido entre personas dadas. Es la posibilidad que tiene un individuo o grupo de individuos de imponer su propia voluntad a otro. Alguien manda eficazmente a otro ya sea porque su mandato esta respaldado por un aparato de administración del poder o en virtud de la pertenencia a la comunidad de la cual se manda.

Tipos de Dominación

Por dominación se entiende como la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos(o toda clase). Esta dominación (autoridad) puede descansar en los mas diversos motivos de sumisión: desde la habituación inconsciente hasta los que son consideraciones puramente racionales con arreglo a fines. Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, de interés en obedecer, es esencial en toda relación autentica de autoridad.

No toda dominación se sirve del medio económico. Pero toda dominación sobre una pluralidad de hombres requiere de un modo normal, un cuadro administrativo, es decir, la probabilidad, en la que se puede confiar, que dará una actividad, dirigida a la ejecución de sus ordenes y mandatos, por parte de un grupo de hombres de los que se espera obediencia. Este cuadro administrativo puede estar ligado ala obediencia de señor(o señores) por la costumbre, por intereses materiales o por motivos ideales (arreglo a valores). La naturaleza de estos motivos determina en gran medida el tipo de dominación. Por regla general se le añaden otros motivos: afectivos o racionales con arreglo a valores. En lo cotidiano domina la costumbre y con ella intereses materiales, utilitarios. Pero la costumbre y la situación de intereses no pueden representar los fundamentos en el que la dominación confía. Se les añade normalmente otro factor; la creencia en la legitimidad.

Todas procuran despertar y fomentar la creencia en su “legitimidad”. Según sea la clase, es fundamentalmente diferente tanto el tipo de obediencia, como el del cuadro administrativo destinado a garantizar ésta, como el carácter que toma el ejercicio de dominación.

1.-Los resultados que se obtengan pueden justificar que se haya tomado este punto de partida para la clasificación y no otro. La “legitimidad” de una dominación tiene una importancia que nos es puramente, aunque no sea más que por el hecho de que mantiene relaciones muy determinadas con la legitimada de la “propiedad”.

2.-No toda “pretensión” convencional debe llamarse “relación de dominación”. El concepto de una relación de dominación no excluyente naturalmente el que haya podido surgir por un contrato formalmente libre; así en la dominación del patrono sobre el obrero traducida en las instrucciones ordenanzas de su trabajo o en la dominación del señor sobre el vasallo que ha contrito libremente el pacto feudal.

3.-También la posición del funcionario se adquiere por contrato y e denunciable, y la relación misma de súbdito” puede ser aceptada y disuelta voluntariamente. La absoluta carencia de una relación voluntaria solo se da en los esclavos. Tampoco debe llamarse “dominación” a un poder “económico” determinado por una situación de monopolio

La “legitimidad” de una dominación debe considerarse solo como una probabilidad, la de ser tratada prácticamente como tal y mantenida en una proporción importante. La adhesión puede fingirse por individuos y grupos enteros por razones de oportunidad, practicarse efectivamente por causa de intereses materiales propios, o aceptarse como algo irremediable en virtud de debilidades individuales y de desvalimiento. La legitimidad por su índole la hace “valida” en grado relevante, consolida su existencia y codetermina la naturaleza del medio de dominación. La clase de relación de la legitimidad entre el soberano y su cuadro administrativo es muy distinta según sea la clase de fundamento de la autoridad que entre ellos exista, siendo decisiva en gran medida para la estructura de la dominación.

“Obediencia” significa que la acción del que obedece transcurre como si el contenido del mandato se hubiera convertido, en máxima de su conducta y únicamente en meritos de la relación formal de obediencia, sin tener en cuenta el valor o desvalor del mandato. Psicológicamente la cadena causal puede mostrarse como el “inspirar” o la “endopatia”. Esta distinción no es utilizable en la construcción de los tipos de dominación.

El ámbito de la influencia autoritaria de las relaciones sociales y de los fenómenos culturales es mucho mayor de lo que a primera vista parece. Si el dirigente y el cuadro administrativo de una asociación aparezcan según la forma como “servidores”, nada demuestra respecto del carácter de dominación. En casi todos los casos un mínimo de poder decisivo de mando, y en consecuencia de “dominación”.

Existen 3 tipos puros de dominación legítima, su fundamento puede ser:

1. Carácter Legal: es la creencia en la legalidad de ordenaciones estatuidas u de los derechos de mando de la autoridad (autoridad legal).

2. Carácter Tradicional: es la creencia cotidiana de las tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en base de la legitimidad señalada por esa tradición ejercen la autoridad (autoridad tradicional)

3. Carácter Carismático: descansa en la entrega extraordinaria a la santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona (autoridad carismática)

En el caso de la autoridad legal se obedecen las ordenaciones impersonales y objetivas legalmente instituidas y las personas por ellas designadas, dentro del círculo de su competencia.

En la autoridad tradicional se obedece a la persona del señor llamado por la tradición y vinculado por ella por motivos de piedad, en el círculo de lo que es consuetudinario.

En la autoridad carismática se obedece al caudillo carismáticamente calificado por razones de confianza personal, heroicidad o ejemplaridad,

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