La Inseguridad En Venezuela

La Inseguridad

La inseguridad en Venezuela nunca ha sido un mito. En el año 1992, hace dieciocho (18) años, algunas autoridades Caraqueñas la asumían como el primer problema de la sociedad; y es que éste flagelo comenzó a experimentar sus primeros avances obedeciendo a ciertos factores que influyeron de manera directa o indirecta en su crecimiento. Entre estos factores podemos nombrar:

Migración: El desplazamiento de los campesinos y pobladores de los pequeños pueblos a las principales ciudades de nuestro país y muy especialmente su Capital, Caracas; donde se fueron creando grandes cinturones de miseria y donde no todos los que llegaban tenían la oportunidad de conseguir trabajo rápido y oportuno, fue una de las principales causas del incremento de los diferentes delitos en el país.

Niñez abandonada: La irresponsabilidad de algunos padres o madres que abandonaban sus hogares, mientras que la pareja que quedaba en casa tenía que atender el trabajo.

Desempleo: La falta de empleo fue un detonante y aliciente de gran importancia para el incremento de la delincuencia en nuestro país; al no tener empleo muchos padres y madres se dejaron llevar por la adquisición del dinero fácil, hurtando, robando, entre otros.

Doble turno escolar: La implementación del doble turno escolar, aunado a los demás factores, dejó a muchos jóvenes y niños de Venezuela con suficiente tiempo libre para ocuparlo en ocio y para irse sumergiendo en el mundo de la delincuencia.

Consumo de alcohol: La proliferación indiscriminada y sin permisología de expendios de licores, permitió el incremento de su consumo, siendo éste otro factor importantísimo que incidió en el crecimiento de la inseguridad en Venezuela.

Consumo de drogas: El consumo de drogas, alienado al tiempo de ocio del cual gozaban nuestros jóvenes, fue otro de los factores que más favoreció el alto índice delictivo en nuestras grandes urbes. Por su carácter adictivo, las personas trataban de conseguir dinero de la manera más fácil y rápida para satisfacer su vicio.

Falta de solidaridad: En cierto momento, cuando los delincuentes atacaban con cuchillos, hojillas, navajas, muchas personas fuimos testigos silentes de ello; en ocasiones pasando por un lado sin inmutarnos siquiera ayudar al agraviado, lo cual fue incrementando poco a poco éste accionar y pasando luego al uso de las armas de fuego.

Portes de armas: El incremento desacerbado de los portes de armas de fuego a la ciudadanía, fue un factor que aceleró el crecimiento de la inseguridad y de los homicidios en Venezuela.

Bajos sueldos e inflación: Los altos índices de inflación y los bajos sueldos de los trabajadores, obligaba a trabajar a todos en la familia; lo cual conllevó a dejar desvalidos y sin orientación a muchos jóvenes, siendo esto aprovechado por los traficantes de droga y otros delincuentes.

Influencia televisiva: La alta influencia que ejercían y ejercen los programas de televisión; cargados de violencia, malos hábitos y todo aquello que atentaba contra la moral y las buenas costumbres; combinados con el tiempo de ocio; complicaron el panorama desalentador que se les presentaba a los jóvenes, sumando así más puntos a favor de la inseguridad social.

Falta de inversión social: Adicionalmente a los factores antes descritos, adicionamos la poca inversión en programas sociales de los gobiernos nacionales; dejando a expensas del ocio y la delincuencia a aquellas personas que no tenían recursos para estudiar en un colegio o universidad privada y/o pagar actividades extra cátedra.

Gobiernos van y gobiernos vienen y, hasta ahora no hemos visto sino la aplicación de unos cuantos planes de seguridad que son improvisados por los gobernantes de turno sin atacar la raíz del problema.

Muchas personas piensan y algunas lo gritan a viva voz, que la solución radica en matar unos cuantos malandros y meter presos a otros tantos; sin tomar en cuenta o sin pensar que la solución va mas allá de reprimir de alguna u otra forma a todos los delincuentes; ya que no habría en el país cárceles donde incluirlos a todos.

Aparentemente, éste problema no tendrá solución a corto plazo y quizás sean nuestros hijos y nietos los que disfruten de una Venezuela más pacífica y tranquila; a menos que a muy corto plazo se haga una fuerte inversión, educando para el trabajo a aquellas personas que no tuvieron la oportunidad en su momento, construyendo la suficiente infraestructura física para implementar un solo turno escolar (donde los estudiantes asistan a actividades extra cátedras y/o aprendiendo oficios), fomentando prácticas deportivas y construyendo igualmente suficientes edificaciones para ello, fomentando la creación de fuentes de empleo, entre otras actividades de gran importancia para ello.

INSEGURIDAD EN VENEZUELA

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a la inseguridad como la falta de seguridad. Este concepto, hace referencia a aquello que está exento de peligro, daño o riesgo, o que es cierto, firme e indubitable.

Por lo tanto, la inseguridad implica la existencia de un peligro o de un riesgo (por ejemplo, “en este barrio hay mucha inseguridad, ya me asaltaron tres veces”), o refleja una cierta duda sobre un asunto determinado (“Trabajar con esta máquina me da inseguridad, no se cómo funciona”).

Así como existen distintos tipos de seguridad (seguridad alimentaria, seguridad jurídica, etc.), el término inseguridad puede tener diversos usos. Uno de ellos es el aplicado a la seguridad cotidiana o ciudadana, que refiere a la posibilidad de sufrir un delito en la vía pública. En este sentido, la inseguridad se combate con la presencia de fuerzas policiales en las calles.

La inseguridad en Venezuela es uno de los principales problemas que aqueja a la población. Las cifras semanales de muertos en las principales ciudades, así como las interminables noticias de secuestros, robos, hurtos, violaciones y decenas de delitos más, son parte de la vida cotidiana.

En Venezuela en materia de Seguridad Ciudadana, durante el año 2011 y lo que va del 2012 se recrudeció la violencia, llegándose a registrar cifras sumamente altas de homicidio; las evidencias de la presencia de redes criminales involucradas en delitos complejos se materializaron cada vez más en los índices de robos (genéricos, de automóviles, etc.) y hurto, sobre todo de cargamentos de compuestos químicos y medicinas en los puertos nacionales. Como respuesta a estos fenómenos delictivos el se implementó el Dispositivo Bicentenario de Seguridad, que contó con una inversión significativa de recursos humanos y económicos para atender al problema de la delincuencia en el país, principalmente desde una perspectiva de

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