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La Revolución Cubana

Jose Camacho LopezEnsayo13 de Octubre de 2019

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE CIENCIAS FISICO-MATEMATICO

Tema:

La Revolución Cubana

Maestra:

Reyna Castro

Alumno:

José Carlos Camacho López

Matricula:

1595916

Grupo:

02

I N T R O D U C C I Ó N

El trabajo que a continuación presentamos  es un intento por esclarecer  o más bien entender cómo se gesto la revolución cubana y como un país  que tenía un sistema capitalista  se convirtió después de esta revolución en el primer país socialista y comunista de América.

Este tema fue elegido por mi pues soy hijo de madre cubana y padre mexicano y siempre desde que tengo memoria  le preguntaba a mi madre como era la vida allá, como era ese sistema  en el cual ella nació y me pareció un tema interesante porque todos sabemos de cuba y Fidel castro pero no entendemos como pudo suceder esto  a solo 90 millas de los Estados Unidos

Según frase del mismo Fidel Castro  a nadie escapa  y es casi un lugar común decirlo el profundo significado que para América Latina y el mundo tiene la revolución cubana. Cuba ha demostrado, de una manera radical y decisiva que el socialismo  no es solo la aspiración histórica de las clases oprimidas; ha demostrado algo más importante aunque a pesar de las dificultades  que el imperialismo ha puesto en el camino el socialismo es posible

Resolver los problemas de Cuba a favor y con el concurso de las masas oprimidas, como el criterio principal de la revolución, fue lo que abrió el paso ulterior al socialismo. Haberlo comprendido así, desde el, primer momento dio a Fidel Castro la indiscutible dirección de la primera revolución socialista de América.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN                                                                                               Pág.                                                                                                                                 

Del Moncada a La Sierra Maestra…………….………………………………………5

  1. Fundación del MR-26 de Julio……………………………………………………….7

1.2Materiales de la Sierra………………………………………………………………...8

1.3 La conquista del poder……………………………………………………………….8

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Del Moncada a la Sierra Maestra.

1. Del Moncada a la Sierra Maestra.[pic 4]

El 10 de marzo de 1952, el general Batista entra al campamento Columbia, sede de todos los poderes militares, y da un golpe de Estado.

El partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) tenía como líder espiritual a su fundador, Eduardo Chibás, quien hacía un año se había suicidado ante los micrófonos radiofónicos como último recurso para sacudir la conciencia popular. Chibás fustigaba la corrupción, y sus consignas tales como “vergüenza contra dinero”, ganaron popularidad y la adhesión militante de un gran sector de la nueva generación de cubanos.

Al partido de Chibás pertenecía un joven abogado, Fidel Castro, que se había distinguido en las luchas estudiantiles en la Universidad de La Habana de La Habana y destacaba  como uno de los cuadros con mayor porvenir político. Castro, en efecto, había conseguido cerca de ochenta mil firmas para su postulación a diputado en las elecciones de 1952.

El golpe militar del 10 de Marzo derribó todas las esperanzas de un cambio en la situación.

La denuncia presentada por Fidel Castro ente el tribunal de cuentas de La Habana, en la que requería la condena de Batista por delitos que merecían mas de cien años de cárcel, y las movilizaciones estudiantiles, que fueron severamente reprimidas. Pero los partidos que tenían todas las ventajas antes del golpe quedaron paralizados. Disueltos o proscritos por Batista, se entregaron de llano al quietismo, a las luchas de facción o a la prédica de consignas estériles.

Por otra parte, la situación económica también empeoraba haciendo más pesada la carga sobre las masas trabajadoras del país. La universidad era el centro de todos los planes contra la dictadura. Las anunciadas fechas de la insurrección se postergaban y una y otra vez. Entre tanto, la policía batistiana causaba estragos entre los militantes y capturaba todas las armas enviadas desde el exterior de la isla.

En este contexto confuso y desmoralizante la juventud ortodoxa comienza a reagruparse. Sus banderas ideológicas  son el pensamiento del Martí y las consignas de Chibás. En suma: una ideología nacionalista, íntimamente vinculada a las tradiciones de lucha del pueblo cubano. Su líder, propio hermano Raúl y Abel Santamaría. El golpe los había electrizado en el preciso momento en que surgían a la vía pública.

Son ellos los principales, aunque no los únicos organizadores de los homenajes a Martí y Chibás, del repudio estudiantil a Batista. Por íntima convicción martiana se hacían llamar la generación “del centenario”, a la cual la población habanera había visto desfilar disciplinadamente en enero de 1953.[pic 5]

Es época en la que Fidel edita clandestinamente un pequeño periódico mimeográfico, El Acusador, en el cual se denuncian los crímenes y maniobras de la dictadura. Pero El Acusador es también el órgano de una tendencia dentro de la ortodoxia que se opone radicalmente a la dirección del partido, cuya división y querellas internas debilitan la posibilidad de toda acción en firme contra Batista. En ese periódico Fidel plantea de un modo más definido los objetivos a alcanzar y su postura ante el partido y sus masas:

“El momento es revolucionario y no político. La política es la consagración del oportunismo de los que tienen medios y recursos. La revolución abre el paso al mérito verdadero, a los que tienen valor e ideal sincero, a los que exponen el pecho descubierto y toman el estandarte. A un partido revolucionario debe corresponder una dirigencia revolucionaria, joven y de origen popular, que salve a Cuba”.

Pese a la virulenta oposición de la juventud chibasista a los altos dirigentes del partido, encabezada por Fidel, el rompimiento no llega al extremo de la separación. En vez de eso Fidel dedica intensamente todas sus energías a crear el aparato revolucionario del chibasismo. Durante un año recorre el país en busca de militantes dispuestos y en seguros para invitarlos a participar en un proyecto insurreccional. Todos los preparativos se mantienen en el más completo de los secretos. La organización clandestina se desarrolla lentamente y con muchas dificultades. Sin embargo, Fidel había logrado concretar sus planes y hallar una alternativa armada diferente a la de los grupos politiqueros. Ya no se trataba, ni mucho menos, de preparar un golpe a espaldas del pueblo sino de replicar enérgicamente y por sorpresa con un acto que movilizara a la opinión pública. Ante la desmoralización colectiva, Fidel pensaba poner en acción un “pequeño motor” que activara al gran motor de la revolución. A costa de grandes sacrificios, más de mil jóvenes fueron entrenados antes de seleccionar al comando capaz de emprender la acción.

El 26 de julio, en la ciudad de Santiago de Cuba, los más decididos y audaces militantes de la juventud ortodoxa, reclutados entre los estudiantes y otros sectores populares, se lanzaban al asalto del cuartel Moncada. El asalto fracasó dramáticamente, como lo relata

 El propio Fidel en “La Historia me absolverá”, pero abrió el camino de la lucha armada. Nada fue igual en Cuba después del 26 de julio de 1953. Lejos de debilitarse, el prestigio de Fidel Castro y sus amigos creció enormemente. De dirigente estudiantil, Fidel Castro pasó a ser un líder nacional, Por eso pudo, como él mismo lo relata en sus artículos, reorganizar en el exilio a sus hombres y fundar el Movimiento 26 de Julio, vanguardia indiscutida de la revolución Cubana en su etapa insurreccional. [pic 6]

Fundación del MR “26 de Julio” Ruptura con la ortodoxia.

Al salir de las prisiones, hace diez meses, y comprender con claridad que al pueblo no se le devolverían jamás sus derechos si no se decidía  a conquistarlos, nos dimos el empeño de vertebrar una fuerte organización revolucionaria y dotarla de los elementos necesarios para darle batalla final al régimen.

El cuartelazo que sumió al país en el caos y la desesperación fue tarea fácil. Tomó desprevenidos al pueblo y al gobierno. Se gestó en la sombra  por un puñado ínfimo de desleales que se movieron libremente y perpetraron sus planes criminales mientras la nación dormía confiada e inocente. En unas horas, Cuba de país democrático, paso a ser, ante los ojos del mundo, un eslabón más en el grupo de las naciones latinoamericanas encadenadas por la tiranía. La tarea de devolver al país su prestigio internacional, de recuperar las libertades que le arrebataron al pueblo y, con ello, una nueva era de verdadera justicia y redención para las partes más sufridas, explotadas y hambrientas de la nación es, en cambio, por amarga paradoja, incomparablemente más dificultosa y dura.

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