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La arquitectura usada como un gasto irracional de recursos con fines de posicionamiento político, generando un desarrollo no ético.


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2019  •  Ensayos  •  1.894 Palabras (8 Páginas)  •  114 Visitas

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Brandon Alexis Cruz Torres

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Ética, persona y sociedad

La arquitectura usada como un gasto irracional de recursos con fines de posicionamiento político, generando un desarrollo no ético.

Índice

  1. Introducción
  2. Análisis de casos a través del tiempo en el mundo
  3. Problema nacional.
  4. Conclusión
  5. Fuentes

1-        Introducción.

“Aquí tenemos también un arte, la arquitectura, nacida de un modo de mirar, porque de estas mínimas peculiaridades depende a lo mejor el arte de un pueblo, y sus costumbres, y su política, y hasta su manera de entender el cosmos” (Ortega y Gasset, 1982).

Poder apreciar una nueva gran obra arquitectónica tiene un trasfondo de ideas y pensamientos que muchas veces no son cuestionados, o peor aún, no son dados a conocer.

La arquitectura dentro de la política muchas veces funciona como un gancho de apoyo social a un partido o personaje político, pero es importante pensar en qué tan necesarias, bien planeadas, bien ubicadas y además éticas son esas obras, asimismo del posicionamiento del arquitecto para llevar a cabo esa obra.

La implementación de obras arquitectónicas, está influenciada por un modelo político, ya sea un presidente, un gobernador o un grupo gubernamental que patrocina la obra.

Usualmente las grandes construcciones urbanas tienen un trasfondo político, ya sea el apoyo a un representante o conjunto político, incluso suele parecer normal que durante temporadas electorales es cuando surge el mayor número de anuncios televisivos “presumiendo” las obras hechas durante ese periodo.

La finalidad del ensayo es hablar de las diferentes circunstancias bajo las cuales obras públicas se han construido con un fin político, buscando un apoyo electoral o social a los diferentes partidos o representantes políticos, dejando de lado cuestiones arquitectónicamente éticas que son importantes, como la ubicación de la obra, el funcionamiento, la calidad e incluso el precio de un proyecto que puede ser “apresurado” y mal hecho.

Ahora, conociendo el rumbo del ensayo, es importante aclarar que en el mundo de la arquitectura puede verse alterado por muchas cuestiones de la vida real. La política, el ambiente, la sociedad, la geografía y tantos factores más, influyen de manera directa en la construcción. La arquitectura tiene una estrecha relación con la vida humana; por tanto, tiene mucho que ver con el poder político y económico. (Montaner y Muxí,2011, p. 15), en realidad los temas de arquitectura no son ajenos a nada y mucho menos a la política. Sucesos como la segunda guerra mundial, crisis políticas y condiciones ambientales como terremotos han cambiado directamente la manera de construir.

2-        Análisis de casos a través del tiempo en el mundo

Si bien, han existido muchos casos de desobediencia arquitectónica con fines alternos a una ética arquitectónica, tanto ha sido así que autores como William Morris, han encontrado una desvaluación de la construcción de la vivienda. La arquitectura debe buscar como fin predominante el hecho de poder dar un servicio de calidad al usuario.

Desde 1960, el Robin Hood Garden fue un caso polémico en Londres, el cuál terminó siendo un lugar de mera especulación, que a pesar de lo pensado no pudo ser recuperado ni restaurado (Montaner y Muxí, 2011, p.40).

El conjunto residencial contó con una iniciativa que hablaba de un mejoramiento habitacional por parte de los arquitectos Alison y Peter Smithson, para poder recuperar el lugar y darle un conjunto habitacional digno a todo residente. El proyecto fue desvirtualizado por la parte política y al no existir un apoyo, el proyecto quedó inconcluso.

La construcción busca un valor humano dentro de cada una de las ideas plasmadas, no hay edificio que no se resida, ni hogar que no sea alguna vez habitado. John Ruskin, uno de los primeros personajes que propuso un estándar para la construcción, aterriza los puntos clave de la arquitectura en siete puntos: sacrificio, verdad, belleza, poder, vida, memoria y obediencia. Las llamadas siete lámparas de la arquitectura buscaron aterrizar la construcción dentro de un panorama caótico, lleno de conflictos constantes. Buscando como punto ético la “verdad” y la “vida”. Una obra a través de sus palabras debe otorgar una realidad natural, que fuese algo habitable y digno, y de esta forma aterrizar en la vida que se daría dentro de ella.

Entonces, la búsqueda de una verdad y vida no es algo que se escudriñe desde hace unas semanas, es un principio básico que debería ser alentado por todo arquitecto y ciudadano, pero la ruptura del arquitecto que se da por un bien político a cambio de un beneficio económico termina en un devalúo estructural.

En la actualidad, para comprender mejor el tema, uno de los ejemplos más claros de diferencia social basada en un sistema político se encuentra en Brasil. Predominan las imágenes extremas: una idílica y otra satánica (Segre, 2006, p.76), pues a finales del siglo XX y hasta la actualidad, el país se ha encontrado bajo una constate idea de perfección de vida, la alegría de la gente, el clima paradisiaco, todo pareciera lucir perfecto, incluso empresas gigantes como Disney caracterizan la imagen de un país perfecto. En cambio, otra fue la realidad representada por el director de películas Orson Welles en su película inconclusa “Its All True” (Segre, 2006, p.77), donde se representa la cruda realidad de la gran mayoría de la población brasileña.

Una representación tan cruda pero real trajo consigo mismo quejas y denuncias en contra del presidente Lula. La actualidad no ha cambiado en gran medida; la presidencia de Dilma Rousseff trajo consigo uno de los escándalos sociales y políticos más grandes de todo el mundo durante 2014, pues Brasil fue elegido para ser sede de la copa mundial de futbol y a su vez también sede de los juegos olímpicos en 2016, sería Brasil residente de un evento multitudinario, que a su vez traería consigo gastos millonarios tanto en logística como infraestructura, una idea demasiado controversial para uno de los países con mayor índice de pobreza.

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