La cuarta revolución industrial y su afectación en el empleo

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Cuarta Revolución Industrial y su afectación en el empleo.

Drina Xochilt Montalvan Castro

Universidad Politécnica de Madrid

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La Cuarta Revolución Industrial y su efecto en el empleo

En este trabajo estaré abordando la afectación del empleo en la cuarta revolución industrial, por lo cual me gustaría comenzar explicando brevemente en que consiste la revolución industrial y su evolución.

Se conoce como Revolución Industrial al cambio que se produce en una sociedad cuando su economía deja de basarse en la agricultura para depender de la industria. la primera revolución industrial, nace en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII y fue impulsada por el vapor y el agua, la segunda data de mediados del siglo XIX e implicó una serie de desarrollos en la electricidad, el acero, el petróleo y la producción en masa; y la tercera inicia a mediados del siglo XX con la llegada de la electrónica, la tecnología de la información y las telecomunicaciones.

A la cuarta revolución industrial, se le conoce también como “Industria 4.0” y según Klaus Shwab^[1], director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF), “se caracteriza por una gama de nuevas tecnologías que fusionan los mundos físico, digital y biológico, impactando en todas las disciplinas, economías e industrias, e incluso desafiando ideas sobre lo que significa ser humano”.

El nuevo comportamiento de los consumidores, el avance de la tecnología (como el Internet de las cosas, el Big Data, el almacenamiento en nube, la Inteligencia Artificial, la robotización, entre otras más) y el nacimiento de nuevos modelos de negocio han dado lugar a la cuarta revolución industrial.

No cabe duda esta revolución digital está teniendo un efecto disruptivo sobre el empleo, pero esta transformación está generando mucho temor en nuestra sociedad, pues son muchos los que tienen miedo de perder su trabajo a causa de la automatización de los procesos.

El Foro Económico Mundial publicó en septiembre 2018 sobre el cambio en el empleo^[2] y reporta que para 2025 es probable que las máquinas dispongan más horas que los humanos al trabajo (52% vs. 48%); actualmente el 29% de las tareas laborales son realizadas por una máquina, esta cifra significaría la pérdida de 75 millones de empleos. Aunque no todo el panorama es oscuro, pues también sugiere que esta misma automatización generará 133 millones de nuevos roles de trabajo, con lo que se crearán 58 millones de nuevos empleos.

La Federación Internacional de Robótica (2017) sostiene que se crean cuatro puestos de trabajo por cada nuevo empleo tecnológico, y que es debido a este multiplicador que los países con mayor densidad de robots en el mundo, Corea del Sur, Singapur y Alemania tienen al mismo tiempo las tasas de desempleo más bajas.

Es innegable que los robots, el Internet de las Cosas, la Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data están remplazando algunos puestos de trabajo, sin embargo, los especialistas aclaran que estos empleos podrán transformarse en otro tipo de trabajo y surgirán nuevas necesidades. Para estar preparados a este cambio, necesitaremos desarrollarnos en competencias digitales y también en competencias sociales.

El Foro Económico Mundial^[3] nos dice que las 10 principales competencias que los trabajadores deberán desarrollar para poder sobrevivir al empleo del futuro son: solución de problemas complejos; pensamiento crítico; creatividad; gestión de personas; coordinación de equipos; inteligencia emocional; análisis y toma de decisiones; orientación del servicio; negociación y flexibilidad cognitiva. Asimismo, el WEF destaca que unos 1,9 millones de trabajadores altamente cualificados podrían hacer falta en 2020, lo cual equivale a una buena noticia, siempre y cuando los trabajadores logremos adaptarnos a los cambios inherentes a la nueva era.

Con todo lo expuesto hasta aquí, surge la siguiente interrogante:

¿Qué tipo de empleos serán ganadores – perdedores?

La Cuarta Revolución Industrial supondrá un cambio de modelo en el mercado laboral y aunque algunos empleos están desapareciendo, muchos más serán creados ante la necesidad de trabajar, por ejemplo, con la Inteligencia Artificial, la cual se encuentra en pleno auge y es una tecnología que tenemos ahora mismo a nuestro alcance: teléfonos inteligentes que realizan búsquedas mediante el reconocimiento de voz (Siri, Alexa, Google Assistant), reconocimiento de caras, agentes virtuales y automatización de procesos robóticos.

De acuerdo con Martha González Pérez-Sandi, directora de Watson y Cómputo en la Nube de IBM en América Latina, existen diversos empleos que ya están cambiando el rostro en el mundo gracias a la IA y estas son tres de las áreas que podrían darnos empleos^[4]:

• Curaduría: requiere de gente con el conocimiento necesario para elegir y tratar la información.
• Data Scientist: Su trabajo consiste en extraer el conocimiento a partir de datos para poder responder a las preguntas que se formulan.
• Neurolingüística: Estudia los mecanismos del cerebro humano que facilitan el conocimiento, la comprensión y la adquisición del lenguaje, ya sea hablado, escrito o con signos establecidos a partir de la experiencia o programación. Este conocimiento permitirá desarrollar a inteligencia artificial que pueda enseñar a otras máquinas.

 La oferta de empleos relacionados con la Inteligencia Artificial subió un 99.8% desde junio 2015 a junio 2018, según datos del portal de empleo Indeed.com^[5]. En el informe presentado por el WEF “The Future of Jobs 2018”^[6] se señala que los empleos en auge son aquellos basados en la tecnología y en las habilidades humanas:

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