La democracia en el Peru en el siglo XXI, de la teoria a la aplicación-LUIS Jorge Onofre Mamani ECO B

Democracia en el Perú en el siglo XXI, de la teoría a la práctica

Luis Jorge Onofre Mamani-Economía grupo “B”

Este 28 de julio el Perú celebra doscientos años de independencia y una libertad que se dio apenas unos 52 años atrás con la reforma agraria impulsada por el gobierno del militar Juan Velazco Alvarado reivindicando la libertad del “indio” realizando un cambio radical en la estructura social de aquel entonces (Nercesian, 2017).

Según los medios de comunicación, principalmente la prensa nacional, el país es símbolo de una democracia saludable, y la pregunta que me hago es ¿realmente vivimos en una democracia o solo es una democracia simbólica?; pues, así como se dio con la independencia del Perú otorgando una libertad parcial a ciertos sectores sociales de la población, manipulando desde aquellos años ya la democracia, así como lo indica Riva Agüero en su manifiesto donde indica que Manuel Colmenares obtuvo la representación por Huancavelica obligando al voto a unos indios para que efectuaran el voto a su favor entregándoles cedulas que obviamente ellos no comprendían (1824).

La democracia es y fue manipulada por la mano corrupta de inescrupulosos que desean mantener el poder que se le fue confiada por la población, y en busca de beneficios particulares distorsionándola en definición y aplicación (Quiroga, 2009).

En el Perú siempre se habla de una  democracia saludable y la defensa de esta en temporada de elecciones, siendo denominada por algunos periodistas y críticos políticos como referente Latinoamericano; sin embargo, una gran parte de la población no tiene esa misma percepción de cómo se vive la democracia en el Perú, pues en muchos casos sienten que no se respeta la soberanía del pueblo, siendo esta causal de que tanto entes electorales como los poderes del estado tienen menos del 40% de confianza (Instituto Nacional de Estadistica e Informatica, 2020) siendo de esta forma como sectores de la población considera que la democracia no es más que un concepto teórico que maquilla el sistema político para con los otros países; por lo tanto, en el Perú no se ejerce una verdadera democracia, esta es utilizada y ejercida únicamente como material electoral o herramienta de políticos para respaldar sus objetivos particulares, y así lo demuestra la historia.

Para afirmar lo anterior me baso en una comparación, en primer lugar de conceptos por lo que es necesario cuestionar, ¿qué es democracia?, es una pregunta de respuesta, abierta, existen una serie de definiciones, luego de las continuas discusiones entre politólogos y filósofos sobre la democracia ideal (Bieber, 2006), estas terminan siendo similares pero varían de acuerdo al contexto donde se aplique esta forma de gobierno, ya que en cada país la concepción puramente formal no es suficiente para definirla (Ferrajoli, 2003).

Leonardo Molino propone ocho dimensiones de la democracia donde define a esta como “una estructura institucional estable que permite que los ciudadanos alcancen la libertad e igualdad mediante el legítimo y correcto funcionamiento de sus instituciones y mecanismos” (Morlino, 2011). Ahora también se debe de tener en cuenta la existencia de tipos de democracia, ya que esta ha ido evolucionando y adaptándose a las necesidades de las naciones.

En el Perú, según la Constitución Política del Perú y la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales) se aplica una democracia participativa la cual “expresa la idea de cumplir los mecanismos de integración del Estado y de acercar la democracia a la sociedad. Implica que los ciudadanos se incorporen a los asuntos públicos” (Oficina Nacional de Procesos Electorales, 2010).

En síntesis la soberanía de la población se ejerce a través de la representación  de autoridades políticas las cuales deberían de proteger los derechos de su población que se plasman en la Constitución (Carpizo, 2007) pero lamentablemente la democracia participativa es duramente distorsionada por la corrupción que ve se ha venido perpetuando en nuestra sociedad e incluso normalizada por la misma; por lo tanto me atrevo a afirmar que el Perú vive sumergida en una democracia disfrazada, donde no se respeta la soberanía de la población y la libertad es manipulable por parte de los gobernantes para cumplir sus fines particulares, y para verificar lo expuesto solo tenemos que retroceder 31 años atrás, desde el gobierno del Sr. Alberto Fujimori hasta el del Sr. Martin Vizcarra Cornejo, y gracias a estos representantes incluyendo a los que los antecedieron y su actos de corrupción, es que en el actualidad llevamos cargando años de retraso y una gran brecha social-económica en el país.

Tal vez, incluso esta sea la razón del distanciamiento y desentendimiento del gobierno con el desarrollo de una educación de calidad, uno de los pilares del desarrollo de una nación.

En el Perú, debido a los altos índices de corrupción no se ha logrado establecer una ruta de trabajo eficiente en el sector educativo; así como tampoco se ha logrado incrementar la inversión en este sector, y la cuestión es ¿por qué?; durante mis estudios siempre he tenido esa duda en particular, ¿por qué la inversión en educación por parte del estado es tan mínima?, y ahora ya tengo la respuesta; un estado el cual es gobernado por la corrupción y en el cual se ejerce la democracia necesita distorsionar la misma a través de la ignorancia de la población para mantenerse el poder, ya que así ellos lograrán seguir ultrajando de los derechos que la población desconoce, tal como ha venido haciendo en plena pandemia el ex presidente Martin Vizcarra, haciendo robos millonarios y beneficiándose de su cargo presidencial al recibir la vacuna de forma clandestina (BBC News Mundo, 2021) mientras miles de personas fallecieron a causa del COVID-19; y gracias a esto que  ahora la población también se volvió más crítica y se está dando cuenta de la realidad, es algo bueno pero lo malo es que tengamos que pasar por la corrupción y sus consecuencias para entenderlo. Es una verdad que el gobierno nos quiere ignorantes para mantenerse en el poder, así como comentó Alfonso Aramburu en su artículo de opinión “La ignorancia, una aliada de la política”.

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