La inteligencia emocional y la educación de las emociones desde el modelo de Mayer y Salovey

Resumen del Artículo:

La inteligencia emocional y la educación de las emociones desde el modelo de Mayer y Salovey

El documento analizado es un artículo teórico donde sus autores tuvieron como objetivo difundir el modelo de IE de Mayer y Salovey en el contexto escolar.

Para cumplir dicha meta, en la introducción Fernández Berrocal y Extremera Pacheco (2005) exponen los casos de: Fernando, un chico de 16 años quien sufre un accidente automovilístico por no usar el casco de seguridad, y Laura, una adolescente de 17 años que a pesar de su buen rendimiento académico incurre en un embarazo no deseado. Las situaciones anteriores sirven para ejemplificar que a pesar de contar con información suficiente para prevenir accidentes o ejercer una sexualidad responsable los jóvenes incurren en conductas de riesgo por falta de habilidades sociales y emocionales. Esto ha llevado a instituciones educativas de todos los niveles, incluyendo a las universidades, a la implementación de programas de prevención, no obstante muchos de ellos no tienen un sustento teórico fuerte, son breves y carecen de coordinación. Por ello, una alternativa para el desarrollo de habilidades “blandas” con un sólido sustento metodológico son los programas SEL (o de aprendizaje socioemocional), basados en el modelo de Mayer y Salovey, los cuales han demostrado su efectividad en la promoción de conductas saludables en los estudiantes.

Una vez concluida la introducción, Fernández Berrocal y Extremera Pacheco (2005), desarrollan los principales modelos teóricos de la IE: los mixtos, que ven al concepto como una colección amplia de rasgos de personalidad y cuyo representante es Daniel Goleman, y el modelo de habilidad, que considera a la IE como una herramienta de procesamiento de información para resolver problemas uniendo la razón y el pensamiento cuyos creadores son Mayer y Salovey, mencionados como autores clave en los programas SEL.

Al ser el tema central del artículo Fernández Berrocal y Extremera Pacheco (2005) desarrollan el modelo de habilidad que se conforma por cuatro grandes elementos:

1. Percepción emocional. Que es la habilidad para identificar las emociones correctamente en uno mismo y otros a través de diversas señales como el lenguaje no verbal. En el aula los profesores que dominan esta habilidad pueden percibir el estado emocional de sus alumnos

2. Facilitación emocional. Ayuda a integrar las emociones al razonamiento para resolver problemas de manera positiva. Los docentes que tienen esta habilidad promueven estados positivos para el aprendizaje a través de música o conductas que disminuyen las sensaciones negativas en el salón de clases

3. Comprensión emocional. Implica conocer de manera detallada las causas, consecuencias, transiciones e información compleja producida por las emociones. Los alumnos que poseen esta habilidad identifican la necesidad de apoyo de sus compañeros de clase. En los docentes auxilia a detectar las necesidades de acompañamiento de los estudiantes y cómo se debe proceder en función de las reacciones del grupo

4. Regulación Emocional. Hace referencia al manejo de emociones de manera intra e interpersonal, en adición, permite a los individuos a estar abiertos a diversos estados emocionales incrementando sus consecuencias positivas y disminuyendo las negativas. En alumnos se manifiesta encontrando soluciones no agresivas a un conflicto, en docentes la habilidad funge como un factor protector ante el estrés o lo impulsa a encontrar nuevas formas para inspirar al alumnado

Después de desarrollar el modelo de Mayer y Salovey dentro del artículo se muestra que hay dos tipos de medidas de evaluación de la IE (Fernández Berrocal & Extremera Pacheco, 2005):

1. Medidas de autoinforme. En ellas se busca que a través de la introspección el sujeto determine su grado de acuerdo o desacuerdo con diversas afirmaciones. Un instrumento destacado de éstas medidas es el TMMS (Trait Meta Mood Scale)

2. Medidas de ejecución. Se reconocen como más confiables que las de autoinforme y se distinguen por evaluar la IE a través de la solución de problemas. Su instrumento más representativo es el MSCEIT (Mayer Salovey Caruso Emotional Intelligence Test)

Una vez expuestas las medidas los autores dan algunos consejos prácticos para la evaluación de la IE como: determinar exactamente qué es lo que se desea medir; considerar limitantes económicos, temporales y administrativos; cuidar los problemas de sesgo, y tener en cuenta la edad de los individuos a evaluar (Fernández Berrocal & Extremera Pacheco, 2005).

A modo de conclusión Fernández Berrocal y Extremera Pacheco (2005) afirman que “La sociedad ha asumido el reto de educar tanto la inteligencia como las emociones de los alumnos” (p. 86). Por lo que se han generado diversos programas dentro del contexto escolar para hacer frente a este reto, aunque tienen que unificarse y basarse en teorías confiables.

...