La quinta disciplina - Síntesis

Síntesis

La quinta disciplina, la cadena de valor.

La quinta disciplina: un cambio de enfoque, ver el mundo de nuevo.

Hemos sido diseñados dentro de la linealidad, pensamos y actuamos linealmente. Esto nos ha cerrado la capacidad de comprender la totalidad de las cosas. Para ver el nuevo mundo y dejar de verlo como un sistema lineal es preciso tomar en cuenta el pensamiento sistémico. La disciplina que permite ver las totalidades enmarcadas dentro de sus interrelaciones y patrones de cambio.

El pensamiento sistémico representa la capacidad de percibir las interconexiones sutiles de los sistemas. Es una disciplina para ver las “estructuras” que subyacen a las situaciones complejas, y para discernir cambios de alto y bajo apalancamiento. Al ver la totalidad aprendemos a alentar la salud.

El pensamiento sistémico ofrece un lenguaje que comienza por la reestructuración de nuestro pensamiento y la comprensión de un concepto calve y simple: el feedback o retroalimentación, que muestra como los actos pueden reforzarse o contrarrestarse (equilibrarse) entre sí y, a partir del cual podemos aprender a reconocer los tipos de estructuras recurrentes. El feedback alude a todo flujo reciproco de influencia, es un axioma de que toda influencia es causa y efecto y no influencias en una sola dirección.

 Nos hemos concentrado en manipular la complejidad en los detalles. Pero existe la complejidad dinámica, situaciones donde la causa y el efecto son sutiles y donde los efectos de la intervención a través del tiempo no son obvios.

Los sistemas empresariales son de complejidad dinámica, por lo tanto, para hallar un punto de apalancamiento en la mayoría de situaciones empresariales hay que establecer los problemas dinámicos y comprender la complejidad dinámica, mas no concentrarse en la complejidad de los detalles.  

Un cambio de enfoque es la esencia de la disciplina del pensamiento sistémico. Ver las interrelaciones en vez de las concatenaciones lineales de causa-efecto y ver los procesos de cambio en lugar de tenderlos como situaciones estáticas. Por ello, al entender la realidad dentro del pensamiento sistémico, ésta está constituida por círculos de interrelación. Estos círculos de interrelación, a su vez, se constituyen como un lenguaje que toma relevancia para enfrentar los problemas dinámicamente complejos y opciones estratégicas.

El pensamiento sistémico y el concepto de retroalimentación cambia la perspectiva antropocéntrica, pues aquí, el actor humano forma parte del proceso de retroalimentación y no está separado de él. Esto representa un profundo cambio de conciencia. Nos permite ver que continuamente recibimos influencia de la realidad y ejercemos influencia sobre ella.

En este sentido y a diferencia de las estructuras lineales, el pensamiento sistémico abandona el supuesto de que debe haber un agente individual responsable y sugiere que todos comparten la responsabilidad por los problemas generados por un sistema.  

Los arquetipos sistémicos están constituidos por tres ladrillos: la retroalimentación de refuerzo, reforzadora o amplificadora; la retroalimentación compensadora o estabilizadora y; las demoras.

Los procesos de retroalimentación reforzadora o amplificadora son los motores de crecimiento. La retroalimentación reforzadora está operando cuando estamos en una situación donde las cosas crecen; así mismo, también puede generar la aceleración de la decadencia: un patrón de deterioro donde gotas pequeñas se amplifican formando gotas cada vez mayores.

La retroalimentación compensadora opera cuando hay una conducta orientada hacia las metas.

Las demoras son las pausas o interrupciones en el flujo de influencia que hacen que las consecuencias de los actos emerjan gradualmente.

Los elementos del pensamiento sistémico ayudan a comprender la estructura y a menudo influir en su funcionamiento. Si estamos en un sistema de realimentación reforzadora, quizá no veamos cómo los actos pequeños pueden redundar en consecuencias grandes, para mejor o para peor. En un sistema compensador, si nos agrada la meta del sistema, seremos felices. De lo contrario, todos nuestros esfuerzos para cambiar la situación quedarán frustrados, hasta que podamos cambiar la meta o debilitar su influencia. Las pausas entre nuestros actos y sus consecuencias pueden inducir a errores o tener un efecto positio si se reconocen y se trabaja en ello, por eso, dentro de un sistema es importante identificar las demoras y minimizarlas para mejorar el desempeño del sistema.

La cadena de valor

El pensamiento sistémico es una nueva forma de ver el mundo en todos sus ámbitos y claro está, la economía, las empresas, las organizaciones y los sistemas productivos no son ajeno a él. La complejidad de los mercados y la competencia que hoy los caracteriza hace necesaria la identificación y potenciación de ventajas competitivas en las organizaciones. La ventaja competitiva es lo que hace diferente a una empresa de otras y que le permite permanecer y tener reconocimiento en los mercados. Por eso, es relevante entender el funcionamiento de la organización desde una perspectiva sistémica.

...