Quinta Disciplina
Enviado por dianechacin • 26 de Julio de 2011 • 9.465 Palabras (38 Páginas) • 1.114 Visitas
LA QUINTA DICIPLINA
Peter Senge
CAPITULO 1
“Dadme una palanca y moveré el mundo”
Desde muy temprana edad nos enseñan a analizar los problemas, a fragmentar el mundo. Al parecer
esto facilita las tareas complejas, pero sin saberlo pagamos un precio enorme. Ya no vemos las consecuencias
de nuestros actos: perdemos nuestra sensación intrínseca de conexión con una totalidad más vasta. Cuando
intentamos ver la “imagen general”, tratamos de ensamblar nuevamente los fragmentos, enumerar y organizar
todas las piezas. Pero, como dice el físico David Bohm, esta tarea es fútil: es como ensamblar los fragmentos
de un espejo roto para ver un reflejo fiel. Al cabo de un tiempo desistimos de tratar de ver la totalidad.
Las herramientas e ideas presentadas en este libro están destinadas a destruir la ilusión de que el
mundo está compuesto por fuerzas separadas y desconectadas. Cuando abandonamos esta ilusión podemos
construir “organizaciones inteligentes”, organizaciones donde la gente expande continuamente su aptitud para
crear los resultados que desea, donde se cultivan nuevos y expansivos patrones de pensamiento, donde la
aspiración colectiva queda en libertad, y donde la gente continuamente aprende a aprender en conjunto.
Como decía recientemente la revista
Fortune: “Olvide sus viejas y trilladas ideas acerca del
liderazgo. La empresa de mayor éxito de la década del 90 será algo llamado organización inteligente”. Y Arie
de Geus, jefe de planificación de Royal Dutch/Shell, ha declarado: “La capacidad de aprender con mayor
rapidez que los competidores quizá sea la única ventaja competitiva sostenible”. Al crecer la interconexión en
el mundo y la complejidad y el dinamismo en los negocios, el trabajo se vincula cada vez más con el
aprendizaje. Ya no basta con tener una persona que aprenda para la organización, llámese Ford, Sloan o
Watson. Ya no es posible “otear el panorama” y ordenar a los demás que sigan las órdenes del “gran
estratega”. Las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que descubran cómo aprovechar
el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de la gente en iodos los niveles de la organización.
Las organizaciones inteligentes son posibles porque en el fondo todos somos aprendices. Nadie tiene
que enseñar a un niño a aprender. En rigor, nadie tiene que enseñar nada a un niño. Los niños son
intrínsecamente inquisitivos, aprendices hábiles que aprenden a caminar, hablar y apañárselas por su cuenta.
Las organizaciones inteligentes son posibles porque aprender no sólo forma parte de nuestra naturaleza sino
que amamos aprender. En alguna ocasión la mayoría hemos formado parte de un gran “equipo”, un grupo de
personas que juntas funcionaban maravillosamente, se profesaban confianza, complementaban mutuamente
sus virtudes y compensaban mutuamente sus flaquezas, que tenían metas comunes más amplias que las metas
individuales, que producían resultados extraordinarios. He conocido a muchas personas que han
experimentado esta profunda labor de equipo, en los deportes, en las artes dramáticas o en los negocios.
Muchas han pasado gran parte de su vida procurando reencontrar esa experiencia. Lo que experimentaron fue
una organización inteligente. El equipo no era magnífico desde un principio, sino que
aprendió a generar
resultados extraordinarios.
Se podría argumentar que la comunidad internacional de negocios está aprendiendo a aprender en
conjunto, transformándose en una comunidad abierta al aprendizaje. Aunque antaño muchas industrias
estaban dominadas por un líder indiscutido —IBM, Kodak, Procter & Gamble, Xerox—, las industrias
actuales, especialmente en manufacturación, cuentan con varias compañías excelentes. Las empresas
americanas y europeas
...