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La situación mundial al comienzo de la guerra


Enviado por   •  8 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  2.989 Palabras (12 Páginas)  •  85 Visitas

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La situación mundial al comienzo de la guerra

Alemania: en 1939 era la primera potencia industrial europea, disponía del mejor ejército. La crisis de 1929 había sido superada gracias a la política económica del nazismo. Sin embargo, dependía de determinadas materias primas que venían de América.

Inglaterra y Francia: sumaban entre ambas una producción de acero bruto de 18 millones de toneladas, frente a las 17 alemanas. Dependían del comercio exterior y su dependencia naval no era preocupante. Sus ejércitos eran reducidos numéricamente.

Alemania tiene como objetivo una guerra rápida y ofensiva conquistando territorios que le proporcionen recursos económicos de que ella carece, dado que su inferioridad naval le dificulta el comercio exterior. Francia e Inglaterra intentaron el bloqueo de Alemania, que, sin materias primas para la industria de guerra será derrotada finalmente.

Estados Unidos es clave por su decisivo peso económico. Dispone de una buena flota y ejercito numéricamente minúsculo, dispone de la mayor parte de las materias primas necesarias para la industria de guerra.

Unión soviética: con un ejército numeroso y bien armado y disponía de materias primas. Su situación geográfica era estratégica en relación con Alemania y Japón.

Italia: dispone de unas fuerzas armadas con deficiencias en el armamento. Su marina de guerra es de primera fila. Su economía depende en sectores clave de las exportaciones americanas.

Japón: dependen los carburantes y en la industria metalúrgica de la exportación americana, su ejército es potentísimo. (Navarro Gómez, 1989)

Origen del conflicto

La Segunda Guerra Mundial se produjo porque los acuerdos posteriores a la primera guerra no consiguieron resolver las cuestiones que la habían provocado; principalmente, el problema de una Alemania que era la nación más poderosa de Europa pero que estaba constreñida geográficamente. Las ambiciones de la expansión hacia el este a expensas de los esclavos que compartieron los regímenes del káiser y de Hitler hacen que esta teoría resulte plausible.

Algunos pueblos que ahora se consideran a sí mismos como “naciones”, hallaron que seguían siendo minorías incluso en sus nuevos Estados. Los nuevos Estados conservaron las antiguas rivalidades entre los pueblos, y muchos Estados, antiguos y nuevos, tenían reclamaciones sobre el territorio de sus vecinos. Además, muchos de estos Estados eran pequeños y sus vínculos económicos naturales habían quedado dañados cuando los imperios se derrumbaron. En el caso de que los Estados más grandes Alemania y la Unión Soviética, volvieran a ser fuertes estos Estados serían muy vulnerables.

La causa más aparente que provocó la Segunda Guerra Mundial no es otra que la forma en que se resolvió la primera. En el tratado de Versalles hay una serie de países que resultan claramente perdedores, y entre ellos no sólo los que perdieron la guerra. Alemania, de entre los perdedores, es la más desfavorecida: pérdida de colonias, de territorios alemanes, desmilitarización de la zona renana, fijación de límites a su ejército…

La situación económica alemana es muy difícil y, sin conseguir resolverla totalmente, se presenta la crisis económica internacional de 1929. Si le añadimos a esto que el nacionalismo que se desarrolla estos años en el pueblo alemán, lógica consecuencia de la humillación de Versalles, es asumido principalmente por el Partido Nacionalsocialista de Hitler, tendremos todos los requisitos para el triunfo de este partido. (Martin, 2004)

Nazismo y Adolfo Hitler

El nacionalsocialismo (nazismo) es fundado por Adolfo Hitler a principios de la década de 1920, en gran medida como consecuencia de la humillante situación en que había sido puesta Alemania tras la firma del armisticio que dio fin a la Primera Guerra Mundial, armisticio que se firmó en Versalles (Francia) y por lo cual es conocido como el Tratado de Versalles. Este Tratado impuso a Alemania unas condiciones tan drásticas (casi podría decirse que vengativas) que hacían que el país tuviese que destinar un enorme porcentaje de sus ingresos nacionales al pago de daños e indemnizaciones, principalmente a Francia y la Gran Bretaña, con lo cual le resultaba imposible recuperarse económicamente después del desastre que la guerra había significado. 

Ya en el poder, las ideas y actuaciones del nazismo se centraron en la implantación de un gobierno dictatorial que apoyaba a una milicia popular urbana, la militarización del pueblo y los ataques a la democracia, el judaísmo internacional y el comunismo[1]. 

Características del régimen nazi:

- Régimen totalitario: Se suprimieron derechos y libertades individuales. Se pusieron a merced del Estado las empresas y los sindicatos obreros. Todas las actividades de los ciudadanos eran vigiladas y coordinadas por la policía, al tiempo que toda oposición era oprimida.

- Militarización del país: En Alemania esto se vivió con gran regocijo por parte de una gran mayoría de la población, dado que los hombres más viejos habían participado en la Primera Guerra Mundial y a los más jóvenes se les había inculcado un profundo sentimiento de venganza y revanchismo hacia quienes los habían humillado luego de perder la guerra.

- Racismo: Se sostenía que la raza aria o indoeuropea era la única raza superior por proceder de antiguos griegos, romanos y germanos y que era de total urgencia limpiarla de toda sangre no aria, en especial de la de los judíos.

- Imperialismo: Olvidando todo lo pactado en el Tratado de Versalles, los nazis ordenaron armar a la población, establecieron el servicio militar obligatorio, anexaron al territorio alemán toda la cuenca del Ruhr (que había sido cedida al control de Francia) y los territorios nacionales de Austria y Checoslovaquia. Cuando Alemania continuó con su plan de anexiones al invadir Polonia, se desató la Segunda Guerra Mundial, el primero de septiembre de 1939.

Países beligerantes

Las fuerzas enfrentadas en el conflicto armado se agrupan en dos bloques: países aliados y potencias del eje. Muchos de los países implicados en ambos bandos no participaron desde el comienzo de la guerra sino a partir del desarrollo de la misma, debido a presiones o causas económicas y estratégicas o como respuesta a los ataques del enemigo.

El eje

Las condiciones para la formación del bloque Berlín- Roma-Tokio podemos decir que ya se dan en 1936, y podemos concretarlas en tres factores. Se unirán los países que: habían sido perjudicados por la paz de Versalles; aquellos que denominábamos países “pobres”, pues no disponían de muchos medios para superar la crisis de 1929, y cuyos sistemas políticos tenían en común la característica de ser totalitarios.

Pero en los años que van desde 1936 a 1939, e incluso después hasta 1940 o 1941, se añaden factores cada vez más concretos: la puesta de acuerdo en cómo se repartirán las zonas de influencias después de su triunfo y los pactos sobre las condiciones de la estrategia militar en la lucha, llegando finalmente a un acuerdo casi total: Alemania ejercería su influencia sobre Europa central, oriental y parte de la occidental; Italia lo haría sobre el mediterráneo; Japón, sobre China, Indochina y el Pacifico.

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