La televisión peruana y la protección al menor

 La televisión peruana y la protección al menor

Paola García Vásquez

1. Introducción

Hace algunos años en el panorama de la televisión peruana apareció una nueva modalidad de entretenimiento, cuyos espacios consistian en ridiculizar a los invitados, líos amorosos, infidelidades de alguna figura conocida en el medio. En pocas palabras eran espacios de poco presupuesto y baja calidad disfrazado de entretenimiento sano.

Avanzando en tiempo, actualmente este tipos de programas siguen vigentes manteniendo los mismos patrones fundamentados en el chismorreo, mofa, burla, inmoralidad. Televisión basura fue el nombre que se le dio a este grotesco estilo de generar entretenimiento. Muchos hablan de la televisión basura que acogen programas que no colaboran a la construcción moral de la juventud y que también promueve el arraigo de conductas dañinas en menores de edad, pero por otra parte nadie habla de las personas que están detrás de esto como los altos directivos que saben que no es necesario partirse la cabeza para crear programas de entretenimiento sano, mientras mas morbo y barato, mejor para sus ganancias y sin hacerse preguntas incómodas sobre los componentes de la ética y calidad que ofrecen en su programación. Son los dueños de los canales quienes aceptan los programas que les proponen o deciden presentar y que no presentar, son ellos o ellas quienes producen este tipo de televisión de baja calidad, pero como vuelvo a repetir de ellos o ellas nadie dice una sola palabra sobre el tema.

Los programas de televisión al tener un mayor rating, las diferentes marcas que existen en el país pagan porque su publicidad sea transmitida en dichos horarios de protección al menor, altos directivos tienen conciencia que dichos horarios son de mayor audiencia , y esto genera ganancias para las televisoras, una vez mas demostrando que lo importante es la economía.

Los límites para la protección del menor y de la juventud en las televisiones son vulneradas una y otra vez más por las cadenas de señal abierta, vulnerando la ley° 28278 de Radio y Televisión, que se señala en el artículo 40 que es el espacio comprendido entre las 6:00 am y las 10:pm, durante este periodo deberá evitarse los contenidos violentos, obscenos o de otra índole, que puedan afectar los valores inherentes a la familia, los niños y adolescentes,

se sabe que el estado tiene todo el derecho, sin violar libertad alguna, de regular los contenidos, ley que está vigente desde el 2004, y la ley es la ley. Cambiar el horario de programas de contenidos obscenos a la madrugada sería un cambio pequeño, positivo, pero una propuesta como esa ni se asoma a tocar el fondo del problema.

La televisión muchas veces olvida que buena parte de su público es infantil y es fácilmente influenciado por el contenido que expone. Por otra parte nos cuentan que la principal función de la televisión es entretener, pero ¿haciendo caso omiso a la ley de protección al menor y la ley de radio y televisión? ¿qué sanciones existen para los que infringen estas leyes? ¿porque las sanciones son muy severas en el Perú? ¿o acaso son los intocables?.

En este artículo se analizará el porqué de la vulneración del horario de protección al menor puesto que televisoras hacen caso omiso a las leyes con respecto a los medios de comunicación, igualmente identificaremos que televisoras infringen la ley y las causas de la mencionada vulneración de la ley. La importancia de este artículo es con el fin de determinar a fondo la forma que se transgrede el horario de protección al menor, estimada en el marco legal Peruano.

2. Antecedentes

En el Perú, la televisión es el medio con mayor consumo  en la sociedad Peruana pero a su vez es considerada el medio más sensacionalista . Se da a conocer a nivel nacional que lo frecuente que presenta la televisión peruana son los siguientes contenidos : violencia (78%), palabras groseras (63%), situaciones de mal ejemplo para la sociedad (62%), escenas de desnudos (50%), trato discriminatorio (57%) y contenidos para adultos en horario familiar (40%).^[1] 

La televisión basura se mantiene debido a los beneficios económicos que da a los canales de televisión frente a otro tipo de contenido, la falta de regulación de la ética en los medios de comunicación, la aceptación que tienen estos programas en la población peruana y  la poca capacidad de controlar por parte de los adultos especialmente los padres de familia, que al mantenerse esta tendencia de aceptación, el desarrollo cultural y educativo de los jóvenes y adolescentes de la sociedad peruana sufriría una grave demora en la formación de  los individuos informados, reflexivos y activos, facultades que son fundamentales para una sociedad democrática. ^[2]

El congreso de la república afirma que en Perú, especialmente la televisión son en su mayoría entidades privadas con finalidad comercial y el mayor grupo se encuentra en Lima, también afirma que los canales de televisión deben poseer el código de ética que limite su producción pero manifiestan que solo la mitad de ellos lo han presentado.

Las medidas de autorregulación que algunas emisoras de televisión han firmado que son básicas para la aceptación de responsabilidades por parte de los medios y especialmente de sus propietarios. En primer lugar se tiene que situar en la desregulación de los años ochenta que se dio en países europeos en la cual el estado permitió la entrada de emisoras privadas y redujo la reglamentación de estas como servicio público, frente al prototipo norteamericano que muchas veces había estado oprimido al mercado de la libre competencia entre las televisoras privadas, sin iniciativa estatal ni pública.^[3]

En España, el libre mercado y la invasión de las privadas creó a principios de los noventa, un intenso debate sobre el papel que tenía las televisoras y las responsabilidades en la transmisión de contenidos extremadamente violentos y de la denominada ‘’telebasura’’.^[4] 

Se había desatado un completo exceso por determinados contenidos que pusieron en cuestión las normativas que estaban impuestas como el de la adecuada protección de la audiencia infantil y juvenil. ^[5]Por ese motivo es que en marzo de 1993 distintas cadenas de televisión públicas y privadas junto con las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas, firmaron un convenio para la autorregulación de la emison de contenidos sexitas, violentos y discriminatorios. Reino Unido, Italia, Alemania y Estados Unidos muestran una decidida postura de los canales de televisión comerciales y privados, de adaptarse en unos mínimos criterios de calidad y respeto por los derechos de los menores de edad.^[6]

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