MALA DIRECCIÓN EDUCATIVA

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¿POR QUÉ EXISTE UNA MALA DIRECCIÓN EDUCATIVA?

MAYRA ESPINO LÓPEZ

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1. Introducción

Hoy en día es importante aclarar que todas las escuelas son diferentes, sin importar la imagen del plantel, el tamaño del edificio, la cantidad de alumnos en la matrícula, ni mucho menos el modelo educativo que con el que trabajan. En esta ocasión me quiero referir al ESPÍRITU de la escuela, a la esencia que lograr tener y la hace diferente a las demás.

Es bien sabido que la primera imagen habla por sí misma y que al entrar a un buen colegio nos podemos dar cuenta que todo está bien organizado y limpio. Los estudiantes se ven ocupados, y al mismo tiempo, felices ya que disfrutan estudiar en esa escuela, y es una realidad que no necesariamente se observa disciplina estricta, idealmente, uno ve un caos organizado.

Cuando una escuela funciona bien, en gran medida se debe a que existe un buen director. El buen director establece una visión y objetivos para la escuela, y puede hacer de ella un espacio efectivo de desarrollo profesional y personal para los maestros, y un espacio de crecimiento, creatividad y descubrimiento para los alumnos.

Lograr que una escuela funcione bien es una tarea extremadamente compleja. Ya que se necesita que el director desempeñe una gran labor de sin importar la cantidad de docentes que tenga a su cargo, él requiere desempeñar un sinfín de actividades como lo es la observación de clases, realizar ese acompañamiento para evaluar su desempeño con sus alumnos y en su contribución al trabajo institucional. Así podrá el director desplegar las capacidades de su cuerpo docente de manera efectiva y darles apoyo en lo que necesiten. Requiere lidiar con cientos de estudiantes y sus retos personales y académicos; y con los padres de familia de esos estudiantes, que tienen sus propias expectativas sobre la escuela.

Lo primordial ante todo lo anterior es que el director en algunas ocasiones debe actuar con una adecuada estructura organizacional, delegar con autonomía y siempre dirigirse con TOTAL RESPETO Y CORDIALIDAD hacia sus subordinados, ya que lejos de ser sus empleados son seres humanos con múltiples habilidades y áreas de oportunidad en las cuales trabajan día a día para convertirse en formadores distinguidos que luchan por elevar niveles de conciencia contribuyendo a romper paradigmas y realizar un cambio en la sociedad.

1. Justificación del problema

En la actualidad se cree que las niñas, niños y adolescentes, en gran medida son el reflejo de la sociedad que los educa. Lo que es un hecho es que anteriormente los valores, los fundamentos de la convivencia y las normas básicas de la educación comenzaban aplicándose en el seno familiar, dejando a las escuelas sólo la enseñanza en las aulas. Desafortunadamente esta acción no ocurre así y las familias piensan que por pagar una colegiatura pueden delegar la educación de sus hijos en los profesores de la propia escuela.

Muchas acciones de mejora en la calidad de las escuelas están pendientes. Pero sólo se podrán implementar si la escuela está a cargo de un líder comprometido con el aprendizaje, el bienestar de los estudiantes y sobre todo con el cuerpo de maestros que van a contribuir con el logro de los objetivos.

Existen un sin fin de escuelas con excelentes directores. Pero también sabemos que en muchas se tiene que trabajar para mejorar. En todas las escuelas se necesita un excelente director que lleve a cabo una gestión escolar efectiva y cumplir con dos funciones estratégicas: gerente y líder pedagógico efectivo (Ministerio de Educación . Darlyn Xiomara Meza Lara, 2018, pág. 14) , porque en todas las escuelas hay niñas, niños y adolescentes que merecen un futuro mejor. 

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