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Modelos Políticos


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2021  •  Documentos de Investigación  •  2.150 Palabras (9 Páginas)  •  147 Visitas

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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales

Materia: Sistema Político Mexicano

Modelos Políticos

Nombre del maestro: José Manuel Vázquez Godina

Nombre del alumno: José Ángel Sánchez Hernández

Matricula: 1803294        

Gpo: 2CP

Introducción

En el presente trabajo se hablará de los modelos políticos por los cuales hemos estado viendo durante el curso de esta materia.

Primero que nada, para entender este tema podemos definir con la expresión de modelos políticos nos podemos referir a la forma en que un Estado se organiza territorialmente distribuyendo allí su poder, u organiza sus poderes constituidos u órganos de gobierno, para ejercer la acción estatal. Se los denomina también sistemas políticos y son las diversas formas que han adoptado a través de la Historia los Estados del mundo. Esta misma se distingue, además entre forma política o formas de gobierno; y régimen político, que hace referencia a la ideología del poder.

Para la mayoría la toma de decisiones es uno de los procesos más difíciles que se plantea el ser humano; existen varios tipos de modelos que se utilizan para la toma de decisiones en el comercio y, especialmente en la producción como por ejemplo: modelos físicos, modelos esquemáticos, modelos matemáticos los cuales se dividen a su vez en determinísticos y probabilísticos. En la toma de decisiones se plantean los objetivos que se desean, elaborar un plan, realizar las acciones comprendidas en el plan, evaluar la marcha del plan y de los resultados que se van alcanzando.

Modelos Políticos

Antes de poder desarrollar este tema quise primero definir lo que es este un modelo político, así como también mencionar uno de sus puntos importantes que este conlleva.

Un modelo político es la forma en que un estado se organiza territorialmente distribuyendo así su poder, de esta forma organiza sus poderes constituidos u órganos de estado. De esta manera se puede de las formas de organización de un estado donde la diferencia los estados unitarios, federales y confederaciones además de formas de gobierno como la monarquía, la república y la dictadura.

Para esto los estados federales se caracterizan por ser una porción de territorio en la que los habitantes se rigen por leyes propias, pero en ocasiones son sometidos al poder federal central. Se genera unión por medio de alianzas, ligas, fusiones o pactos entre diversas partes involucradas.

Los modelos de personajes políticos, hombres políticos u “homus politicus” que en cargan valores positivos pueden ser clasificados del siguiente modo, según Héctor Orlandi:

1. El Político fundacional, prototipo y modelo originario. Ejemplo: San Martín y Bolívar.

2. El Político reparador, es el arquetipo del político creador, que asume la misión y el compromiso de orientar la acción política hacia un modelo justo, como ocurrió con Gandhi, también incluido como Político fundacional.

3. El político líder, que halla seguidores en su pueblo o grupo poblacional. Por ejemplo, Juan Domingo Perón.

4. El Político héroe, que puede coincidir con los anteriores, habiendo ocupado un cargo de gobierno, calificado como estadista, que antepone los ideales políticos y morales sobre los económicos, por ejemplo Gandhi o Nelson Mandela.

Esta tipología muestra como el estudio de la política desde la perspectiva del comportamiento del sistema político da autonomía a la politología. Esta ofrece una perspectiva para el estudio de los problemas de estabilidad, orden y cambio de los Estados y sociedades en desarrollo virtualmente imposible de llevar a acabo desde la perspectiva más tradicional del estudio de sus formas de gobierno, y como se sabe, produciendo un importante cambio de perspectiva respecto de la compleja relación entre modernización y estabilidad política al mostrar que no necesariamente una mayor participación política conduce a un sistema político desarrollado y sostenible.

Cualquier que sea el modelo político adecuado para cada situación nacional específica, un amplio y consistente, esfuerzo de clarificación teórica y la aparición de nuevos dirigentes y nuevos movimientos políticos son las condiciones previas básicas del desarrollo político donde quiera que ese desarrollo haya sido hasta ahora detenido o abortado.

A medida que se fue imponiendo el modelo político del Estado de derecho, las Constituciones comenzaron a desarrollar, además de su parte orgánica, una parte dogmática relativa al régimen político democrático representativo y a los derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos, como consecuencia de lo cual, la acción de Estado y de la propia Administración comenzó a encontrar límites formales, que también comenzaron a ser recogidas en normas constitucionales destinadas a regular las relaciones que se establecen entre el Estado y los ciudadanos o las personas, en muchos casos precisamente con ocasión de la actividad de la Administración. Ello implicó la incorporación en los textos constitucionales de normas de derecho administrativo, incluyendo las que se refieren a los medios jurídicos dispuestos para asegurar el control de la Administración, tanto político, como fiscal y jurisdiccional; y las Constituciones, como norma, comenzaron a tener a los ciudadanos como sus destinatarios inmediatos.

La existencia o no del mencionado equilibrio, o la existencia de un acentuado desbalance o desequilibro entre los dos extremos, es lo que resulta del modelo político en el cual se mueve y aplica el derecho administrativo. De allí, más democrático será el derecho administrativo solo si el equilibrio es acentuado; y menos democrático será si su regulación se limita sólo a satisfacer los requerimientos del Estado, ignorando o despreciando el otro extremo, es decir, el de las garantías y derechos ciudadanos.

Y es que si algo es definitivo en esta perspectiva, es que el derecho administrativo no es, ni puede ser independiente de la actuación del gobierno, sea que del mismo resulte en un modelo político de Estado autoritario o de Estado democrático. Y para identificar dicho modelo por supuesto no podemos acudir a etiquetas o a definiciones constitucionales, sino a la práctica política del gobierno. Un Estado autoritario será el resultado de la actuación de un gobierno autoritario, y en el mismo, lejos de haber un equilibrio entre los poderes de la Administración y los derechos de los particulares, lo que existe es más bien un marcado desequilibrio a favor del régimen de la Administración, con pocas posibilidades de garantía de los derechos de los particulares frente a su actividad.

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