Modelos Socioeconomicos
leunamj31 de Marzo de 2015
3.082 Palabras (13 Páginas)261 Visitas
La noción del sistema - mundo para entender la globalización y los procesos de integración
La perspectiva del sistema-mundo, es un desarrollo de la crítica post-marxista que intenta explicar el funcionamiento de las relaciones sociales, políticas y económicas a lo largo de la historia en el planeta Tierra. Es una teoría historiográfica, geopolítica y geoeconómica con gran vigencia y aplicación en las relaciones internacionales.
Orígenes
Técnicamente hablando, la teoría o análisis sistema-mundo no es una verdadera teoría, sino más bien un fructífero planteamiento para el análisis y el cambio social. Este análisis se ha desarrollado principalmente por los siguientes autores: Samir Amin, Andre Gunder Frank, Immanuel Wallerstein y Giovanni Arrighi con contribuciones importantes de Volker Bornschier, Peter Turchin, Andrey Korotayev, Janet Abu Lughod, Tom Hall, Kunibert Raffer, David Wilkinson y otros.
La teoría crítica que desarrolla el sistema-mundo recoge tanto la tradición marxista como la tradición de la Escuela de los Annales francesa, especialmente al autor Fernand Braudel quien utilizó por primera vez las expresiones "economía mundial" y "economía-mundo"
La propuesta del sistema-mundo se asienta, entre otros, en uno de los presupuestos o tesis que proponen una evolución del capitalismo en el que el imperialismo se constituiría en su culminación o máxima representación. Esta posición ha sido para el marxismo del siglo XX una constante. El imperialismo, como fase superior del capitalismo es un concepto acuñado por Lenin, quien también usó los términos periferia y centro (centro-periferia) como idea para analizar la economía y la política internacional.
Immanuel Wallerstein, uno de los más destacados autores en la teoría 'sistema-mundo' usa, básicamente, la misma terminología. Caracteriza el 'sistema-mundo' como una serie de mecanismos que redistribuyen los recursos desde la 'periferia' al 'centro' del imperio. En esa terminología el 'centro' es el mundo desarrollado, industrializado, democrático el primer mundo, y la 'periferia', mundo subdesarrollado o tercer mundo junto con los mal denominados países en vías de desarrollo o semiperíféricos, estos últimos son los exportadores de materias primas, la parte pobre del mundo, el mercado mediante el que el centro explota a la periferia (periferia y semiperiferia). Esta tesis se enfrenta a la posición ortodoxa y tradicional de la bondad del desarrollo económico que produce necesariamente el comercio internacional y que repercutiría positivamente no solo en el centro sino también en la periferia.
Sistema-mundo (Imperio): Centro (Países desarrollados) - Semiperiferia (Países en vías de desarrollo) - Periferia (Países subdesarrollados)
Wallerstein ubica el origen del régimen actual de sistema-mundo en el siglo XVI en la Europa occidental y lo define como un sistema social con sus reglas, estructuras, normas y funcionamiento propio que responde a su lógica interna. El sistema-mundo, según Wallerstein viene definido por cuatro características temporales:
Ciclos cortos que representan las fluctuaciones de la economía
Ciclos largos que indican tendencias más profundas y duraderas representando el desarrollo económico y su posterior declive.
Contradicción, término que indica un problema irresoluble en el propio sistema, generalmente referente a los intereses a corto plazo frente al largo plazo. Por ejemplo el problema de la caída del consumo; derivado de la bajada de salarios que en principio aumenta el beneficio de las élites capitalistas a corto plazo, pero que a largo plazo esa disminución de salarios tiene un efecto negativo reduciendo la demanda para el producto y por tanto los beneficios.
Crisis. La última característica temporal es la crisis, que tarde o temprano se produce cuando se dan una serie de circunstancias que rompen la estructura del sistema.
Wallerstein nos ofrece una primera aproximación a las claves de su teoría sociológica. Define el sistema-mundo como una estructura con fronteras, grupos, normas que la legitiman y dan coherencia. Es un mundo lleno de conflictos que se mantiene en un estado de tensión permanente. Funciona como un organismo que experimenta cambios y que saca a relucir sus fuerzas o debilidades según las circunstancias.
Para Wallerstein, lo que caracteriza un sistema social es su ser endógeno. En otras palabras, el sistema social es, ''en gran parte'', autosuficiente. Wallerstein identifica dos tipos de sistema social. Por un lado, el sistema social pequeño, con una economía de subsistencia autónoma. Por el otro, el sistema-mundo. La diferencia obvia es el tamaño. Pero, también, el sistema mundo se basa sobre una división de trabajo extensa y una diversidad cultural de múltiples expresiones.
Wallerstein agrega que hasta el presente han existido dos tipos de sistemas-mundo. Por un lado, el sistema-mundo imperio que es articulado políticamente por un régimen centralizado que domina la totalidad del territorio sobre el cual se extiende. Por el otro, el sistema-mundo económico que carece de un sistema político centralizador.
Los sistemas-mundo económicos en la era pre-moderna eran estructuras muy inestables que evolucionaban hacia imperios o se desintegraban. La particularidad del sistema-mundo moderno es que ha dado lugar a una economía-mundo cuya duración lleva 500 años. Aun cuando el sistema-mundo económico puede tener centros políticos, éstos no son permanentes ni hegemónicos. Es el caso de las ciudades del norte de Italia, después Ámsterdam (Holanda), Londres (Gran Bretaña) y Nueva York (EEUU) que se han sucedido como capitales del sistema-mundo económico del capitalismo en el último medio milenio. De madera que se anuncia un desplazamiento del centro hegemónico actual a corto plazo. Esta falta de centro hegemónico, es el secreto de la fuerza del sistema-mundo moderno y, a la vez, constituye el lado político de la organización económica llamada capitalismo. El éxito del capitalismo descansaría precisamente sobre esta multiplicidad de sistemas políticos que conviven simultáneamente.
El capitalismo dispone de varias opciones para operar en un sistema-mundo de este tipo. En primer lugar, les ofrece a los capitalistas una estructura sobre la cual pueden moverse con mucha libertad. Las operaciones capitalistas y sus agentes son básicamente especulativas y financieras. Mientras que la producción requiere de la protección de una clase o Estado, las finanzas necesitan plena libertad para moverse sin restricciones. En segundo lugar, el sistema-mundo le permite al capitalismo expandirse territorialmente en diversas direcciones, a diferentes ritmos sin enfrentar restricciones políticas.
Un sistema-mundo alternativo es necesario, que integre las esferas económicas y políticas para equilibrar la distribución y el poder entre los diferentes grupos sociales. Este sería el sistema-mundo socialista, este sistema integrador no debe confundirse con el socialismo que dominó enormes áreas geográficas en el siglo XX. El socialismo soviético del siglo pasado formaría parte del sistema-mundo capitalista, aunque periférico. El colapso político del socialismo soviético es una señal de la decadencia de la ideología liberal que dominó el sistema-mundo entre 1848 (revoluciones europeas).
El sistema-mundo capitalista tendría un centro que dirige y acumula la riqueza global. Al mismo tiempo, se expandiría sobre una periferia que es objeto de una explotación sistemática. En el medio, como un colchón amortiguador, se ubica una semi-periferia que serviría de estadio promotor de nuevos centros. En el caso de América latina, su posición dentro del sistema-mundo capitalista, desde su aparición hace 500 años ha sido periférica. En algunos casos y para tiempos limitados algunos países de la región habrían alcanzado el nivel de semi-periferia: Argentina, Uruguay, Cuba.
El sistema-mundo y, en este caso, el sistema-mundo capitalista operan sobre la base de un conjunto de reglas. Las mismas se reflejan en los ritmos cíclicos y en sus tendencias seculares.
La crisis del conocimiento
La crisis del sistema-mundo moderno no es solo un fenómeno de reproducción social y económica. La ciencia, no está al servicio de la sociedad. Más bien, se desarrolla para servir al desarrollo capitalista. La ciencia moderna estableció una nueva alianza cognoscitiva entre el hombre y la naturaleza. Pero, el capitalismo, que dio a luz la nueva ciencia y le imprimió un ritmo cada vez más acelerado de desarrollo y especialización, no podía dejar de transformarla en sus principios mismos a medida que mutaba las propias estructuras culturales y económicas.
Estamos viendo también el fin del modo en que hemos sabido el mundo: Es decir, el fin de la utilidad de las herramientas y de los marcos de trabajo actuales de nuestro sistema de saber. En particular, la idea de que el saber científico de un lado, y el saber filosófico/humanístico del otro, son radicalmente diferentes, y que son modos intelectualmente opuestos de saber el mundo.
En este sistema de globalización es absolutamente imposible que América latina se desarrolle, no importa cuales sean las políticas gubernamentales, porque lo que se desarrolla no son los países. Lo que se desarrolla es únicamente la economía mundo capitalista y esta economía-mundo es de naturaleza polarizadora.
La creación del Estado nación y de la cultura nacional correlativa se torna tanto más difícil cuanto que tropieza con barreras no sólo internas sino externas. Antes de construir la
...