Nuestro Hogar Su Futuro

Nuestra vida es solo un eslabón dentro de una cadena que construye una historia de más de 4 mil millones de años, nuestra presencia en este lugar es solo la consecuencia de un equilibrio perfecto entre naturaleza y evolución.

El proceso de creación de vida se dio gracias a la transformación del carbono que llenaba la atmosfera, por parte de miles de organismos microscópicos los cuales lograron convertir este gas toxico en piedra, gracias a ellos la energía del sol logro romper la molécula del agua, la cual consiguió llenar el aire de oxígeno y permitió la vida. Desde aquel entonces todos los elementos del planeta tienen un vínculo, nada se basta así mismo, todo se comparte. Conocemos muy poco de la vida en la tierra, hoy en día la ciencia solo puede admitir que es un milagro, una suma de eventos perfectos que dio pasó a un mutualismo natural entre especies.

Sin embargo hace aproximadamente 200 mil años apareció “el hombre que piensa” y llego a arrasar con una historia majestuosa, esta especie aparentemente frágil logro conquistar el mundo entero al encontrar en su debilidad, la fuerza para acabar con todo lo demás.

La agricultura, la primera revolución humana convirtió a la fuerza de los brazos del hombre en su modo de subsistencia, sin embargo unos años más tarde esta fuerza empezó a ser brotada desde las profundidades de la tierra. Con el petróleo el hombre encontró el mayor confort que le pudo heredar su hogar, con este mismo logro desprenderse del flujo natural, y ahora gracias a él en cincuenta años la tierra a cambiado más que lo que lo ha hecho en toda la historia del hombre.

Un litro de petróleo produce la misma cantidad de energía que 100 pares de brazos humanos, ahora las maquinas reemplazan el trabajo de campesinos, la agricultura masiva genera la propagación de enfermedades en las plantas, y por lo tanto hoy en día los alimentos están expuestos a pesticidas y abonos que en busca de una mayor productividad afectan el equilibrio con las demás especies, y no es solo en la agricultura sino también la ganadería, la avicultura, la pescadería y demás labores de abastecimiento de alimentos que ahora se han vuelto un negocio liderado por la fuerza del petróleo.

Aunque esta fuente de energía nos ha provocado grandes ayudas a nivel industrial, ha generado del mismo modo una absurda dependencia del líquido negro por parte de la humanidad. Y ahora el tiempo de la tierra esta medido al ritmo de las máquinas excavadoras las cuales anuncian una próxima guerra energética.

Por otro lado entrando en materia de la actividad urbana, encontramos al automóvil, el símbolo de progreso y de industrialización de las grandes ciudades, sin embargo mientras más ansias de progreso vive el mundo, más grande es la sed de petróleo, en menos de un siglo esta explotación desmedida acabara con el oro negro, que hoy en día se encuentra en manos del 30% de la población.

Y más allá del escaseo de petrolíferos nos encontramos con las desgracias fluviales a las que se enfrenta el mundo el día de hoy, uno de cada diez grandes ríos ya no alcanza a llegar al mar durante varios meses al año, el agua subterránea de los países desérticos se está acabando Sin embargo en los grandes circuitos urbanos de los países desarrollados se encuentra que se consume entre 800 y 1000 litros de agua al día.

Así mismo hoy nos enfrentamos al mal uso de las zonas purificadoras de agua como las selvas y los pantanos, hoy en día la selva del amazonas ha perdido un quinto de su superficie, los pantanos están siendo destinados para la ganadería y la vivienda. La deforestación de los bosques deja desnudos a los suelos, los cuales cada vez retienen menos aguas, las cuales terminan llegando al mar.

A pesar de explotación de la tierra realizada por el ser humano, los países con mayor riqueza natural viven por debajo del umbral de pobreza, la verdad es que aunque cuentan con los recursos, la población no tiene acceso a estos. En la actualidad la mitad de la riqueza mundial está en manos del 2% de los más ricos. La hambruna es una realidad de la humanidad, mientras algunos excavan buscando petróleo otro van a los grandes basureros en búsqueda de comida, la concentración de riqueza es inminente y gracias a ella y a las ansias de industrialización el ser humano está acabando poco a poco con su propia especie.

Hoy en día ante la desesperada búsqueda de combustibles fósiles,

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