PROYECTO INTEGRADOR DE PLANEACION Y ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

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 PROYECTO INTEGRADOR DE PLANEACION Y ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

GRUPO

8IGE1

INGIENERIA EN NEGOCIOS Y GESTION EMPRESARIAL

P    R    E    S    E    N    T    A

CHRISTIAN GARCÍA RODRÍGUEZ

ASESOR UNIVERSITARIO: JUAN CAMPOS PUENTE

FECHA DE ENTREGA

30/SEP/2019

CLUB HACIENDA OJO DE AGUA A.C

HISTORIA

Los antecedentes de la creación del lugar se remontan a la Hacienda Ojo de Agua en las riberas del lago de Xaltocan. Esta Hacienda se fundó en un asentamiento indígena denominado Ameyalco, palabra de origen Náhuatl que en español significa “Donde mana el agua”, situado al sur de lo que actualmente es el municipio de Tecámac.

Por datación arquitectónica, se sugiere que su construcción haya dado inicio por el año de 1585. Hacia el año de 1725 fue monasterio y convento de la orden de los frailes Dominicos y posteriormente de los Padres de la Profesa de San Felipe Neri.

Entre 1870 y 1875 perteneció a las casas de Regla-Guadalupe Gallardo, y en el año de 1907 la propiedad fue adquirida por el español Don José Ortiz Pardo, quien la habitó junto a su esposa Doña María García Conde, y sus hijas Lupita y Lorenza Ortiz.

Durante la Revolución Mexicana, la Hacienda fue utilizada por las fuerzas de Emiliano Zapata, dada su cercanía con la Ciudad de México, y en el año de 1916 fue el escenario de una cruenta batalla entre el ejército de Venustiano Carranza contra la resistencia de Francisco Villa y Emiliano Zapata, provocando la huida de los Carrancistas a la Capital.

En 1918 la hacienda fue embargada por el gobierno, pasando posteriormente de nuevo a la propiedad privada y con varios cambios de propietario, entre quienes destaca el General Joaquín Amaro en época de la Guerra Cristera, hasta que en 1968 deciden urbanizar lo que ahora es el fraccionamiento Ojo de Agua.

Significado de Ojo de Agua.

Ojo de agua que en lengua náhuatl es Ameyalco y que significa fuente brotante o manantial, representado por el signo del agua, con sus lenguas que salen dentro de un círculo blanco, para indicar que fluye o mana. Este lugar estaba ubicado en donde ahora es la ex hacienda de Ojo de agua, de ahí su nombre “donde brotaba el agua”.

Según las más recientes investigaciones, los terrenos en que actualmente está cimentada la Hacienda Ojo de agua era asentamientos de comunidades indígenas en el año 700 D.C. hasta el momento en que los españoles llegaron, donde empezaron a desaparecer para que posteriormente se congregaran con otros pueblos.

Leyenda de la carreta de la hacienda.

Cuenta la leyenda que hacía el año de 1802, un acaudalado terrateniente era el propietario de la Hacienda Ojo de Agua. Como era costumbre entonces, los peones y los campesinos que la trabajaban eran tratados como esclavos, sin tener permitido ningún tipo de relación con los hacendados. Sin embargo, por azares del destino, el hijo de una de las cocineras convivió desde la infancia con la hija del patrón, pues la humilde empleada al ser “de la casa” era la encargada de preparar los alimentos de la familia, lo que ocasionó que los niños crecieran muy apegados, uno del otro, compartiendo juegos y aventuras, para inevitablemente florecer entre ellos el amor.

Así pasaron los años, y como era costumbre; al ver que su pequeña hija se estaba transformando en una hermosa jovencita, el rico hacendado decidió que ya era tiempo de casarla y para tal efecto conseguir al mejor partido de la región: un adinerado viejo decrépito y de mala reputación, dueño de muchas tierras pero señalado como un hombre tirano y desalmado. Mas eso era lo de menos para el hacendado, pues en aquel entonces lo importante era el dominio económico que de aquella unión obtendría.

La mujer, al enterarse de la noticia de su próxima boda, entro a la capilla para suplicar encarecidamente a la Virgen le arrebatara la vida antes de ser propiedad de aquel detestable hombre, y con acto seguido corrió en busca del consuelo del joven peón.

Sin pensarlo más, los enamorados estuvieron dispuestos a huir antes de que el hacendado concentrara sus planes, pero fueron descubiertos por los guardias de la Hacienda; ella fue enclaustrada en una habitación, mientras que a él lo mandaron azotar de manera cruel, evitando a toda costa que ambos volvieran a verse.

Preparativos de la boda

Así dieron inicio a los preparativos para la boda y, desde su encierro, la joven en todo momento oraba a la Virgen, pidiendo siempre lo mismo: le arrebatara la vida antes de ser propiedad de aquel detestable hombre. Hasta que llegó el funesto día.

Justo para ese momento, el hacendado no satisfecho con los castigos propinados a los enamorados; y con un desmedido afán de venganza en contra del atrevimiento de su hija, decidió darle un último escarmiento, e hizo llamar al chofer de la carreta que llevase a la novia en el tradicional recorrido por los alrededores de la Hacienda, al joven peón de quien siempre estuvo enamorada.

Recorrido Nupcial

Para aquel recorrido, en la carreta nupcial solo irían el conductor y la novia, precedidos por un cortejo de caporales y charros. La joven subió a la carreta sollozando, sin decir palabra, tan solo mirando la silueta del hombre que la manejaba. Ella sabía perfectamente que se trataba del hombre al que siempre pertenecería su corazón. Cuando el recorrido llego a su fin, el joven desesperado azuzó a los caballos en un nuevo intento por huir con la mujer amada, pero las bestias reaccionaron de manera imprevista, saliendo desbocadas y causando que el velo de la novia se atorara en una de las ruedas, jalando a la mujer de tal forma que fue revolcada entre las ruedas y estrangulada con su propio ajuar.

Desembocadura de la carreta

El joven se estrelló con la carreta sin control en el redondel, aun costado de la Capilla, donde tantas veces su enamorada suplico a la Virgen le arrebatara la vida antes de ser propiedad de aquel detestable hombre.

Apresurado bajo de la carreta y corrió a tomar en brazos a su amada, y al recibir el último aliento, saco una pistola y se dio un tiro terminando con su vida, al lado de la mujer a la que desde niño amó.

Espectro de la carreta

Desde entonces se cuenta que el espectro de la carreta realiza aquel último recorrido por los alrededores de los terrenos que pertenecieron a la Hacienda, y que hoy conforman el Fraccionamiento Ojo de Agua (Hacienda y Jardines), y es muy cierto que varios habitantes de más antigüedad alguna vez la hemos escuchado pasar, rechinando sus ruedas y sonando los cascos en lúgubre trote, alrededor de la media noche.

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