Pegame Pero No Me Dejes: La Violencia En El Noviazgo

Pégame pero no me dejes…

La violencia en el noviazgo.

Taller de lectura y redacción. 3er semestre.

Mitzi Estefanía Cervantes S.

Elizabeth Quintanilla P.

Lourdes Ivette Padilla L.

Pégame pero no me dejes…

La violencia en el noviazgo.

Durante mucho tiempo se ha hablado acerca de los problemas relacionados con la violencia intrafamiliar, el maltrato a los niños, a la mujer, etc. Pero más allá de eso, muchos de los problemas que traen consigo los matrimonios disfuncionales y violentos pueden ser evitados desde la primera etapa de la relación, es decir, si una persona logra distinguir desde el noviazgo los signos de una pareja violenta y destructiva, muchas familias disfuncionales podrían ser evitadas.

Cada día parece ser más común observar como en parejas jóvenes y/o adolescentes hay cierto nivel de maltrato psicológico-físico y peor aun cada día lo tomamos como algo más normal en una relación.

Pero comencemos con una definición sencilla y rápida de lo que es violencia, que según fuentes especializadas, la violencia es cualquier daño físico, psicológico y/o sexual que se le aplica a una persona para mantener un cierto grado de control sobre ella. La violencia se da en golpes o agresiones físicas, en insultos, humillaciones, chantaje, acoso y/o manipulación. Cuando esta está presente en el noviazgo, solemos no darle la importancia necesaria, puesto que no nos deja una marca lo suficientemente grande para llamarla permanente o para que realmente nos cambie la vida.

El ser humano tiene como naturaleza instintiva buscar a una pareja que cumpla sus necesidades, con quien poder procrearse y sobre todo busca una pareja con quien amar y compartir un futuro, si esto es cierto, ¿Por qué unirse a una persona que en lugar de atender todos estos puntos nos maltrata de manera constante?

El amor como algo arcaico.

Los humanos tenemos una visión primitiva del amor. Desde que nacemos, las mujeres *en general* se nos inculca una idea de que el amor es algo por lo que sufriremos. Rodeados de imágenes rosas y dulces acerca de lo que llamamos noviazgo y matrimonio, de igual manera vemos en los medios de comunicación como mujeres y en raro caso hombres sufren a diario; en diferentes circunstancias, por amor, teniendo en cuenta escenas dramáticas de celos, violencia física, infidelidades, etc. Por lo tanto, nos hacemos a una idea errónea de lo que debería ser y hacer uno en las relaciones.

Y peor que todo eso, no solamente en los medios de comunicación nos inculca a esas ideas incorrectas, la misma familia y el contexto que nos rodean nos muestran como aun siendo pareja hay violencia y malos tratos entre la gente que dice quererse. En casi todas estas situaciones se suelen confundir los arrebatos de la pareja con sentimientos de protección, lo que está por demás decir que son pensamientos errados.

Según la organización mundial de la salud (OMS) 3 de cada 10 adolescentes y jóvenes adultas han denunciado que han padecido o padecen violencia en el noviazgo y la gran mayoría de las mujeres casadas han sido maltratadas en el matrimonio sufrieron agresiones e insultos antes de casarse con su actual pareja. Además otros estudios demuestran que los adolescentes son los más vulnerables a sufrir esta clase de abusos y como ya habíamos mencionado suelen no denunciarlo al creer que son conductas normales o pasajeras.

Es importante como personas en una relación saber diferenciar cuando en marcas claras de violencia, porque aunque sean leves o no muy frecuentes al subir la relación de nivel estas aumentaran al grado de dejarnos un trauma fuerte, una hospitalización innecesaria e incluso en casos extremos llevarnos a la muerte. Las señales más frecuentes de una relación agresiva y poco prospera se enumeran en las siguientes etapas:

1° etapa: Tu pareja se tensa constantemente, su tensión se acumula y crece tanto que insulta y reprocha.

2° etapa: Te agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.

3° etapa: Busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar y te llena de obsequios y se muestra muy complaciente.

Cuando este ciclo sucede más de una vez en la relación o la pareja tiene episodios de agresión que aparecen de la nada, se está ante un caso de violencia que debe ser detenido y atendido.

La violencia no es siempre física.

Otro pensamiento errado y arcaico que la gente suele tener y transmitir es que la violencia es solamente física, que se basa únicamente en golpes, bofetadas, patadas, pellizcos, etc. Cuando la

...