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Primer Parcial Liderazgo y Conduccion Política


Enviado por   •  29 de Octubre de 2019  •  Exámen  •  1.717 Palabras (7 Páginas)  •  113 Visitas

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Liderazgo y conducción política

Primer Parcial

Ponce Mariela, legajo 29157

  1. ¿Cuáles son los tipos de dominación para Max Weber? Explíquelos.

Weber clasifica los tipos de dominación según la clase de fundamento que la sostiene. El mismo puede ser de carácter racional; que da origen a la dominación legal; tradicional o carismático.1

Dominación legal con administración burocrática.

En este tipo de dominación, aquel que manda, lo hace siguiendo las disposiciones legales estatuidas que ordenan la asociación que encabeza. Es decir, “obedece por su parte al orden impersonal por el que orienta sus disposiciones”.2 Es por esto que aquellos que obedecen lo hacen solo en cuanto son miembros de la asociación y dentro de las competencias establecidas por dicho orden.

El cuadro administrativo del soberano, en este caso está formado por “funcionarios” con calificación profesional probada para ocupar ese puesto, elegidos por nombramiento en base a sus conocimientos y capacidades. Y junto con las “autoridades” (con poder de mando) son ordenados en una jerarquía administrativa.3

El tipo ideal de dominación legal, según Weber es aquel que se ejerce por medio de un cuadro administrativo burocrático4, es decir, donde se cumple a rajatabla la profesionalización de los funcionarios, el ejercicio de sus funciones como única o principal actividad, la expectativa de una carrera, el establecimiento del ámbito de competencia de cada uno, la ordenación jerárquica, la retribución a los servicios a través de un sueldo fijo y bajo contrato y donde están sometidos a una estricta disciplina y vigilancia. Los funcionarios, no son dueños de los medios materiales de administración y no existe la apropiación de cargos.

De este tipo de dominación, dice el autor que el capitalismo fue su máximo impulsor, ya que necesitaba una administración más permanente, rigurosa, intensiva y calculable5. Y por otro lado, que ha llegado a ser de vital importancia en la cotidianeidad, ya que los funcionarios están involucrados en todos los procesos de administración de masas.

Dominación tradicional

En este tipo de dominación, el soberano esta embestido con la autoridad que le concede la santidad de las ordenaciones ancestrales. Sus órdenes son obedecidas en tanto es la persona “llamada por la tradición” o “tradicionalmente determinada”6, y porque la tradición, a través de las transgresiones y consecuencias negativas a través de los años, marca el límite de su competencia. En caso de que el soberano cometiera una transgresión, la rebelión se opone a la persona, y no al sistema de normas ancestrales.

El cuadro administrativo, en caso de existir, está formado por “servidores” o “compañeros tradicionales”, los cuales pueden surgir de los más diversos ámbitos; por linaje, servidumbre, clientes, etc.; por relación de confianza o piedad.

Los casos en los que no existe cuadro administrativo son dos, la gerontocracia y el patriarcalismo originario. En el primero de los casos, la autoridad es ejercida por los más ancianos, en tanto son los mejores conocedores de la sagrada tradición7. En el segundo caso la ejerce una sola persona de acuerdo con determinadas reglas hereditarias fijas7.

En estos casos los/el soberano depende en mayor medida de la obediencia de los súbditos, ya que no posee un cuadro administrativo en que apoyarse ni jerarquías, en consecuencia, los súbditos son en realidad iguales que obedecen en favor del bienestar del grupo.

Cuando la dominación tiene origen tradicional pero se ejerce por el soberano en nombre de un derecho propio, se trata de dominación patrimonial; si además goza de libre arbitrio, se trata de un sultanato. Por otro lado, la dominación estamental se caracteriza por la apropiación por parte del cuadro administrativo, de los medios administrativos.8 El feudalismo, por ejemplo, es un caso de dominación patrimonial, el cuadro administrativo esta sostenido por contratos en base a honor estamental y militar.

Una característica de este tipo de dominación, es que “trata a todos los poderes de mando y derechos señoriales económicos a la manera de probabilidades económicas apropiadas de un modo privado.”9 Sin embargo, al no tener una economía racional, predecible y calculada, y al carecer de disposiciones legales este tipo de asociaciones no es terreno fértil para el desarrollo del capitalismo moderno, solo permite el desarrollo del comercio, tributos, financiamiento de guerras, etc.

Dominación carismática

En este tipo de dominación, el  líder cuenta con cualidades que son juzgadas por los adeptos como extraordinarias, surgidas de alguna fuerza extrasensorial, virtudes que llaman a seguirle en busca del bienestar de la comunidad y su legitimidad proviene de la vocación que inspira el líder y la corroboración de dichas cualidades. Los seguidores otorgan el reconocimiento a las virtudes del líder, en forma de lealtad, fe y esperanza. Pero en caso de que no se corroboren las virtudes carismáticas en un largo periodo de tiempo, su autoridad puede decaer.

El cuadro administrativo también es elegido por el líder en función de las cualidades carismáticas de su sequito. No hay jerarquías ni burocracia, los une una relación de amor o camaradería10. No existe la apropiación de cargos ni reglamento en cuanto a las funciones, sino que obran por la misión encomendada.  Estas asociaciones se sostienen a menudo a través de donaciones, propinas, extorsión o botín.

A medida que la dominación carismática se extiende en el tiempo, tiende a racionalizarse o tradicionalizarse. Esto ocurre debido a los intereses ideales o materiales del séquito que necesita reanimar a la comunidad permanentemente, continuar la relación que los une al líder y su propia posición. Por otro lado, tras la desaparición del líder carismático surge el problema de la sucesión. El nuevo líder será elegido ya sea por elección, designación o revelación, a través de ceremonias que de a poco van formalizándose, obedeciendo ciertos procedimientos. Por este camino se llega a la legitimidad de un orden sucesorio. Esto lleva a lo que Weber llama objetivación del carisma o carisma del cargo11. Es decir que las cualidades que otorgan la legitimad carismática son adquiridas junto con el cargo. En este proceso la asociación modifica sus medios de subsistencia, accediendo a una economía formal, terminando en los modos patrimoniales característicos de los tipos de dominación anteriores. Los intereses del cuadro administrativo, sus posibilidades económicas y la necesidad de afianzamiento, colaboran a la rutinización del carisma, volviéndose de a poco en dominación tradicional o legal.

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