Problemas socio-institucionales
Luana SkrynnykResumen2 de Julio de 2019
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Trabajo Práctico
INSTITUCONES ESCOLARES,
INSTITUCIONES EDUCATIVAS.
Asignatura: Problemáticas Socio-Institucionales
Profesor: Daniel Cánepa
Integrantes: Spezzacatena, Malena.
Diaz, Lautaro.
Isoardi, Leandro.
Profesorado de Lengua y Literatura
Primer Año
2019
Primer Texto
El análisis de lo institucional en la escuela.
Lidia M. Fernández.
El concepto de institución
Institución es sinónimo de regularidad social, aludiendo a normas y leyes que representan valores sociales y pautan el comportamiento, fijando sus límites. La influencia de estas instituciones en la vida de los individuos y los grupos varía según el tipo de institución y según la ubicación del sujeto.
El individuo actúa siempre dentro de grupos y organizaciones y que ellas sufren el efectos de dos tipos de regulaciones. Unas provienen de instituciones externas que entran en el grupo u organizaciones moldeando sus condiciones de realidad. Otras provienen de instituciones internas resultantes de acuerdos consolidados en la vida cotidiana y pueden modificar el modo en que operan las instituciones externas, dentro del grupo u organización, o aun salir de los límites provocando modificaciones en su versión general.
El termino institución se reserva para hacer referencia a organizaciones concretas -una escuela, una fábrica, un hospital… en las que se cumplen ciertas funciones especializadas con el propósito de concretar las acciones – valores. Institución se utiliza entonces como sinónimo de establecimiento y alude a una organización con función especializada, con un espacio propio y un conjunto de personas responsables del cumplimiento de determinadas tareas reguladas por diferentes sistemas. Ahora bien, el hecho de pertenecer a una institución en particular no hace al establecimiento idéntico al resto. Un grupo que conforman la comunidad de un establecimiento hace una versión singular de los modelos y normas generales. Los individuos y miembros inciden en la idiosincrasia de cada establecimiento.
También se liga el término “institución” con los significados y alude con él a la existencia de un mundo simbólico en parte consciente, en parte de acción inconsciente, en el que el sujeto humano “encuentra” orientación para entender y descodificar la realidad social. Las instituciones son las que, al marcar lo permitido y lo prohibido, muestran al individuo el poder y la autoridad de lo social, el riesgo y la amenaza implícita en la transgresión, el beneficio y el reconocimiento de la obediencia.
La vida social en todas sus manifestaciones – el individuo, los grupos, las organizaciones, las comunidades, esta atravesada por instituciones que expresan los sentidos con que una cultura determinada codifica las relaciones de los hombres entre sí y con la realidad natural y social.
El conocimiento de las instituciones
El conocimiento de un establecimiento institucional puede procurarse mediante la observación directa de su vida cotidiana y el análisis de la información que proveen sus documentos y su personal son las dos vías de acceso más directas. Para adentrarnos en el nivel de las significaciones y los “no dichos” institucionales.
Cada establecimiento hace una versión única de los modelos institucionales generales, es en sí un cultura institucional que incluye: un lenguaje; un conjunto de imágenes sobre la institución misma, un conjunto de modalidades técnicas; una particular forma de plantear y resolver las dificultades, de manejar el tiempo, el espacio, los recursos y las relaciones con el ambiente, una serie organizada de maneras de ordenar las relaciones de los individuos entre sí.
Ningún acceso o conocimiento de lo idiosincrásico institucional es realmente posible sin el aporte privilegiado que significa la interacción con los componentes de la institución.
Comprender el estilo y el lenguaje propios de una unidad institucional se convierte en la vía de acceso al conocimiento y la comprensión del modo en que se produce un cierto tipo de resultado hablando del conjunto de la cultura institucional, los grados de gratificación, identidad y adhesión a los valores institucionales, los sentimientos de pertenencia que poseen los individuos por su participación en la vida institucional.
El acceso al conocimiento de lo institucional en sus aspectos no manifiestos -las dimensiones sociopolíticas y psicoafectivas de la vida en el establecimiento- se verá obstaculizado por fenómenos de ocultamiento y resistencia conscientes o inconscientes de los miembros, por nuestra propia implicación no controlada. La dificultad para hacer consciente nuestra propia implicación y discriminar sus efectos es el segundo obstáculo que tenemos que superar.
Cuanto más alejada de nuestra experiencia este una institución o cuanto más próxima a nosotros sea más difícil será la tarea de descifrar. Encontrar las condiciones y las técnicas que permitan la interpretación confiable de los datos es nuestro tercer obstáculo.
El problema de la resistencia al conocimiento
La resistencia a conocer está ligada profundamente a diferentes prohibiciones sociales que pesan sobre el conocimiento. El conocimiento está ligado al cuestionamiento y la crítica social, en si es peligroso. Por lo tanto la condición primera para el análisis institucional, es la garantía de una situación de seguridad real en la que no existen amenazas de ningún grado y donde se puede encarar el análisis de lo instituido sin temor a la emergencia de fuerzas instituyentes. Una condición tal posibilita el surgimiento de las significaciones de peligrosidad provenientes de la experiencia institucional y permite su análisis, su comprensión y su discriminación. El análisis institucional es reclamado a través de un asesor externo en situaciones de crisis, permite configurar mejor la situación de seguridad ya que puede manejar mejor su implicación.
El problema de la implicación
Nuestra propia percepción es una fuente más de datos valiosos para comprender y reconstruir una realidad. La cuestión no es encontrar la forma de reprimir la implicación afectiva, sino la de su utilización instrumental. La implicación afectiva nos proveerá de un material de ahí la importancia de dar cuenta de nuestras emociones, impresiones y sensaciones frente a un material y no quedarnos solo con la descripción de lo observado “objetivamente”. Ellas pueden ser en parte las respuestas a evocaciones que provoca en nosotros una realidad y entonces tenemos que tomarlas como parte del sentido de los sucesos que analizamos.
La negación del propio compromiso afectivo, lejos de mejorar nuestra objetividad, la perturba, porque permite que los significados personales evocados en nosotros por una situación operen salidos de control y distorsionen nuestra comprensión de los hechos, llevándonos a suponer que los otros sienten o piensan las cosas que en realidad nos suceden. El uso sistemático del análisis de los contenidos y las significaciones de ese compromiso se convierte, en cambio, en fuente de datos para una mejor comprensión de los fenómenos y en medio de control y discriminación para asegurar que los contenidos personales “puestos” en el material no confundan nuestro análisis.
El problema de la multisignificación de los hechos
Existe para el análisis de lo institucional una herramienta central: los analizadores. Un analizador es un dispositivo artificial o natural que produce una descomposición de la realidad de los elementos, sin intervención de un pensamiento “consciente”. (Lapassade, 1974)
El concepto es utilizado en el campo institucional para designar a aquellos acontecimientos o hechos no programados o aquellas técnicas diseñadas expresamente, que provocan la expresión de un material y permiten captar significaciones antes ocultas y aun inconscientes para los propios actores. El conocimiento de las instituciones avanza a través de la descodificación del sentido que tiene el material develado por diferentes analizadores.
El análisis institucional es un proceso en el que a través del trabajo de interpretación, los miembros de una institución -entre sí o con una ayuda externa- avanza en la comprensión de su estilo institucional y la manera en que él explica su tipo de producción.
El experto, las teorías, los modelos de análisis, las técnicas de indagación e interpretación, son todas herramientas para que los actores institucionales puedan alcanzar una mejor comprensión de su realidad e incrementen su posibilidad de “hacerse cargo” de su responsabilidad individual y colectiva sobre el logro de los fines institucionales o sobre el planteo de su modificación.
Segundo Texto
Las instituciones educativas y el contrato histórico.
G. Frigerio – M. Poggi – G. Tiramonti.
Introducción
Gestión y saberes para conducir una institución: La gestión educativa, se encuentra en el centro de tres campos de actividades articuladas e intersectadas: El político, el administrativo y el profesional. El campo político debe entenderse como el que genera el marco para el servicio; el administrativo como el que procura las condiciones para la presentación del servicio; y el profesional como el que efectúa el servicio.
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