Que Implica Ser Docente

Introducción:

El ser docente es una labor que implica todo un reto pues no se trata solo de enseñar por enseñar, es formar, forjar el futuro de nuestro país, es educar para la vida y mostrar a los alumnos para que les servirán los conocimientos que están adquiriendo.

Sobre los docentes especialmente los educadores recae una responsabilidad muy grande puesto que, según la sociedad, de estos depende la educación de los niños, si un niño no sabe o no aprende, no hacen alusión a los problemas de atención y aprendizaje que pueda tener el niño y se limitan a decir “que su maestro no le enseña” y no se trata solo que el maestro no les enseñe, sino también de las capacidades que tiene cada niño, obviamente es aquí cuando el maestro toma su papel más importante, ya que debe desarrollar métodos que les permitan a los niños adquirir conocimiento y desarrollar sus competencias.

Desarrollo:

Para ser docente se debe de tener convicción y vocación, hablamos de convicción y vocación cuando se le tiene amor al trabajo, aprender a aprender, debe ser la meta de la educación”. No podemos concebir que un Maestro enseñe a sus alumnos a aprender, si el propio maestro desconoce cómo aprender, por tanto, es necesario hoy en día, actualizarnos para alcanzar nuestras perspectivas educativas en cada uno de nuestros centros de trabajo. Y para ello, tenemos que apoyarnos en las aportaciones de los grandes pedagogos contemporáneos, quienes nos han legado sus teorías sobre el desarrollo del niño y del adolescente, especialmente del niño en sus primeras etapas del desarrollo cognoscitivo, el cual se da mediante un andamiaje para apropiarse, cada día y en cada clase, de un nuevo conocimiento, todo esto desde luego, tendrá que darse, si el procesamiento de la información previa, es analizada en los procesos mentales del niño.

La educación para todas las personas es importante, es vital, es necesaria y se desarrolla desde el momento en que nacemos. Nuestros primeros educadores son nuestros padres quienes nos enseñan las cosas más básicas para nuestras vidas, nos muestran el mundo, nos acercan a él y nos enseñan todas las cosas de las que dependeremos hasta el día en que muramos.

Nuestro segundo acercamiento lo hacemos en la escuela, cuando tenemos contacto con otras personas que aunque no son nuestros padres ni familiares contribuyen durante 11 o más años en nuestra formación, con quienes pasamos la mayor parte de nuestro día, a quien aprendemos a querer o a odiar, muchas veces sin razón: los maestros.

La formación de los maestros ha de ser cuidadosa, permanente y con exigencia ya que están en contacto a diario con otras personas a quienes imparten y con quienes construyen un conocimiento, a quienes muchas veces aconsejan como amigos, a quienes atienden, cuidan y también, protegen; de quienes velan no solo dentro

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