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RESEÑA TEORIA DE LA ORGANIZACIÓN PARA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA


Enviado por   •  15 de Noviembre de 2019  •  Reseñas  •  1.708 Palabras (7 Páginas)  •  230 Visitas

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ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

TEORÍAS DE LA ORGANIZACIÓN

DOCENTE: LEONARDO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

RESEÑA TEORIA DE LA ORGANIZACIÓN PARA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. (CAP.7 Y 10)

M. Harmon; R. Mayer. Teoría de la organización para la administración pública (2001). Fondo de Cultura Económica.

Palabras clave:

Organizaciones, sistema, funcionalismo, ambiente, estabilidad, congruente, predecible, eficiencia, eficacia, relación, funcionamiento, necesidades, metas, recursos, condiciones, abiertos, cerrados, insumos, procesos, productos.

Interpretativo, critico, acción social, ciencias sociales, intereses, burocracia, práctico, verdad, hecho.

Conceptos principales.

Funcionalismo: Explicación de los hechos antropológicos en todos los niveles de desarrollo por su función, por la parte que desempeña en el sistema total de la cultura, por la manera de relacionarse mutuamente dentro del sistema y por la forma en que el sistema se relaciona con el entorno físico.

 

Organizaciones: Sistemas abiertos que permita un examen cuidadoso de los motivos de la gente y sus opciones normativas, así como la manera en que el orden y la estabilidad se negocian activamente y se manejan los conflictos. (Buckley)

Conducta: Son los movimientos sensoriales observables y mensurables de la gente, es una idea restrictiva que excluye del análisis el mundo subjetivo de la experiencia.

Acción: Es la conducta mas el significado subjetivo del individuo actuante. (Weber)

Intencionalidad: Se refiere al proceso por el cual los individuos crean activamente la realidad social.

Intersubjetividad: Atañe al carácter social de esa creación. Si el mundo social es producto de la conciencia humana, entonces se debe poder explicar cómo ese mundo se mantiene unido.

Conciencia: Proceso activo y transaccional que incluye tanto los objetos externos como las reglas y los hábitos de percepción que afectan nuestras interpretaciones de esos objetos.

Valores: Acciones definidas por los intereses y los imperativos que acompañan a las funciones formales de las organizaciones.

Resumen: El capítulo VII habla acerca de la Teoría de Sistemas, sus orígenes se remontan a la sociología estructural funcional y la teoría general de sistemas. Desde esta perspectiva se percibe a las organizaciones como entidades propositivas.

 La T.S. ha sido la corriente dominante en la teoría estadounidense de la organización por más de un cuarto de siglo, es posible decir que proyecta una imagen de las organizaciones públicas en donde las funciones y los ambientes organizacionales son estables, predecibles, y congruentes de manera natural. La eficiencia y la efectividad ofrecen los criterios normativos con los que a fin de cuentas se juzgan los esfuerzos para sostener dicha imagen.

Es propicio extraer varias ideas generales de esta postura.

1.Las partes de una organización solo se entienden en términos de su relación con las demás.

2.Las partes de la organización, incluyendo sus relaciones, son importantes en la medida en que contribuyen a su funcionamiento general.

3.Las organizaciones son concebidas como conjuntos, metafóricamente como organismos biológicos, llenos de necesidades o metas que se sobreponen o se separan conceptualmente de las necesidades, propósitos y metas conscientes de partes o miembros individuales.

4.Estas necesidades y metas de la organización pueden concebirse de forma estática (ej. super vivencia y mantenimiento del orden) o dinámica (evolución o cambio propositivo).

5.La actividad organizacional de alguna significación es comprensible en términos de su relación con el ambiente externo, el cual proporciona los recursos y las condiciones de las que la organización depende para su sobrevivencia o la realización de sus propósitos.

Ahora bien, es importante mencionar que existe una distinción entre sistemas abiertos y cerrados: La metáfora del sistema cerrado representa una entidad autónoma en la que el funcionamiento de las partes, los componentes y sus relaciones, son los principales objetos de estudio.

Así mismo, el sistema abierto ha sido la imagen dominante en la teoría de sistemas. La materia de escritores sobre el tema adopta la metáfora de la organización como un organismo biológico, subrayando así la supervivencia del sistema mas que la eficiencia interna; la atención se centra en las relaciones entre el sistema y su entorno contingente.

En cuanto a la relación del sistema y su ambiente se considera que los insumos, procesos y productos son términos que describen la energía y los recursos importados al sistema de su ambiente, la transformación o procesamiento de la energía y los recursos dentro del sistema y la exportación de los insumos transformados de regreso al medio.

Es decir: Insumos (el sistema necesita recursos y energía que aporta el ambiente), transformaciones (el sistema, los recursos y la energía se procesan y transforman), productos (Los resultados de esta transformación son devueltos al ambiente).

Finalmente, es importante reconocer que la teoría de sistemas le dio a la administración publica una articulación inasequible de los campos organizacionales. Las nociones de “equilibrio” (en el sentido de equilibrio de fuerzas) y en consecuencia de “homeostasis” hacen inteligibles las conexiones entre las funciones del administrador público en la persona.

Por otro lado, en el capítulo X se exponen las Teorías interpretativas y críticas, donde se considera el concepto de ‘organizar’ como acción social.

Es posible identificar seis elementos principales de esta nueva síntesis contemporánea:

1.Los intereses individuales y organizativos se hallan en tensión mutua fundamental, en virtud de cuál de las relaciones entre individuos y organizaciones comprenden esencialmente consideraciones de poder político. La pregunta más importante para la T.O no es como integrar al individuo y a la organización, sino como el individuo puede trascender a la organización.

2.El propio modelo racional de la acción constituye un problema, pues traiciona y limita en gran medida la comprensión de las acciones en los contextos individual, social y organizativo.

3.Las ciencias sociales naturalistas, basadas en que dependen de manera positiva del concepto de conducta, constituyen una base inadecuada para comprender el mundo social. En cambio, deberían establecerse sobre la idea de acción, que dirige la atención hacia el significado subjetivo de la experiencia social cotidiana de la gente.

4.Las preocupaciones empíricas, como la descripción y la explicación precisas, están inextricablemente unidas a la evaluación normativa y la ética social. La ya convencional distinción entre teorías “empírica” y “normativa” es engañosa y estéril.

5.El problema básico para la T.O consiste en entender las formas en que la burocracia refuerza los procesos sociales de dominación que luego producen la enajenación individual.

6.El propósito de la teoría es fundamentalmente práctico. En la medida en que nos permite llegar a un autoconocimiento que conduzca a una acción responsable y autónoma.

Primeramente, en cuanto a la teoría interpretativa, sus teóricos han querido distanciarse de la implicaciones normativas y éticas de su orientación teórica. Su pretensión de neutralidad concuerda con las indicaciones de Weber y de Schutz sobre el ideal de objetividad, es decir, de ciencias sociales despojadas de valoraciones. Por otro lado, para los teóricos críticos, el carácter omnipresente de la racionalidad instrumental y las practicas que se le asocian en la sociedad actual es los que levanta los primeros obstáculos a la realización humana. Son un problema de gran magnitud las consecuencias sociales producidas por la burocracia como encarnación institucional de la racionalidad instrumental.

En conclusión, las Teorías interpretativas y criticas manifiestan un rechazo al sentido instrumental de lo práctico, presupuesto tanto por quienes practican la administración como por los teóricos de las organizaciones; la característica definitiva de su postura es la distinción vital entre “verdad” y “hecho”, insistir en que la verdad es distinguible en principio del hecho, no exige un conocimiento del contenido particular de aquella, sino solo el reconocimiento de que ha sido separada lógicamente de los hechos del mundo actual.

Crítica o comentario analítico.

En la Teoría de Sistemas es propicio reconocer la importancia del postulado de sistemas abiertos, si no existe esta relación organización-ambiente en ocasiones puede ser complicado cumplir las metas y fines organizacionales. Por ejemplo, si encontramos una organización con tendencia a mantenerse estática, de perpetuar muchas de sus prácticas y mantener tradiciones, esto entraría en conflicto con la naturaleza generalmente dinámica del entorno y seria reacia a sus trasformaciones.

Un sistema organizacional rígido es problemático ya que no se mantendrá en el tiempo y será incompatible con los cambios que presenten las nuevas generaciones, por lo tanto, se destinará a sí misma hacia su fin.

Sin una comunicación positiva con el ambiente es posible que los servicios o bienes que ofrezca la organización no cumplan satisfactoriamente con las demandas del exterior, por lo tanto, se dificultaría el proceso de absorción de sus productos.

El sistema necesita una retroalimentación constante, donde pueda obtener información de todo tipo; desde los insumos disponibles en el entorno, hasta conocer las necesidades que este presenta para poder satisfacerlas de manera adecuada.

Si bien un sistema cerrado fortalece a la organización de manera interna, reforzando las reglas para su funcionamiento y la relación entre los diversos tipos de personal; es errado aislarla completamente, pues el contexto social, político, económico y cultural las atraviesa de forma directa.

Ahora bien, en cuanto a la Teorías interpretativas y críticas es evidente que existe una dificultad para reunir los intereses entre las organizaciones y los individuos, además, es difícil definir como encaminar la acción organizacional a cumplir con ambos de manera exitosa.

El dilema se presenta ya que en ocasiones existen incongruencias entre los dos tipos de intereses, las organizaciones muchas veces no son parte del proyecto de vida de los trabajadores y son vistas como medios para lograr otros fines, lo que desliga a los miembros del sentido de pertenencia y modifica su conducta.

Pareciera que las organizaciones se han desligado de ese principio fundamental de mejorar la existencia humana, por lo tanto, no proponen afinidades que mejoren la calidad de vida desde sus empleados; podría decirse que responde mas bien a un interés predominante y particular.

Es importante dejar de considerar a la organización como una figura homogénea, es erróneo pensar que las caras más visibles de estas reúnen las metas de todos los individuos que pertenecen a ella. Las organizaciones son diversas, heterogéneas y cambiantes, un mundo en sí mismas; compuestas por pequeñas partículas que tienen diferentes intereses, pero que con los mecanismos adecuados pueden llegar a entrelazarse.

Preguntas que despierta el texto

¿Qué tipo de organizaciones deben adoptar sistemas abiertos y que otro tipo deben acoger sistemas cerrados?, o por el contrario ¿el éxito de una organización consiste en cierta medida en el balance de estos dos sistemas?

¿Le compete a la administración pública proponer más mecanismos para hacer compatibles los intereses organizacionales con los individuales?, ¿Las organizaciones deberían buscar afinidad entre los proyectos de vida de sus empleados con las metas y fines del sistema desde el momento de la contratación?, ¿En qué medida lo anterior incrementaría la eficacia y eficiencia organizacional?

Autor de la reseña Zuray Briyith Cano Ramirez.

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