UN PUNTO DE CONVERGENCIA: TRABAJO INFANTIL Y POBREZA, BREVES APUNTES A CERCA DE ESTAS REALIDADES

UN PUNTO DE CONVERGENCIA: TRABAJO INFANTIL Y POBREZA, BREVES APUNTES A CERCA DE ESTAS REALIDADES

Veamos… Vengo de una familia de clase media. Mi abuela tiene un restaurante en una zona popular, de esos que ofrecen comida accesible para el común de la clase trabajadora, crecí en ese mundo. Desde que mi condición me lo permitió, siempre tuve que ayudar en casa y más allá de eso, también había que ayudar con tareas mucho más difíciles ¿Cómo? Pues a los 12 años despertaba a golpe de tres y media de la madrugada para ayudar con la preparación de los alimentos para el restaurante y terminaba este trabajo justo a tiempo para alistarme e ir al colegio. En las vacaciones usualmente al terminar mis tareas matutinas me dirigía al restaurante a continuar un día lleno de labores, muchas veces estas actividades me quitaban tiempo de estudiar y claramente de descansar. Crecer en un mercado te hace conocer mucho de cuan dura puede llegar a ser la realidad, nunca me queje por lo que personalmente me tocó vivir, pues nunca lo tome como malo, todo lo contrario. Recuerdo a algunos niños que la tenían mucho más difícil que yo, ellos en su mayoría lidiaban con situaciones de pobreza extrema sumados a hogares descompuestos. Mi familia siempre me enseño lo bueno que es trabajar, a veces con mi hermana solíamos preparar postres y venderlos en la puerta del restaurante para juntar un poco de dinero que después pudiéramos gastar en golosinas. Recuerdan los niños que la tenían más difícil, pues, cuan diferente es vender los mismos postres con el agregado de que eso que vendes será la comida de tus hermanos menores o las medicinas de una madre enferma, eso sí que es terrible. Un mercado puede llegar a ser un punto de convergencia de todos los estratos sociales, recuerdo al niño que llegaba con sus padres a desayunar, claramente tenía una vida muy tranquila, poco después de eso aparecía otro en la puerta que comenzaba a cantar por unas cuantas monedas o un poco de comida y me recuerdo a mí, despachando la mesa y atendiendo el pedido. Los tres unidos en un triángulo que reflejaba la realidad en la que vivimos.

Quise empezar este ensayo contando parte de mi vida, considero que uno no puede hablar acerca de algo que no ha vivido. A continuación hare una breve exposición sobre la concepción que la experiencia y el ámbito académico me dieron acerca de la desigualdad, la pobreza y el trabajo infantil, a esto último le daremos especial importancia. Comenzaré haciendo una breve descripción de estas realidades y como es que se plasman en el Perú y en el mundo, con este diagnóstico podremos observar las causas de este “problema” (ya veremos más adelante el porqué de las comillas), también observaremos como es que el trabajo infantil es solo parte de un tema mucho más grande y complejo. En ocasiones iremos tomando como ejemplo partes de la historia relatada al inicio y también otras situaciones reales que nos ayudaran a hacer más dinámico este ensayo. Para finalizar intentare plantear una forma diferente de abordar la realidad que es motivo de este escrito, reforzándola con ideas y propuestas que nos ayuden a mejorar esta situación, que ya desde el inicio es muy preocupante.

Claramente el trabajo infantil es el tema que estructurara estas líneas, entonces: Se entiende por trabajo infantil a aquellas actividades de naturaleza laboral que privan al niño de muchas realidades afines a la infancia, las cuales  interrumpen su correcto desarrollo y despliegue en la etapa que le toca vivir, estas actividades, además, muchas veces tienen el añadido de que suelen perjudicar de manera directa su educación, salud, integridad física, emocional y también lo  exponen a graves peligros que un infante lógicamente  no puede vivir. Entonces, ¿Por qué esto es algo que no se puede permitir? Simple, el ser humano en la infancia está en pleno desarrollo, el cual se puede ver afectado de diferentes formas, desde físicas como el crecimiento y la nutrición, hasta de formas psicológicas y emocionales, veamos un ejemplo: Un niño que trabaja en la calle en situación de pobreza en la mayoría de los casos no se alimenta bien, además que, el temprano contacto con la parte cruel de la realidad desarrollara en el conductas negativas que a veces lo conducen a equivocar el camino. En conclusión un niño que trabaja, lamentablemente, tiene más probabilidad de no ser un ciudadano que pueda llegar a alcanzar su desarrollo integral, en estas dos últimas palabras esta lo interesante, pues, al hacer un pequeño ejercicio de derecho comparado nos encontramos con que la gran mayoría de los estados y países tienen como fin (esto amparado en la ley) el pleno desarrollo de la persona humana; Veamos, la Declaración de los Derechos de las Personas de Virginia de 1776 ya hace alusión a esto en su primer articuló donde menciona que las personas tienen derecho “…al gozo de la vida … a la felicidad…” aquí el legislador ya nos presenta un primer panorama acerca del desarrollo pleno del hombre, pues por definición la felicidad y el gozo de la vida están condicionados al pleno despliegue social del ser humano, la Constitución Argentina también hace referencia a este tema en su preámbulo cuando menciona que la Nación Argentina de la mano de sus representantes ah de  “…Promover el bienestar general…”, nuevamente la misma realidad, un estado que está orientado al bien común, el mismo que solo se logra con igualdad de oportunidades, por último, la Constitución Peruana es muy clara en este apartado pues en su primer artículo menciona que el fin supremo del Estado Peruano es la persona humana. Vemos entonces que, en su gran mayoría todos los estados se presentan de una u otra forma como entes que aseguran y procuran el correcto desarrollo de la persona, esto para alcanzar un fin mayor como el bien común o la felicidad.

El Perú se presenta al mundo como un país en vías de desarrollo (muy acelerado por cierto), pero que lamentablemente tiene, hasta el 2016, un 20% de su población en estado de pobreza, lo cual es un indicador evidente de que una gran parte de esa población son en potencia niños que tienen que trabajar, la estadística también arroja que un 27% aproximadamente de hogares de esta población, está integrada por un niño menor de doce años, la encuesta muestra algo mucho más preocupante, pues la variable “integrada por un niño” se muestra como condicionante para que el hogar sea vulnerable a la pobreza^[1], lo que afirma aún más nuestra hipótesis. En resumen el Perú, es un país económicamente atractivo, pero que aún sigue albergando una gran cantidad de población vulnerable en temas económicos.

En contraposición a esto, en general parece que el mundo va mejorando de forma satisfactoria en este ámbito, a nadie le es indiferente que los índices de pobreza han decrecido en los últimos años, esto es algo que lejos de alegrarnos debería generar preocupación para erradicarla totalmente, pues el óptimo de Pareto es algo inaplicable en esta realidad, nos estamos olvidando que la parte de la población que si en suma no mejora ni empeora ,está conformada por seres humanos iguales de dignos que nosotros (menciono esto porque muchas veces el discurso solo obedece a los buenos resultados, pero siempre está el sector que aún falta y que está  a la espera de esas buenas noticias también).

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