Conrad Hilton

Conrad Nicholson Hilton (1887-1979)

“Para lograr grandes cosas primero se deben tener grandes sueños”

Nació el 25 de diciembre de 1887, en San Antonio, Nuevo México, siendo el segundo de ocho hijos de la familia. Su padre fue Augustus Halvorsen Hilton, un inmigrante de Noruega, comerciante y ciudadano influyente de San Antonio, dueño de una tienda de abarrotes y de un pequeño hotel. Su madre fue María Genoveva, una americana católica de ascendencia Alemana.

Desde pequeño se había interesado por el mundo de los negocios, quería ser gerente de un banco, cuentan sus biógrafos que su padre los enviaba a recibir a los pasajeros de tren que llegaban para pasar la noche en su pueblo, para guiarlos al pequeño hotel de la familia Hilton.

Fue educado en Nuevo México, asistió al Instituto Militar Goss (Instituto Militar de Nuevo México), el Colegio de San Miguel (hoy Colegio de Santa Fe) y las escuelas de Minas de Nuevo México (ahora New Mexico Tech). Él era ingeniero de profesión, pero no le atraía mucho.

En 1912, cuando Nuevo México fue reconocido como estado, Hilton fue electo legislador durante dos periodos, pero el ambicioso joven decidió poner fin a su vida política que dejo en las cuentas de la frustración sobre ofertas poco limpias y la burocracia. Regresó a San Antonio con 3,000 dólares en el bolsillo para establecer un Banco.

En 1917, a medida que Estados Unidos se enroló en la Primera Guerra Mundial, Hilton tuvo que vender su banco y se enlistó en las filas Estadounidenses. Mientras estaba en el ejercito, recibe la noticia de la muerte de su padre y fue dado de baja en 1919. Regresó a San Antonio y se hizo cargo de los negocios de su padre. La guerra había hecho estragos con el negocio de la familia, así que, a la edad de 31 años, dejo su pueblo natal para empezar desde cero en Texas, que estaba en pleno auge petrolero.

Conrad intentó comprar un banco en Cisco, pero la negociación termino frustrada al igual que su ánimo. Abatido, cruzó una de las calles del pueblo y le llamó la atención la cantidad de gente que esperaba fuera del hotel Mobley para hacerse de una habitación. A los pocos días, el joven Hilton era propietario del lugar. Con la compra de Mobley, comenzó a mejorar el hotel, lo equipo con un gran número de habitaciones, empezó a ofrecerle algunos servicios y productos adicionales a los clientes.

Dos principios guiaron su camino al éxito: “Digging for Gold” y “Esprit de corps". El primero hacía referencia al uso eficiente del espacio. El segundo principio tenía que ver con la motivación del personal para brindar un servicio de excelencia, responsabilizándolos por la satisfacción de los huéspedes durante sus estadías.

Un año más tarde después de la compra de Mobley, Conrad adquirió dos hoteles que se encargó de restaurar, el Melba Fort Worth y el Waldorf, en Dallas. En 1925 se inauguró, también en Dallas, el primer hotel construido por el empresario y el primero que llevaría su nombre: Dallas Hilton Hotel (hoy, Dallas Hotel Indigo). Ese mismo año se casó con María Barrón, quien le daría tres hijos: Conrad Nicholson II, Barron William y Michael Eric. Las cosas marchaban convenientemente y a medida que la familia crecía, también lo hacía su negocio. Pero llegó el 29 de octubre de 1929 y en ese “martes negro” la bolsa se desplomó, dando origen a la Gran Depresión, la crisis económica mundial que tuvo implicancias en locales y ajenos. Durante esos años, Conrad Hilton se endeudó y tuvo que renunciar a muchas de sus propiedades. Y en medio de esos ajustes, se separó de su mujer.

Con el uso de sus concesiones petroleras, Hilton volvió a comprar ocho de sus hoteles y para 1937 ya había cancelado todas sus deudas. Un año después

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