James Williams
Lucki12314 de Agosto de 2013
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William James nació en Nueva York el 11 de enero de 1842 y murió en su casa de Chocorua (New Hampshire) el 26 de agosto de 1910. En el momento de su muerte muchos de los intelectuales contemporáneos —entre los que se incluían muchos de sus amigos— como John Dewey o Bertrand Russell publicaron hermosas palabras lamentando la pérdida de James y elogiando su gran labor y su influencia como psicólogo y filósofo.
James fue un intelectual reconocido en su tiempo. No sólo se le conoce por ser el más destacado divulgador de la filosofía pragmatista sino también por ser el primer americano en reconocer la psicología como una disciplina independiente. Entre otros méritos en la investigación psicológica, James creó en Harvard en 1875 el primer laboratorio de psicología de los Estados Unidos. Probablemente su mayor aportación a la psicología fue la redacción de su obra de 1890 Principles of Psychology (Principios de psicología), que fue utilizado como libro de texto durante muchos años en diversos países y que aún hoy tiene vigencia por contener en germen muchas de las corrientes actuales de la psicología.
Los viajes a Europa fueron decisivos para su desarrollo intelectual y vocacional. A los 19 años ya había estado en tres ocasiones en Europa con su familia durante largas temporadas. El primer viaje fue en 1843 y permanecieron en el continente europeo durante dos años. El segundo viaje lo hicieron en 1855 y regresaron en 1858, y el tercer viaje en 1859 para regresar a los Estados Unidos un año después. Estas estancias en Europa permitieron a James a esa edad tan temprana hablar, leer y escribir en alemán, francés e italiano, además del inglés. Estos viajes le proporcionaron una educación cosmopolita que sintonizaba perfectamente con su naturaleza abierta a las diferentes culturas y con su condición de "hombre de mundo".
Durante toda su vida, William James siguió viajando a Europa en sucesivas ocasiones y por diferentes motivos, tanto académicos como de salud. Además James hizo de estos viajes uno de sus mejores modos de investigación pues en ellos inició contactos —e hizo grandes amistades— con los más notables pensadores, psicólogos, filósofos y científicos europeos de su tiempo como el filósofo francés H. Bergson (1859-1941), el intelectual francés E. Boutroux (1845-1921) o el pragmatista italiano G. Papini (1881-1956). Conoció las nuevas ideas que se formaban en Europa y asimiló lo que más le interesaba de ellas. Esto da buena prueba de que la errática educación de James, siempre a caballo entre Estados Unidos y Europa, no fue una limitación en el posterior desarrollo de su pensamiento, sino que más bien, hizo que James no estuviera condicionado por una escuela aislada de pensamiento.
James tenía un carácter vigoroso y espontáneo que le llevaba a actuar siempre movido por cualquier cosa que le hiciera sentir o despertara su interés, aunque teniendo siempre en cuenta y respetando los sentimientos y las opiniones de los demás. No en vano, uno de los puntos que caracterizan el pragmatismo jamesiano es la necesidad de someter las propias opiniones al juicio de los otros. Su gran facilidad para entablar relaciones personales, le llevó a tener un gran número de amigos y a hacer más fáciles sus relaciones sociales, académicas e intelectuales.
En la Universidad de Harvard todos querían a James como persona y le admiraban como profesor, porque James era exactamente igual en clase que en cualquier otros sitio: paternal, cariñoso, amable, inclinado al intercambio social. Era así cuando su humor era bueno, pero cuando James sufría alguno de sus episodios neurasténicos se volvía un ser melancólico y apático. Sufría profundas crisis nerviosas y en alguna de esas crisis más aguda incluso tuvo pensamientos suicidas. James era, en ocasiones, tan natural que desconcertaba a los que estaban a su alrededor por su sencillez y por lo informal de su estilo que contrastaban con las rígidas formas del ambiente académico de Harvard, tanto en sus clases como cuando pronunciaba alguna de sus famosas conferencias. Sus conferencias llegaron a alcanzar tal fama que en muchas de ellas logró reunir a más de mil personas y tuvo que habilitarse una sala más grande para poder acoger a todos aquellos que habían acudido a escucharle. Este estilo popular puede encontrarse reflejado de forma clara en algunas de sus obras más conocidas como The Will to Believe (La voluntad de creer) (1897) o The Varieties of Religious Experience (Las Variedades de la experiencia religiosa) (1902), ambas obras fueron fruto de conferencias pronunciadas por James.
El arte fue de las alternativas vocacionales de la juventud de James. William James tenía talento artístico, y ya desde muy joven dibujaba y pintaba. De hecho, uno de los motivos principales del tercer viaje que la familia James hizo a Europa entre 1859 y 1860, fue separar a William de la influencia de la escuela de arte con la intención de que olvidara su interés por la pintura. Henry James padre llevó a su familia a Alemania, con la intención de que sus hijos aprendieran alemán, pero pronto su hijo mayor le dijo que quería dedicarse a la pintura. El padre tuvo que ceder ante la insistencia de William, y regresó con toda su familia a los Estados Unidos. Contra la voluntad de su padre y a modo de experimento vocacional, William James se matriculó en la escuela de William Morris Hunt y estudió con John La Farge, ayudante de Hunt, que fue una de las personas que más profundamente fomentó en William el gusto por la pintura. En el ambiente del estudio de pintura, el propio William se dio cuenta de que su pasión artística no era tan fuerte como él había llegado a pensar, y creyó que no tenía el talento suficiente para hacer de la pintura su profesión. Así que en el otoño de 1861, William finalmente abandonó el arte por la ciencia y entró en la Lawrence Scientific School de Harvard para estudiar química.
Finalmente, William James se dedicó al estudio de la ciencia de forma sistemática y académica, aunque aún tardaría doce años en concretar su orientación dentro de la ciencia. En estos años y en la decisión de su definitiva ocupación tuvo mucho que ver su mala salud que le impedía, por ejemplo, permanecer durante mucho tiempo de pie trabajando en el laboratorio por sus dolores de espalda, y no podía tampoco mirar bien a través del microscopio, pues desde joven sufría molestias en los ojos que también le impedían leer durante largo tiempo.
En 1864, William James ingresa en la Facultad de Medicina de Harvard donde completará sus estudios de medicina después de varias interrupciones. La primera de ellas fue en marzo de 1865, después de un solo semestre. James decidió unirse a la expedición que Louis Agassiz (1807-1873) organizó para ir al Amazonas, en Brasil. Esta expedición fue bautizada con el nombre de Expedición Thayer —en honor de Nathaniel Thayer, rico hombre de negocios que financió el viaje de Agassiz y su equipo a Brasil por un año—. James aguantó quince meses en el Amazonas y regresó antes que el resto de la expedición en marzo de 1866 a terminar sus estudios de medicina que aún sufrirían una nueva interrupción.
La formación académica científica de James en la universidad se alternaba con su estudio e interés por la filosofía alentado por las propias lecturas filosóficas de James y el contacto con algunas de sus amistades que se encontraban en campos más cercanos a la filosofía de lo que el propio James estaba: Charles S. Peirce (1839-1914), Oliver Wendell Holmes (1841-1935), Chauncey Wright (1830-1875). Junto a ellos fundó el Metaphysical Club, uno de los muchos grupos que se reunían en Harvard de forma informal para intercambiar ideas entre sus miembros. Las relaciones de William James con estos personajes, además del trato con las numerosas personalidades que frecuentaban el hogar familiar de James, fue decisivo en la carrera como filósofo y psicólogo de James.
Los problemas nerviosos de James se habían agudizado desde su regreso de Brasil en marzo de 1866. Aunque continuaba con su carrera de medicina, James no estaba bien físicamente y pensó que sus problemas de salud podrían curarse con un viaje a Europa a algún balneario. Además de estos motivos de salud, a James le interesaba este viaje porque en la Facultad de Medicina se había centrado en la fisiología y, en ese momento Alemania era pionera en el estudio de esta disciplina. Así que el 16 de abril de 1867 se embarcó hacia Europa en lo que fue la segunda interrupción de sus estudios médicos. James pasó la mayoría de su estancia en Alemania, además de los primeros días de su viaje en los que estuvo en París. James regresó a los Estados Unidos en noviembre de 1868. Por fin, en 1869, con veintisiete años de edad, James obtuvo su licenciatura en medicina. Pero ya desde su segundo año de estancia en la Lawrence Scientific School, había abandonado toda intención de ejercer la medicina, de hacer de la medicina su profesión, y pasó mucho tiempo mientras permaneció en la Facultad de Medicina de Harvard leyendo y estudiando psicología.
La década de los 70 fue un punto de inflexión en la vida de William James. Tres acontecimientos significativos marcarán el futuro desarrollo de la vida y la carrera de James. El primero de ellos fue la profunda crisis emocional que sufrió en 1870. Los otros dos hechos que influirán de manera decisiva en la vida de James son el comienzo de su actividad docente en Harvard en el año 1872, y su matrimonio con Alice Howe Gibbens (1849-1922) en 1878. En abril de 1872, James dio inicio a lo que sería su profesión, la de profesor, hasta 1907, año en el que presentaría su renuncia definitiva. William James aceptó una oferta informal de Harvard y fue nombrado
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