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La teoria del conocimiento empirista


Enviado por   •  20 de Mayo de 2013  •  Monografías  •  1.810 Palabras (8 Páginas)  •  313 Visitas

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EPICURO DE SAMOS

Nacio en la isla de Samos, aproximadamente en el año 341 a. C. y murio en Atenas a los 72 años. En su ciudad de nacimiento acudió a las clases del platónico Pánfilo y en Teos a los 14 años a las de Nausifanes, discípulo de Demócrito, oponiendo su pensamiento a los platonicos. Fundó una comunidad filosófica en una casa situada entre Atenas y el Pireo en el año 306 a.C, donde se dedicó a enseñar su filosofía del jardín hasta su muerte. El Jardín se hizo famoso por el cultivo de la amistad y por estar abierto a la participación de las mujeres y exclavos, algo poco corriente en la epoca.

La finalidad de su filosofía no era, sin embargo, meramente teórica, sino eminentemente práctica, encaminada sobre todo a procurar el sosiego necesario para una vida feliz y placentera en la que los temores al destino, los dioses o la muerte quedaran por siempre eliminados. Para ello se apoyó en una filosofia que se dividio en tres partes: la Teoria del conocimiento empirista, la Fisica atomista y la Ética hedonista.

LA TEORIA DEL CONOCIMIENTO EMPIRISTA

Según Epicuro disponemos de tres modos de conocimiento: las sensaciones, las anticipaciones (o prolepsis) y las afecciones (o pasiones).

Las sensaciones son el fundamento de todos los demás conocimientos; pues constituyen el principal medio para captar la realidad y la única garantía que nos asegura la certeza de los contenidos cognoscitivos: la sensación nunca se equivoca, mientras que la memoria y el razonamiento conducen frecuentemente al error.Para que éste se produzca, las impresiones han de ser ordenadas, clasificadas y distinguidas entre sí a través de la prolépseis, que son imágenes mentales generales construidas a partir de la continuada repetición de impresiones semejantes. La prolépseis es el fundamento de los juicios y del lenguaje.

Así pues, tanto las anticipaciones como las afecciones y, en último término, todos nuestros estados y conocimientos dependen de la sensación; ésta constituye la única garantía de nuestro conocimiento: sólo aquello que haya sido registrado bien por una sensación pasada, bien por una sensación actual puede ser admitido como real.

LA FISICA ATOMISA

La física, como proceso de explicación del Universo posee una finalidad fundamentalmente desmitificadora; a saber: poner de relieve la auténtica realidad de los fenómenos y de los seres naturales con el fin de eliminar los infundados temores cósmicos y teológicos, y permitir a los seres humanos vivir en paz consigos mismos.

El Universo:

La concepción física de Epicuro se fundamenta en los tres principios siguientes:

a) Nada puede nacer de la nada

b) Nada puede reducirse a la nada

c) El Todo (el Universo) siempre ha sido tal y como ahora es y siempre será de la misma manera.

Estos tres principios le parecen evidentes al filósofo, pues, en primer lugar, si algo pudiera venir de la nada, los seres podrían nacer de cualquier cosa; pero nuestros sentidos nos muestran que las cosas surgen a partir de una materia anterior (de unos gérmenes anteriores) dotada de ciertas virtudes; en segundo, también es evidente que nada puede reducirse a la nada, pues si fuera posible tal reducción (es decir, la desaparición integral de algo), el conjunto de los seres iría disminuyendo, ya que, según la ley anterior, nada proviene de la nada. Pero, dado que el tiempo es infinito, todos habrían desaparecido ya; por tanto, en tercer lugar, el Todo (el Universo) es inmutable: todo cambio se da en el Universo, pero el Universo no cambia, siempre es el mismo.

Átomos y vacío:

Epicuro, siguiendo a Demócrito, mantuvo que el Universo se encuentra constituido por dos realidades: los átomos y el vacío; los primeros son infinitos en número, el segundo en extensión. Los átomos poseen una amplia variedad de formas y tamaños y, moviéndose en el vacío y combinándose entre sí de diversos modos, dan lugar a las diferentes clases de seres, por supuesto, todos ellos corporales o materiales.

El movimiento es explicado de manera mecánica: los átomos son pesados y en virtud de esta propiedad, tienden a caer “de lo alto hacia abajo”. Ahora bien, con frecuencia en esta caída unos chocan con otros variando de dirección y velocidad, originando, de este modo, combinaciones nuevas que dan lugar a la diversificación de los seres; así pues, en el Universo todo es variación y cambio.

La física de Epicuro elimina todo teologismo y finalismo, fortaleciendo el propósito de su filosofía: liberar a los hombres de los terrores al designio divino, la muerte y el destino. El universo no posee finalidad alguna, siendo todo fruto del azar.

Los dioses y los seres humanos:

Aunque Epicuro socavó los fundamentos de la religión popular griega, no era, sin embargo, ateo. Aceptaba la existencia de los dioses por la universalidad y naturalidad de su creencia, que él sustentó en un hecho empírico: la generalización de la creencia proviene de efluvios atómicos que emanan de los dioses mismos y que penetran, no en nuestros órganos, sino directamente en nuestra mente por su mayor sutilidad. Mas esto no implica que los dioses puedan actuar sobre el mundo natural y humano. Al contrario, los dioses son absolutamente indiferentes y están libres de toda perturbación o pasión. Nada de este mundo les incumbe y por lo tanto, tampoco deben ser de incumbencia humana. Ni siquiera el hecho de morir ha de causarnos desasosiego. El alma (psiché) no existe ni podrá subsistir independientemente del cuerpo porque es un conjunto de átomos ínfimos distribuidos a través de todo el organismo. La muerte es el cese de esa unión, por lo que es imposible su inmortalidad o la transmigración.

ÉTICA HEDONISTA

La

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