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Politica Criminal


Enviado por   •  18 de Agosto de 2014  •  2.472 Palabras (10 Páginas)  •  197 Visitas

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DIFERENCIA ENTRE PSICOPATA Y PSICOTICO

• PSICOTICO: .Estado Psicótico y Psicóticos: “Episodio psicopatológico agudo” (día de furia), muchas veces único, disfunción general circunstancial (perdida del juicio o desconexión temporal con la realidad) inducido o gatillado por el consumo y abuso de drogas o alcohol, lo cual provoca un efecto potenciador (amplificador) de rasgos limitantes, más comunes, que afectan la salud mental de las personas. Ej.: Femicida, algunos tipos de suicidas, asesinos en masa, homicidas circunstanciales, asesinos pasionales, etc. En conclusión, la clasificación presentada considera en todas sus categorías una disminución y disfunción, respecto del grado de consciencia o racionalidad entre un individuo, su comportamiento disfuncional y las consecuencias o efectos de éste, en el entorno social inmediato. En la misma, no se considera relevante la inclusión de variables biológicas o genéticas (absolutistas), debido a su carácter especulativo, que en pleno año 2011 y decodificado el genoma humano, sigue sin poder rendir evidencia científica objetiva, observable y concluyente, en cuanto a que la conducta criminal o la delincuencia y sus derivaciones sociales, estén relacionadas con la supuesta “existencia de genes o sub genes” cómo factores pre disponentes en las mismas. Que por lo demás, en su gran mayoría no son más que constructos consensuales delimitados por el derecho penal

• PSICOPATA: psicopaticas, llamadas también personalidades borderline, si bien son también alteraciones mentales, conservan juicio de realidad, su percepción no suele estar alterada y sus conductas oscilan entre las neurosis y psicosis, acorde a la evolución y gravedad. Tienen juicio de valor, con una profunda negación del super yo o al menos, desaparición de su prevalencia en sus esquemas mentales y de ahí, que mas allá de sus conductas aparentes normales, puedan ser capaces de cometer actos terribles como asesinatos en serie o hechos similares.

De limites muchas veces imprecisos y desde ya difíciles de catalogar aun para especialistas, son trastornos que se diagnostican cada vez más Un psicópata (psico = psique, pato = patología) son precisamente las personas que sufren trastornos psicológicos que tienen que ver con la conducta desadaptativa, como. Antisocial.

MI NOTICIA DE CRIMINILADAD ESCOGIDA ES LA DE LUIS ALFREDO GARAVITO

"La Bestia de Génova"

En los años 90s cuando salto a la palestra la imagen y los hechos de Garavito atreves de los noticieros

Tanto televisivos escritos y radiales la sociedad la sociedad incluyéndome quedamos aterrados de tan atroz y vil apología neta de la muerte violación y demás vejames representada en “la bestia de Génova”

Hoy por medio de este ensayo conoceremos un poco más el interior de una persona su entorno familiar

Personal emocional .que se podría decir más acerca de todos los actos realizados por este ser como llamarlo

Delincuente, enfermo o jurídicamente imputable o inimputable? Tres aspectos básicos; delincuencia, aspectos legales y formación de la identidad. Para luego integrar esta revisión y compararla con la historia de vida de Garavito con el objetivo de ubicar aspectos disfuncionales de su personalidad. Sugiriendo que el sujeto posee graves disfunciones mentales con dos tipos de personalidad (neurótica y psicopática), proponiendo que Garavito cometió actos que son violentos pero no punibles.

Luis Alfredo Garavito Cubillos nació el 25 de enero de 1957 en Génova, Quindío (Colombia). Fue el mayor de siete hermanos y durante su infancia vivió la falta de afecto y el maltrato físico por parte de su padre. Según su testimonio, fue víctima de abuso sexual y además sufrió golpizas. También dos vecinos lo estuvieron violando durante años.

Se convirtió en un chico retraído, taciturno, profundamente infeliz, que tenía explosiones violentas. Vivía en Génova, un pueblo de praderas verdes y cafetales, en el departamento del Quindío en Colombia. Estudió hasta quinto grado de primaria y un día se marchó. Nada se sabe de su familia, tan sólo de un primo que le facilitó una buena coartada en alguna ocasión.

Tuvo varios trabajos, generalmente en almacenes como vendedor. Hasta principios de los noventa intentó llevar una vida normal. Pero ya era alcohólico y tenía accesos de ira que le movían a golpear a sus compañeros y a enfrentarse con sus jefes. Cuando rondaba los treinta y cinco años, decidió someterse a tratamiento psiquiátrico en el Seguro Social. Lo recibió durante cinco años y si bien no le ayudó a corregirse, el certificado médico de tratamiento le sirvió varias veces para impedir que le despidieran por violento.

Cada día su comportamiento era menos sociable y le resultaba imposible mantener un empleo formal. A mediados de los noventa comenzó a recorrer el país como vendedor ambulante. Vendía estampas religiosas con la imagen del Papa Juan Pablo II y del Niño del 20 de Julio, uno de los más venerados en Colombia.

En esos años dejó un reguero de telegramas a sus mujeres y a algunos amigos. Eran mensajes cortos, sobre la fecha en que llegaría a algún sitio o indicando que se encontraba bien. De vez en cuando volvía a su casa. Con las dos mujeres con las que convivió mantenía una relación compleja, como marido y protector, pero nunca como amante.

A Garavito le gustaban los niños y era muy cariñoso con ellos. Pero al alcoholizarse su violencia afloraba y se convertía en un monstruo. Golpeaba a las dos mujeres con las que convivió en diferentes momentos, pero, curiosamente, nunca les pegó a los dos hijos que cada una de ellas tenía, y que eran fruto de otras relaciones.

Sobre eso, Garavito alguna vez escribió: “Siempre desde niño tuve muchas frustraciones, todo me salía mal, yo fui un hombre bueno, sufría y me daba mucho dolor cuando los demás sufrían. Había algo que me acontecía, no sé, que repasaba era algo extraño que me obligaba a ser esto y embriagarme y cuando volvía a mi estado normal yo sufría terriblemente porque yo a nadie le podía contar qué era lo que me pasaba, que era algo extraño y terrible; mas nunca me metí con los hijos de mis amigos y de la gente que era buena conmigo, yo los respetaba, antes los aconsejaba al bien, los veía como si fueran mis propios hijos, mas la señora que compartió el techo conmigo al hijo de ella yo lo quería

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