San Sebastian De Los Reyes
rjuvelian22 de Febrero de 2014
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Grandes patriotas de San Sebastián
San Sebastián de los Reyes no tuvo la fortuna de haber dado grandes figuras a la epopeya, pero la luz de sus hijos también destella en los cielos de la Patria. Aun cuando puedan considerarse que no son estrellas de primera magnitud, si encienden la inmensa luminaria heroica y muchos nombres no los recoge la historia. Próceres que dieron su grito de libertad en la lucha independentista; “sangre de sus hijos y cal de sus huesos están regados anónimamente por mil caminos venezolanos…”.
Entre ellos el Teniente de Infantería Francisco Muñoz, el Capitán de Caballería Francisco Antonio Lorca, los Generales Wenceslao Casado y José Antonio Lara. También quienes representaron a la noble ciudad el 05 de Julio de 1811, Francisco Javier Ustàriz, Martín Tovar Ponte y Felipe Fermín Paúl. Don Guillermo Zarrasqueta, Alcalde y Presidente de la Congregación Electoral del Cantón compuesto por los Distritos San Sebastián, Orituco y Valle de la Pascua. Zarrasqueta fue fusilado por orden de Boves en la Plaza Mayor de San Sebastián el 25 de Agosto de 1814. A todos ellos y otros tantos mas, gratitud, devoción y recuerdo. Sus nombres y su ejemplo deben servir de enseñanza y orgullo al Estado Aragua.
TENIENTE FRANCISCO MUÑOZ
El Teniente de Infantería Francisco Muñoz nació en San Sebastián de los Reyes en 1801, pues según su Hoja de Servicio en noviembre de 1830 contaba 29 años de edad. El 1° de marzo de 1816, muchacho apenas adolescente de 14 años, entraba a servir de soldado en el Batallón Barlovento y como tal participó ese año y el siguiente en la Campaña del Centro. En agosto de 1817 pasó al Batallón Valeroso, y por su comportamiento denodado fue nombrado Cabo 2° el 1° de octubre de ese año 17, y seis meses más tarde era ascendido a Cabo 1°. Con este rango luchó bajo las órdenes del General José Francisco Bermúdez, en la región oriental. El 30 de mayo de 1818 sufrían la derrota del Puerto de la Madera, a una legua de Cumaná, ganada por el Gobernador realista Tomás de Gires. Bajo las órdenes del Coronel Domingo Montes peleó en Carúpano, y a las del General Agustín Armario en Güirintar.
En marzo de 1819 pasó Muñoz al Batallón Restaurador, y el 10 de julio era ascendido a Sargento 2U. Un año después, el 20 de julio de 1821 era ascendido a Sargento 1°. Con este grado combatió a las órdenes del General Bermúdez en el sitio y toma de Cumaná, el 16 de octubre de 1821, que marcó la liberación definitiva de esta ciudad. En agosto de 1823 el Sargento Muñoz pasaba a servir en el Batallón Anzoátegui, llamado también Valeroso Anzoátegui de la Guardia. Participó luego en la Campaña Libertador del Perú, y el Consejo de Gobierno de esa Nación le conferia el 6 de agosto de 1826, la Medalla y Busto del "Padre Insigne de la Patria Simón Bolívar". Conforme al Diploma firmado por el vicepresidente Hipólito Unanue: "Esta prenda de valor inestimable a los ojos de la libertad y de la justicia, al paso que acredita la gratitud peruana, debe mirarse como el más honroso distintivo de los calores varones, que reuniendo sus esfuerzos a los del primer campeón de la independencia, han cooperado a romper nuestras cadenas, y a establecer el imperio de la voluntad general. Por tanto, conformándose con el artículo 9° del mismo decreto, ha dispuesto se conceda una de aquellas al Teniente Francisco Muñoz, para que lleno de un noble orgullo por la parte que le ha cabido en empresa tan heroica, pueda trasmitirla a sus descendientes como un testimonio de recompensa a sus virtudes, y de reconocimiento al héroe, en cuyo honor es instituida".
Aún cuando en dicho Diploma se le daba el titulo de Teniente, quizás porque alcanzó ese grado en el Perú, en su Hoja de Servicio seguía apareciendo como Sargento 1°, grado en el cual tenía 6 años y medio. Al llegar el Libertador a Caracas en 1827, en su último viaje a la tierra natal, reparaba este injustificado olvido. El 5 de febrero de 1827 el Libertador ascendía a Muñoz, a Segundo Subteniente vivo y efectivo de la Guardia, con antigüedad de 13 de junio de 1826. Cuatro meses después, el 11 de junio de ese año 27, el Libertador volvía a ascenderlo a Segundo Teniente de la Primera Compañía del referido Cuerpo.
En 4 de diciembre de 1830 se le daba licencia indefinida al Teniente Francisco Muñoz, con goce de la tercera parte de su sueldo. Al año siguiente se le volvía a llamar temporalmente al servicio, y en 1837 era designado por el Presidente Soublette, Ayudante Mayor del Batallón de Milicias de Cumaná. Había casado en esa ciudad de Cumaná con Dionisia Acuña, nativa de allí, y procrearon un hijo nombrado Pedro Toribio, cuyos padrinos fueron Bartolomé Milá de la Roca y Egidia López. El Teniente Muñoz hizo de Cumaná su segunda tierra natal, y allí fallecía el 12 de octubre de 1852.
CAPITÁN FRANCISCO ANTONIO LORCA
El Capitán de Caballería había nacido posiblemen¬te en 1780, pues al ser licenciado en 1830 decía tener 50 años de edad. Su actividad militar fue muy intensa desde los mismos inicios de la revolución, participando en más de 25 combates y acciones y derramando su sangre. Es verdaderamente asombroso, que no obstante haber recibido en las primeras luchas dos gravísimas heridas en la cabeza, que le hienden el cráneo y le reducen su capacidad operativa, continúa participando con la misma intrepidez en el resto de la guerra.
Al iniciarse los primeros movi¬mientos revolucionarios, Lorca se afilia decididamente a la causa republicana. El 4 de mayo de 1812 sentaba plaza de Teniente en el Escuadrón de Caballería de Guaruto, en Maracay, a las órdenes del Comandante General de Caballería Gregorio Mac Gregor. Cuatro días después entraba en acción, y a las órdenes del dicho Jefe se batía en Los Guayos contra Monteverde, que los derrotó. Con este mismo Jefe participaba días más tarde en el combate del Portachuelo de Guaica, en donde triunfaron del enemigo. A las órdenes del Generalísimo Francisco de Miranda combatía en el mes de junio de ese año 12, en las acciones triunfantes de La Victoria y las alturas de la Otra Banda en esta misma ciudad, contra Monteverde.
Después de la victoriosa Campaña Admirable, Lorca volvió ardorosamente a la lucha. En el Escuadrón 1° de Aragua y bajo las órdenes del Libertador, combatía en ese año 13 en los triunfos de Bárbula el 30 de septiembre contra el Coronel Remigio Bobadilla, y en los de Vigirima contra el Coronel José Miguel Salomón, del 23 al 25 de noviembre. A finales de ese mismo año 1813 y a las órdenes del Comandante José Jugo, luchaba en la Guerrilla de La Arenosa. El 3 de febrero de 1814 combatía a las órdenes de Campo Elias contra Boves, en la batalla de La Puerta, y recibieron una fuerte derrota. Bajo el mismo Campo Elias acudía luego a La Victoria, en auxilio del General José Félix Ribas, en donde entraron triunfantes. A continuación forma parte de la Guerrilla de Las Guasonas, bajo el Comandante Francisco Ponce. El 25 de marzo de ese año 1814 a las órdenes del Libertador, combate victoriosamente en la acción de San Mateo contra Boves, y luego en la de Macapo. Bajo et comando del Coronel Tomás Montilla pelea otra vez contra Boves en el triunfo de Yuma. En la jornada que hizo de Valencia al Arao y en su encuentro con una partida realista en el sitio de Los Pegones, recibió dos tremendas heridas en la cabeza y estuvo a punto de perder la vida. El General Santiago Marino a cuyas órdenes iba, certificaba años más tarde: "me consta que el Capitán de Caballería Francisco Antonio Lorca, mandando como Teniente un piquete de su arma, entre Los Pegones y El Arao el año de 1814 sostuvo un choque de armas con fuerzas mayores del enemigo, resultando gravemente herido en el pescuezo y en la cabeza y perdiendo una porción del cráneo, de modo que puede decirse salvó milagrosamente; llevando desde entonces su vida sumamente expuesta, como puede suponerse que la tiene un hombre que tiene el cerebro descubierto en la parte superior de la cabeza, no obstante lo cual prestó después muchos e importantes servicios". Convaleciente todavía de esas heridas volvió a entrar en acción, y participó en la batalla de Maturin el 11 de diciembre de ese año 14, a las órdenes de los Generales Ribas y Bermúdez.
Desperdigado después en esos llanos orientales, al reiniciarse la lucha se reincorpora en el Escuadrón Cha-viripa, a las órdenes del General Manuel Sedeño, y toma parte en diversas escaramusas. En esa situación tan fluida que se vive en esa época en aquellos llanos, de marchas y contramarchas, de huidas y ataques, de partidas que se formaban y deshacían y volvían a rehacerse, Lorca actúa también bajo el comando de los Generales Bermúdez y Piar. En 1817 había pasado a Guayana y a las órdenes del General Manuel Piar triunfa en la batalla de San Félix. Poco después a las órdenes del Libertador, participa en el sitio y expugnación de Angostura. El 8 de octubre de ese año 17 era ascendido a Capitán, y con tal grado concurre al año siguiente a la Campaña del Centro. A las órdenes del Libertador participa en las acciones de la Mesa de Calabozo, el 12 de febrero de 1818, contra el General Pablo Morillo, y en la del Sombrero al 16 de dicho mes, también contra Morillo, Fue enviado en comisión por el Libertador a las Plantaciones de Guaruto, a reunir la gente que pudiese acompañarle, y trajo de allí 300 hombres que se incorporaron al Ejercito Patriota.
Combatió en la Batalla del Semen, el 16 de marzo, en donde fueron derrotados por Morillo; y el 26 de marzo en Ortiz contra el General La Torre. Participó luego en la expedición del General José Antonio Páez
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