Análisis de artículo “Eficacia de las órtesis AFO, sobre la marcha en pacientes con accidente cerebrovascular”

MEDRANO RAMÍREZ MARAYANI.[pic 1]

FISIOTERAPIA.

ÓRTESIS Y PRÓTESIS.

Análisis de artículo “Eficacia de las órtesis AFO, sobre la marcha en pacientes con accidente cerebrovascular”

Resumen:  

El accidente cerebrovascular se considera como un trastorno en el que una determinada parte del encéfalo se afecta de forma transitoria o permanente por una isquemia o una hemorragia. Es una causa principal de discapacidad permanente en los adultos, teniendo una taza alta de mortalidad. Esta patología presenta cambios sensoriales, motores, cognitivos y emocionales.

Este artículo tiene como objetivo analizar la eficacia de las órtesis sobre la marcha en pacientes que presentan esta patología.

Introducción:

El ACV es definido por la OMS como un síndrome clínico que se desarrolla de manera rápida a causa de una perturbación focal de la función cerebral de origen vascular y éste tiene más de 24 de duración. Se debe tomar en cuenta que las consecuencias que se lleguen a tener dependen del área afectada y el tamaño de la lesión que se presenta en el cerebro. También se denomina como un ataque cerebral o ictus.

El ictus se considera como una patología principal de muerte y discapacidad a nivel mundial; y gracias a los conocimientos adquiridos y avances en la tecnología la tasa de mortalidad se ve considerablemente disminuida, convirtiéndose en una afección crónica con múltiples impactos en la salud, teniendo consecuencias a largo plazo como discapacidad física, deterioro cognitivo, fatiga y problemas psicológicos.

Se ha tomado en cuenta que el ictus llega a ser la primera causa de mortalidad entre las mujeres en España y la segunda causa entre los hombres, estos datos son obtenidos por el INE en el año 2014. Ésta patología es más frecuente a partir de los 55 años y el riesgo aumenta con la edad.

También es denominado como ACV o enfermedad vascular como un trastorno en el cual una determinada parte del encéfalo se encuentra afectado de forma transitoria y o permanente, esto es posible que suceda por una isquemia o bien por una hemorragia.

Sí sucede una manifestación brusca se conoce como Ictus, esto quiere decir que se presenta de manera súbita y violenta. Es por ello que se denomina como un trastorno brusco del flujo sanguíneo del cerebro que altera de manera transitoria o permanente la función de un área del encéfalo.

Estos se pueden determinar por medio de diversos subtipos siguiendo varios criterios.

En 1990 el NINDS realizó una clasificación del ictus en función de su presentación clínica, mecanismos patogénicos y sus lesiones anatomopatológicas (asintomática, disfunción cerebral focal, ictus, demencia vascular y encefalopatía hipertensiva).

El ictus isquémico o infarto cerebral se produce como consecuencia de la falta o disminución de aporte sanguíneo al cerebro, esto puede ser originado por la obstrucción de una arteria del cuello o de la cabeza como consecuencia del crecimiento de arterioesclerosis, debido a una hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, tabaco y factores de riesgo vascular en general. Estos se denominan aterotrombóticos o trombosis cerebral.

Se puede distinguir la tipa focal, que afecta a una sola área del encéfalo y la global conlleva a una afectación difusa. Se clasifica según la duración del proceso isquémico, que puede ser transitorio, es decir, son episodios breves de disfunción neurológica de 2 a 15 minutos de duración, sin dejar un déficit persistente.

Los ictus hemorrágicos son originados por la rotura de un vaso sanguíneo del cerebro, produciéndose un deterioro cerebral por un aporte excesivo de sangre al cerebro, causando un cuadro clínico grave y este es denominado como hemorragia cerebral.

Un ACV, depende de cuánto tiempo el cerebro ha estado sin flujo sanguíneo y según la parte afectada, da lugar a discapacidades temporales o permanentes como:

• Dificultar para hablar o tragar.
• Parálisis o pérdida de movimiento muscular.
• Dolor.

Los déficits neurológicos perjudican el control motor voluntario de la extremidad afectada, esto es generalmente en una sola parte del cuerpo. En su mayoría los pacientes con esta patología presentan afectación en los miembros inferiores, experimentando debilidad muscular y el pie caído, deteriorando la marcha, transferencia de cargas, perdiendo el equilibrio, falta de coordinación, aumento del tono muscular pasivo y espasticidad, aumentando el riesgo de caídas.

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