Avances y perspectivas del Futuro en la Farmacia Clínica
Itzel Báez JiménezTarea28 de Julio de 2017
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Introducción
La Farmacia Clínica abrió un nuevo marco de trabajo y de ejercicio profesional de la farmacia hacia una intervención farmacéutica orientada al paciente. Hasta este momento, la práctica farmacéutica hacía énfasis en el medicamento como producto y no prestaba especial atención a los efectos que el fármaco podía tener para los pacientes, a los errores de medicación, a los problemas derivados del uso o mal uso de medicamentos y mucho menos a los resultados obtenidos con los tratamientos farmacológicos.
La Farmacia Clínica se ha desarrollado principal y casi exclusivamente en los hospitales, donde la relación con el médico es mucho más intensa y donde el farmacéutico tiene fácil acceso a los datos clínicos de los pacientes.
Pero la Farmacia Clínica ha tenido escaso eco entre los farmacéuticos de Oficina de Farmacia que desde el principio interpretaron, erróneamente, que Farmacia Clínica estaba únicamente relacionada con la Farmacia Hospitalaria y que, consiguientemente, era un tema poco menos que incompatible con su actividad como farmacéuticos comunitarios.
Avances y perspectivas del Futuro en la Farmacia Clínica
Farmacia clínica
La farmacia clínica es una especialidad de las Ciencias de la Salud, cuya responsabilidad es asegurar la utilización segura y adecuada de medicamentos en pacientes, a través de la aplicación de funciones y conocimientos especializados en la atención al paciente, y que necesita formación especializada y/o aprendizaje estructurado. Esto requiere el razonamiento en la recogida e interpretación de los datos, la implicación específica del paciente e interacciones interprofesionales directas.
Describe los conocimientos, las habilidades y las actitudes que requiere el farmacéutico para contribuir al cuidado de los pacientes.
Funciones de la farmacia clínica:
- La información sobre medicamentos a otros profesionales de la salud.
- Asegurar el correcto uso de los medicamentos por los pacientes a través de registros farmacoterapéuticos en su historia clínica.
- Seguimiento de los tratamientos farmacológicos incluido la petición e interpretación de datos de laboratorio (fármacos, bioquímica, microbiología, genética, etc...).
- Informar y asesorar a los pacientes sobre su medicación.
- Participar en la atención médica de urgencias.
- Informar y asesorar sobre temas sanitarios a la sociedad en general.
- Realizar estudios de utilización de medicamentos y auditorías terapéuticas.
- Elaboración y seguimiento de los protocolos de Nutrición Parenteral y Enteral.
- Consultoría farmacoterapéutica en equipos de Oncología, Enfermedades Infecciosas (SIDA).
Antecedentes históricos
La farmacología clínica comenzó a gestarse en algunos países europeos hace ya varias décadas. Esta disciplina surgió como respuesta a la preocupación de los profesionales de la salud y del público en general en relación a la eficacia y seguridad de los medicamentos. Uno de los acontecimientos que precipitó su desarrollo fue el desastre terapéutico de la talidomida a principios de la década de los 60.
La talidomida, un medicamento que había sido aprobado por las autoridades de varios países europeos y era ampliamente utilizado en embarazadas, produjo una alta incidencia de focomelia en niños nacidos de madres que lo habían usado. El desastre producido por este fármaco fue un elemento sensibilizante del cuerpo médico y la opinión pública sobre el tema de la seguridad de los medicamentos, un concepto no muy arraigado en la conciencia pública hasta ese momento. Esta toma de conciencia movió a los gobiernos de algunos países a establecer organismos para la regulación y el control de los nuevos medicamentos que se incorporaban al arsenal terapéutico.
Hasta hace unos años el farmacéutico tenía cometidos bastante claros y no se cuestionaba si su preparación universitaria era excesiva o inadecuada para sus acciones profesionales. Sin embargo, en el presente siglo los grandes avances científico-tecnológicos que permitieron la elaboración industrial de medicamentos produjeron una disociación entre la preparación universitaria del farmacéutico y sus acciones, especialmente en las farmacias privadas y asistenciales. Los farmacéuticos comenzaron a sentirse frustrados, porque gran parte de los conocimientos científicos adquiridos durante su formación debían relegarse y finalmente perderse, pues ya no eran aplicados en forma permanente. La literatura norteamericana comenzó entonces a mencionar que gran parte de los farmacéuticos se habían convertido en simples dispensadores de productos elaborados por otros y que, además, se habían alejado del equipo de salud y del paciente.
A partir de esas inquietudes nació un movimiento profesional que, cuestionándose su formación y sus acciones, determinó cómo se podían corregir los problemas que se estaban detectando. Así, a fines de la década de 1960 comienza a hablarse de una nueva disciplina, la farmacia clínica. Esta nueva disciplina, muy mal definida en sus comienzos, permitiría a los farmacéuticos participar nuevamente en el equipo de salud, aportando sus conocimientos para mejorar el cuidado de los pacientes. Esa participación se lograría en virtud de modificaciones notables en la administración y acciones de los servicios de farmacia en los hospitales, y mediante algunos cambios en la educación universitaria, tendientes a dar mayor importancia a algunas materias e incluir otras nuevas.
En su etapa inicial se dieron diferentes definiciones a la farmacia clínica. Por ejemplo, se decía que era una farmacia orientada, en forma equivalente, al medicamento y al individuo que lo recibe. También se decía que era una farmacia realizada al lado del paciente. En la actualidad, el Committee on Clinical Pharmacy, de la Asociación de Farmacéuticos de Hospital de los Estados Unidos, la define de la siguiente manera:
"La farmacia clínica es una ciencia de la salud, cuya responsabilidad es asegurar, mediante la aplicad de conocimientos y funciones relacionados con el cuidado de los pacientes, que el uso de medicamentos sea seguro y apropiado, y que necesita de una educación especializada y/o adiestramiento estructurado. Requiere, además, que la recolección e interpretación de datos sean juiciosas, que exista motivación por el paciente y que existan interacciones interprofesionales".
En 1969 se reunió en Ginebra un Grupo de Estudio sobre la Farmacología Clínica, convocado por la OMS. Diversas razones indujeron a celebrar la reunión en ese momento: en primer lugar, la necesidad de promover la formación de farmacólogos clínicos para hacer efectivo el cumplimiento de las diversas resoluciones de la OMS sobre eficacia terapéutica e inocuidad de los medicamentos: en segundo lugar, In necesidad de delimitar claramente las actividades de la nueva disciplina y en tercer lugar. La importancia de estudiar en todo el mundo los medicamentos de una manera científica y coordinada.
La farmacología clínica debe ser considerada una actividad multidisciplinaria que surge como resultante de la toma de conciencia de que deben ser tenidos en cuenta diversos factores como la farmacocinética clínica, interacciones medicamentosas, efectos adversos, toxicidad, metabolismo, influencia genética ambientales para un uso racional, seguro y eficaz de los medicamentos.
Áreas de aplicación de la farmacia clínica
Aun cuando la farmacia clínica nació como disciplina aplicable a las acciones del farmacéutico en el área asistencial, hoy en día no se puede desconocer que sus objetivos son válidos en prácticamente todos los ámbitos de ejercicio profesional. Así, entonces, pueden existir acciones que compartan el propósito del uso adecuado de los medicamentos en:
- Farmacia asistencial, con inclusión tanto de la farmacia hospitalaria como de aquélla en atención primaria.
2. La oficina de farmacia privada.
3. La industria farmacéutica.
4. Las agencias reguladoras de medicamentos.
5. La docencia y la investigación.
En el ámbito asistencial es donde el farmacéutico clínico podrá cumplir más fácilmente con la integración al equipo de salud, pues ahí es donde el equipo está completo. También es ahí donde podrá participar activamente en la racionalización del uso de los medicamentos dentro de la institución y podrá establecer programas definidos de educación de los pacientes. Asimismo, podrá participar en la formación de otros farmacéuticos y profesionales de la salud, estudiar los problemas asociados al uso de los medicamentos y entregar información sobre ellos.
De este modo, algunas de las acciones clínicas emprendidas en el ámbito asistencial son las que se exponen a continuación.
- Desarrollo de métodos de dispensación de medicamentos que, junto con agilizar el proceso, permitan una disminución de los errores de administración y aseguren un manejo eficiente de los recursos humanos y económicos de la farmacia de la institución.
- Establecimiento de farmacias satélites que acerquen al farmacéutico al equipo de salud y agilicen la dispensación de medicamentos y la entrega de asesoría sobre el buen empleo de ellos.
- Desarrollo y mantención de unidades de adición de solutos a soluciones parenterales de gran volumen, en especial de aquellos empleados en la nutrición parenteral y en los tratamientos antineoplásicos.
- Participación directa, a través del comité de farmacia y terapéutica, en la decisión del arsenal farmacológico del establecimiento, como también en el estudio de su empleo, la corrección de éste cuando sea inadecuado y la investigación de los problemas asociados a la terapia medicamentosa (reacciones adversas, interacciones, incompatibilidades).
- Participación directa en otros comités técnicos destinados a permitir mejores relaciones costo-eficacia y riesgo-beneficio de los medicamentos, como son, por ejemplo, los comités de control de infecciones intra hospitalarias.
- Desarrollo y mantención de centros de información de medicamentos y/o tóxicos.
- Establecimiento de laboratorios de farmacocinética clínica, donde además de medir las concentraciones de medicamentos en fluidos biológicos se interpreten y se aconseje al equipo de salud sobre las modificaciones posológicas que permiten alcanzar el efecto farmacológico esperado.
- Desarrollo y participación en programas de educación de la población atendida en el establecimiento que promuevan el cuidado de la salud, mejoren el cumplimiento de los tratamientos prescritos, eviten el desarrollo de problemas como las reacciones adversas y las interacciones de medicamentos, y, en general, promuevan el uso racional de los servicios de salud y los medicamentos.
- Realización de investigaciones tendientes a estudiar el costo / beneficio de las acciones farmacéuticas, el riesgo / beneficio y costo / beneficio de la utilización de medicamentos, de las reacciones adversas a medicamentos, etcétera.
A partir de lo reseñado, es fácil darse cuenta de que las acciones de farmacia clínica en el ámbito asistencial prácticamente no pueden disociarse de las acciones que tradicionalmente ha realizado la farmacia asistencial. De hecho, para algunos, la farmacia clínica, más que una disciplina distinta, debe considerarse como un concepto ético-filosófico que guía el actuar del profesional farmacéutico moderno.
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