Comunicacion No Verbal
Enviado por nexoni • 12 de Octubre de 2011 • 9.708 Palabras (39 Páginas) • 865 Visitas
1. UNA CIENCIA INCIPIENTE
La comunicación no verbal ha estado presente en la conciencia de escritores,
pintores, actores y psiquiatras mucho antes que en las mentes de los científicos. Los
primeros estudios se centraron en las expresiones del rostro; los psicólogos, después
muchas investigaciones llegaron a la conclusión de que el rostro no expresaba las
emociones de una forma infalible y segura. Al mismo tiempo los antropólogos
afirmaron que los movimientos corporales no son casuales, sino que se aprenden, pero
no intentaron descifrar el código de los movimientos corporales.
La investigación de la comunicación no es exclusiva a una ciencia sino que está
presente en: la psicología, psiquiatría, la antropología, la sociología y la etología.
Es una ciencia nueva pero muy controvertida que plantea discrepancias respecto a su
metodología, conclusiones, puntos de vista etc. Los psicólogos aíslan las unidades de
conducta para su estudio. Una gran parte de la muestra que utilizan para sus
investigaciones son universitarios, que son filmados en laboratorios mientras realizan
una tarea para distraer su atención, obteniendo los resultados de los experimentos
mediante análisis estadísticos de su comportamiento no verbal. Los especialistas en
cinesis, suelen utilizar las concepciones sistemáticas y niegan la validez de los estudios
sobre comunicación basados en las unidades separadas, ya que suelen dejar de lado las
interrelaciones entre las partes, característica indispensable de los sistemas. Por otro
lado prefieren realizar sus filmaciones en lugares cotidianos en los que todos nos
movemos a diario y donde es más fácil que no se produzcan conductas artificiales. Estos
especialistas han conseguido descubrir una amplia gama de reacciones y señales que
sólo se pudren apreciar conscientemente vistos a cámara lenta por su velocidad y
sutileza, pero que transmiten un mensaje. Los psiquiatras afirman que la forma de
moverse de un individuo puede ser un indicador de su carácter, emociones, y reacciones
ante otras personas. Muchos de estos científicos han utilizado las filmaciones para
estudiar el comportamiento de sus pacientes y como instrumento en el proceso
terapéutico; los pacientes al verse en las películas experimentan reacciones y aprenden
de su comportamiento.
2. INDICADORES DE SEXO.
Hay diversidad de opiniones respecto a si el distinto comportamiento que se observa
entre los diferentes sexos es fruto de las diferencias biológicas o aprendido. Los
especialistas en cinesis han demostrado que los seres humanos tenemos diferencias
puramente biológicas entre sexos al nacer y que conforme los niños/as se desarrollan, se
convierten en diferencias de comportamiento derivadas del trato que han recibido, ya
que desde la sociedad se inculca o permite, y fomenta en los niños, pautas de
comportamiento que se suponen apropiadas a su condición de hombre y rechaza o
“castiga” comportamientos que no concuerda con los patrones de conducta de un
hombre. Lo mismo sucede con las niñas. Esa aprobación o reprobación se transmite
tanto mediante comunicación verbal como no verbal.
Hay un determinado momento en el desarrollo de los niños en el que comienzan a
moverse y comportarse como chicos o chicas, y esto es más aprendido que innato,
variando en cada cultura. No se sabe a ciencia cierta cuando el niño aprende los
indicadores de sexo ni cuando empiezan a hacer uso de ellos. Uno de estos indicadores
es la pelvis, que los hombres echan hacia atrás y las mujeres hacia delante, en el
momento en que el individuo está listo para cortejar.
La antropóloga Margaret Mead señala que muchos de los comportamientos
masculinos y femeninos son fruto de la cultura, señala también que dichos patrones de
conducta pueden ser consecuentes o no con el individuo.
Ray Birdwhistell, precursor de la cinesis ha demostrado que los movimientos
corporales masculinos y femeninos se aprenden en la niñez, por influjo de la cultura y
no están predeterminados por la biología.
Birdwhistell estudió los indicadores del sexo en siete culturas totalmente diferentes
y descubrió que aparte de los indicadores de masculinidad y de feminidad, y partiendo
de estos, se pueden distinguir mujeres masculinas y hombres femeninos. Gracias a estos
estudios se ha podido deducir que los indicadores de sexo son una respuesta para poder
dar solución a la necesidad de diferenciación que hay entre los sexos. El ser humano no
diferencia entre varón y mujer por una sola característica sexual sino por un conjunto de
las mismas, y por sus diferencias al moverse. La manera de vestir y peinarse son
convencionalismos que ayudan en la diferenciación
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