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Costas Panameñas


Enviado por   •  14 de Abril de 2016  •  Documentos de Investigación  •  7.017 Palabras (29 Páginas)  •  276 Visitas

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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

“UMECIT”

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS

ESCUELA DE TURISMO BILINGÜE

ZONAS COSTERAS DE PANAMÁ

POR: JUAN ESTEBAN GONZÁLEZ ROLDAN RN2759-7861

FACILITADOR: DANIEL DELGADO

CUATRIMESTRE #7

FECHA DE ENTREGA: 20/02/2016

Índice

Introducción

3

Capítulo 1 “Las Costas Panameñas”

4

Capítulo 2 “Turismo de Sol y Playa”

Capítulo 3 “Los Manglares”

Conclusión

Bibliografía

Introducción

Antes de crearse el actual istmo, las aguas cubrían la zona del actual Panamá. Una gran masa de agua separaba los continentes de América del Norte y del Sur, lo que permitía a las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico mezclarse libremente. Bajo la superficie, dos placas de la corteza terrestre se desplazaban lentamente, obligando a la placa del Pacífico a deslizarse bajo la placa del Caribe. La presión y el calor causado por esta colisión tectónica llevaron a la formación de volcanes submarinos, algunos de los cuales crecieron lo suficiente como para conformar islas hace unos quince millones de años. Mientras tanto, el desplazamiento de las dos placas también fue empujando al fondo marino, obligando lentamente a emerger algunas zonas sobre el nivel del mar.

Con el tiempo, grandes cantidades de sedimentos (arena, lodo y barro) de Norte y Suramérica rellenaron las zonas existentes entre la nueva formación de islas. Durante millones de años, los depósitos de sedimentos ampliaron las islas, vinculándolas, originando hace unos tres millones de años la formación de un istmo, entre el Norte y el Sur de América, con una riqueza incomparable ya que de esta manera Panamá nos regala su belleza con las costas tanto del Océano Atlántico como del Océano Pacifico.

Capítulo 1 “Las Costas Panameñas”

El tipo de costas panameñas se caracterizan en general, no sólo por su formación geológica, sino por sus muchas sinuosidades, desprendimientos y frecuentes cambios de orientación.

La forma ístmica del país les asigna una considerable extensión en los dos mares con los cuales limita, y la Cordillera Central, y sus ramificaciones determinan que sus orillas sean bajas o escarpadas, según que se arriman o alejan del mar.

En oposición al tipo mediterráneo, estas costas, particularmente en el sur, son normalmente planas en tazón de la mayor distancia a que está situado el eje de la Cordillera Central.

Este accidente es particularmente notorio en la extensa porción de la costa chiricana, donde amplios radios sumergidos durante las altas mareas, quedan al descubierto al alejarse las aguas.

También en el SO. De Veraguas, en Los Santos y Coclé; donde en contraste con el N. de Veraguas y Colón, en el Atlántico, es tan escasa en algunos sitios la distancia que separa el mar del mencionado eje, que las estribaciones de la sierra, desgastadas por las olas, se extinguen repentinamente en el mar. Así aparecen grandes escarpados.

Una gran parte de los 1418 km; que tiene de extensión la costa sur, está integrada por terrenos ligeramente inclinados y playas; los estuarios de los trescientos veinte y cinco ríos que desembocan directamente en el mar; esteros, o aparecen invadidos por manglares, espesas selvas y sabanas.

Estas circunstancias favorecen, tanto como los ajustes frecuentes del terreno y desgastes de las olas, la presencia de rompientes en las inmediaciones de la costa donde se han producido hundimientos, aparentemente en épocas muy remotas.

En su recorrido general la costa del Pacífico ofrece las siguientes particularidades, tomando como punto de partida el extremo  O. o frontera con la República de Costa Rica.

De Pta. Burica a Pta. Balsa la costa se extiende con rumbo al NE. y luego de una pequeña inclinación al 0., continúa al N. hasta las inmediaciones de Puerto Armuelles. De allí va al E. y en forma de arco se dirige a la Boca de San Pedro, donde el delta de los ríos Chico, Chiriquí y David, imprimen al lugar una topografía especial; cruzada por numerosos canales, utilizados por los navegantes costaneros.

Una de las rutas principales es la que conduce por el rio Chiriquí al Puerto de Pedregal o David. Puerto que está unido a la ciudad de este mismo nombre por un ramal de ferrocarril.

Entre la Boca de San Pedro y la Bahía de Horconcitos existe un considerable número de ensenadas a las que afluyen pequeños y numerosos ríos y esteros, navegables solamente por embarcaciones planas y por trechos que fluctúan entre unas y tres millas de extensión.

En la boca del rio  Madroñal, Vértice del ángulo que forma la Bahía de Horconcitos, la costa se inclina al SSE. Hasta Boca Chica. A su frente están situadas las islas Almejas, Palenques, Mangle, Brava, Santa Catalina, Paridas, Sevilla, Morritos, Venados y varios promontorios. También algunos bajos que hacen peligrosa la navegación; particularmente en dirección N.

Entre la costa y la isla de Morrito está localizado un canal profundo que se ramifica al N. en forma de “V”. Uno de sus brazos se dirige a la isla de Venados, mientras que el otro lo hace a la desembocadura del rio Fonseca. Este Canal tiene arrecifes en su extremo.

De la desembocadura del río Fonseca al Dupí, la costa va generalmente al E.; dirección que se mantiene hasta Pta. Entrada. Allí están las islas Insólitas y Espartal; el grupo de las Silvas, y aún más al S., el de las Secas.

Desde Pta. Entrada la costa va al SSE. Hasta Bahía Honda, treinta millas distantes del lugar. En el extremo de este largo trecho existe un fondeadero, el más amplio y seguro en todo el litoral. También allí desembocan los ríos Vidal, donde está el puerto de este mismo nombre; La Pita, Tabasará, Bubí, Muerto, Gordo y Lovaina; y están enclavadas las punas Negrita, Pajarón, Muerto, Ventanas, La Corocita y Jabalí. El cayo de los Pájaros, y frente a Pta. Gorda, el grupo de las islas Conteras.

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