Cuidado parental animal: Beneficios y consecuencias en los progenitores y la descendencia en vertebrados
Cristina VenturaDocumentos de Investigación8 de Abril de 2021
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Cuidado parental animal: Beneficios y consecuencias en los progenitores y la descendencia en vertebrados.
Docente: Katya Balta
Alumno: Ventura Cristina.
Índice
- Introducción
- Objetivos específicos
- Metodología
- ¿Qué es el cuidado parental?
- Cuidado parental desde el sentido evolutivo
- Cuidado, gasto e inversión parental
- Cuidado parental hacia individuos o colectivos
- Conflicto Sexual
- Selección sexual y cuidado parental
- Tamaño frente a número de crías
- Cuidado parental en función del sexo de la cría
- El equilibrio de Fisher en la inversión en crías macho y hembra
- Sexo de las crías en función de las condiciones de la madre
- Tipos de Cuidado Parental
- En ovíparos
- Aprovisionamiento de Gametos
- Selección del Sitio de Puesta
- Construcción de Nidos o Madrigueras
- El Cuidado de los Huevos
- Transporte de Huevos
- En Vivíparos
- Viviparidad
- Lecitotrófica
- Matrotrófia
- Oofagia
- Adelfofagia
- Trofodermos
- Placentotrofia
- Cuidado de las Crías
- Transporte de las crías
- Aprovisionamiento de Alimentos
- Cuidados posteriores a la Independencia Nutricional
- El Cuidado de Crías Maduras
- Conclusiones
- Bibliografía
- Introducción
El gasto energético que supone la reproducción en los animales pone a prueba su capacidad de supervivencia a favor de la dispersión de su material genético y la continuidad de la especie, sin embargo, existe un proceso que acarrea aún más desgaste en el individuo post reproducción, el cuidado de las crías.
La mayoría de los progenitores animales pueden darse el lujo de desligarse de cuidados posteriores al alumbramiento, pues tienen la capacidad de producir descendientes pequeños en cantidad (mayormente en forma de huevos), estos son abandonados y su supervivencia depende únicamente de ellos, del entorno y de la suerte. Lo apuesto a ello sería la estrategia comportamental y evolutiva acogida por algunos animales, que realizan una inversión parental para aumentar la posibilidad de la durabilidad de su especie, la eficacia biológica en sus descendientes. Esta planificación significa mucho esfuerzo de parte de los procreadores que tienen pocos descendientes para darle a cada uno de estos una mayor probabilidad de sobrevivir hasta llegar a la etapa de reproducción, a esto se le llama cuidado parental.
- Objetivos específicos
- Comprender el riesgo que conlleva el cuidado parental desde la concepción hasta la independencia de la cría.
- Reconocer los beneficios, desventajas, y consecuencias del cuidado parental.
- Inferir la influencia del conflicto sexual en el cuidado de las crías.
- Metodología
Para esta investigación nos remitimos al inicio sobre la información base del comportamiento animal de Darwin para introducirnos en el tema. Para responder el cuestionamiento sobre “¿Qué es el cuidado parental?”, tenemos a Carranza y su cátedra sobre el sentido evolutivo del cuidado parental, el conflicto sexual en ello, y las diferencias entre cuidado, gasto e inversión parental. La división de los tipos de cuidado parental ovíparas y vivíparas recuperado de un ensayo de la Universidad de Oxford, mientras que la viviparidad es cortesía de la investigación de la FAO sobre la Pesca Fluvial y su detallada descripción de los organismos que conforman el grupo de peces fluviales. Además, debemos la claridad y síntesis de las consecuencias del cuidado parental a Ruiz-García y su artículo académico: “Cuidado parental y selección sexual: Causas y consecuencias en el mundo animal y los humanos.”
- ¿Qué es el cuidado parental?
- Cuidado parental desde el sentido evolutivo
La adaptación evolutiva del cuidado parental es el mecanismo por la cual el individuo que se reproduce no solo hace de sus crías copias de su material genético, sino que también se ocupan, aun a costa de sus reservas energéticas o la posibilidad de reproducción futura, de aumentar las posibilidades reproductivas de esas crías.
La reproducción es injusta, las hembras hacen una mayor inversión energética, pues la producción de óvulos lo exige, sin embargo, en algunos casos esta inversión es mínima comparada con la que exige el desarrollo de la cría. Esta inversión no solo parte desde la fecundación, en ciertas ocasiones se necesita la preparación de nidos o madrigueras mucho antes de la formación de gametos y el alumbramiento de estos como individuos. El cuidado del sitio de puesta o de crianza, la alimentación, la defensa ante depredadores y demás necesidades de la lechigada trae consigo conflictos sexuales e incluso parentales, en donde incluso en la misma camada, solo el más fuerte recibirá el cuidado necesario para sobrevivir.
- Cuidado, gasto e inversión parental
Dentro del tema del cuidado parental hay que hacer una diferencia de términos entre cuidado, gasto e inversión.
Llamamos cuidado parental a toda acción de los progenitores que podrían favorecer el éxito de las crías, se habla en cambio de inversión parental cuando los cuidados hacia la cría suponen una reducción del éxito reproductivo de los progenitores a futuro. Esto se puede medir en comida aportada, tiempo empleado o espacio recorrido.
Se puede diferenciar también el gasto del esfuerzo, por ejemplo, gasto para energía, comida o leche y esfuerzo para tiempo empleado o distancia recorrida.
La unidad de cuidado parental que repercute directamente en el éxito de la cría es el gasto y no la inversión, la descendencia se verá directamente beneficiada por unidades de gasto parental como la comida, y no por la inversión que signifique para sus padres, sin embargo, estos regularán el gasto que estén dispuestos a dar en función de la cantidad de inversión que repercuta en ellos.
- Cuidado parental hacia individuos o colectivos
Los distintos tipos de cuidado parental se dividen según a quien va dirigida, si hacia la cría individual o hacia la lechigada en conjunto. Por ejemplo, el alimento será dividido entre las crías individualmente, pero la vigilancia y la defensa contra depredadores se da al conjunto de crías en general. La relación que existe entre el gasto parental y el beneficio en la cría es diferente en ambos casos. Así, cuando el cuidado debe darse a cada cría en particular el beneficio decrece según el número de crías.
- Conflicto Sexual
Después de la fecundación, el nuevo subproducto resultante debe ser provisto de energía, y aunque la madre aporto gran parte de ello en el óvulo, el quien proveerá el resto de energía da paso a un conflicto entre los progenitores. Ambos tienen interés en el éxito de la cría, sin embargo, el material genético de ambos es distinto y tiene una distinta lucha por la reproducción, por lo que el individuo reproductor se verá beneficiado si su compañero es quien asume los cuidados. Trivers (1972) sugiere que, una vez que ella ha colocado más recursos que el macho en cada gameto, la pérdida para ella es mayor si el hijo muere. No obstante, la selección favorece las decisiones en función de expectativas de éxito de reproducción futuro y no en función de recursos gastados previamente, y si aun así a la hembra le queda poco presupuesto para fabricar nuevas crías en caso de pérdida de las actuales, tendrá más interés que el macho la supervivencia de la camada, lo cual favorecerá el cuidado uniparental por su parte. Por ejemplo, si las posibilidades de futuros apareamientos de los machos son muy altas y éstos siempre desertan, la selección se hace más fuerte sobre las hembras para que sean capaces de sacar adelante a las crías ellas solas. O, por el contrario, si las hembras son capaces de condicionar su participación en el apareamiento a que el macho contribuya con los cuidados posteriores, las posibilidades de futuros apareamientos para los machos quedan muy reducidas.
En los animales con fecundación interna, resulta más fácil para el macho desertar de las tareas de cuidado parental, dejando a la hembra en la obligación de cuidar de la descendencia si quiere que esta tenga éxito y su inversión de energía inicial no se pierda. En cambio, cuando la fecundación es externa, los gametos femeninos son depositados antes que los masculinos en el sitio de puesta, el macho puede controlar más fácilmente la paternidad de las crías y para las hembras es mucho más fácil optar por desertar y dejar al macho con la decisión de cuidar a la prole o dejar que se pierda la inversión energética. Muchas veces el macho opta por cuidar a las crías gracias a la confianza en la paternidad de las crías. Así, tanto en la mayoría de los peces como en anfibios, parece claro que el cuidado uniparental del macho predomina cuando la fecundación es externa. La solución del conflicto entre sexos depende de múltiples circunstancias que afectan a los costes y beneficios que para cada sexo representan las opciones de colaborar o no en el cuidado parental. Por ejemplo, en algunos peces, un macho puede cuidar de la puesta como medio de aumentar su número de apareamientos, defendiendo un buen lugar donde varias hembras depositan sus huevos (Gale y Deustch 1985). En algunos casos, el cuidado uniparental por parte de la hembra puede darse de manera más fácil cuando esta tiene un periodo fértil corto, por lo cual, tener otra camada de crías es muy difícil.
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