Cultura Y Subjetividad

Resumen de Cultura y Subjetividad – CUATRIMESTRE I (Julio 2013)

El surgimiento de las ciencias sociales (Eliseo Verón)

Para que surja un nuevo campo de hechos que comience a ser estudiado científicamente, es necesario que primero haya un desarrollo de la sociedad que posibilite el surgimiento de dicho campo.

Durante el siglo XX, con la revolución industrial ya consolidada, se produce una expansión del proletariado expresado en la ideología socialista que culmina con el análisis científico de Marx y que tendrá una influencia decisiva sobre las demás ciencias sociales a lo largo del siglo XX.

A su vez, esta expansión provocó que la burguesía industrial tuviera que enfocar su preocupación en un conocimiento de la vida social del hombre que estuviera librado de todo tipo de especulación metafísica y sirviera para lograr, en oposición al Marxismo que afirmaba la necesidad de una acción transformadora de la sociedad, un mejoramiento del organismo social.

Si bien ambas teorías eran antagónicas, ambas coincidieron en la idea principal de eliminar la filosofía y la autoridad religiosa como principal fuente de conocimiento en el campo de la vida social del ser humano.

Podemos encontrar, entonces, dos rupturas que posibilitaron el surgimiento y la construcción progresiva de las ciencias sociales: La primera dada la expansión de la ideología socialista y la segunda por el desprendimiento del sentido común, la metafísica y la teología del campo del conocimiento en el seno social.

En cuanto a la antropología como ciencia, Verón indica que su nacimiento estuvo sustancialmente determinado por la expansión del colonialismo. Este proceso fue el que permitió que, en pocas décadas, se pudiera reunir un gran caudal de información. A través de los estudios de diversos autores, llegaba una ciencia que, a largo plazo, podía llegar a poner en duda que la sociedad industrial, capitalista, blanca y cristiana fuera la única verdaderamente racional en el mundo.

Las tres fuentes de la reflexión etnológica (Levi Strauss)

La etnología tiene por objeto de estudio al hombre y se distingue de las demás ciencias humanas por la gran distancia (en cuánto a espacio, tiempo, formas de vida, pensamiento, etc) que tiene con ese objeto de estudio.

Las sociedades de las que se ocupa un etnólogo, difieren de las estudiadas por las humanidades clásicas u orientales ya que no conocen la escritura ni poseen monumentos representativos que puedan colaborar con su estudio. La etnología, por lo tanto, se verá obligada a buscar nuevas perspectivas valiéndose de todos los medios que tenga a su alcance; situándose lejos o cerca del hombre como ser pensante. Su originalidad, reside en que, por más que sea una ciencia humana, no puede aislarse de las ciencias naturales y sociales ya que varios de sus métodos mantienen una estrecha relación con algunas de estas ciencias. Esta variedad de recursos logrará un salto de calidad del humanismo dado que le permitirá romper con barreras y obstáculos a los que obligatoriamente debe vencer si busca progresar.

Las preocupaciones etnológicas se remontan a una fecha reciente y nacen del encuentro de varias corrientes de pensamiento heterogéneas. Estas influencias estarán dadas por la primer fuente de reflexión:

El descubrimiento del Nuevo Mundo:

Este hecho histórico forzó el enfrentamiento entre dos humanidades, extrañas entre sí en cuando a normas de vida material y espiritual. El hombre europeo se vio perturbado por la posibilidad de que existan otros seres que pudieran ser superior a él y que además, con su aparición, pudieran poner en peligro el divino mensaje.

Es verdaderamente en el suelo americano en donde el hombre empieza a plantearse y a experimentar en carne propia y de forma concreta el problema de sí mismo. Es correcto decir que América está considerada en un lugar de privilegio en los estudios antropológicos por ser considerada responsable de haber colocado a la humanidad frente a su primer gran caso de conciencia: A partir del descubrimiento del nuevo mundo, todo pudo ser puesto en entredicho.

La reacción política e ideológica post revolución francesa:

El inicio del siglo XIX sorprendió a la sociedad europea tradicional con un profundo estado de desintegración: El orden social del antiguo régimen había sido sacudido y la naciente revolución industrial trastornaba los marcos de la vida económica sin que puedan aún discernirse sus nueva estructuras.

Esta crisis provocó que muchas de las antiguas clases privilegiada vieran al progreso como una catástrofe que los maltrató y les privó de sentir su verdadero estilo en la historia humana. Este principio modifica y enriquece la indagación etnográfica desde un punto de partida en el que un hombre que en el pasado había disfrutado de muchas virtudes, hoy se encuentra con las mismas ya desaparecidas.

Sin embargo, también se produjo una transformación importante que fue posible gracias al crecimiento de la población y la multiplicación de las relaciones e intercambios resultantes de la civilización y que estuvo dada por una mezcla de razas que tendieron a homogeneizarse. Esta última transformación preparó el camino para una nueva orientación etnológica.

Origen de las especies y teoría evolucionista de Darwin:

La teoría evolucionista de Darwin iba a suministrar una interpretación global de la historia biológica dentro de la cual los documentos relativos al hombre podían encontrar su lugar adecuado y recibir su plena significación. La concepción de una evolución gradual de las especies sugiere pensar mucho acerca de la historia de la especie humana.

Es así como los objetos de patrimonio de los salvajes pasa a ser considerado como un documento científico de la misma valía que lo son los fósiles. A partir de ahí, no hace falta más que describirlos, clasificarlos e investigar las relaciones históricas y geográficas que los unen y los distinguen con el fin de elaborar una visión coherente de las diferentes etapas por las que ha transcurrido la humanidad.

La etnología, aún las de corrientes más evolucionista, debe sin embargo entender que la transformación de la humanidad no es dada por acumulación de variaciones y selección natural sino por transmisión de técnicas, difusión de inventos, fusión de creencias y costumbres, etc.

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