Documento orientador para elaborar propuestas didácticas

Documento orientador para elaborar propuestas didácticas.

Cada unidad didáctica debe tener una lógica propia que actúe de hilo conductor y articule el currículum (habilidades, conocimientos, actitudes). Este hilo central constituye, por una parte, una propuesta temática y por otra parte, una propuesta didáctica para la unidad.

La propuesta temática presenta una organización de los contenidos curriculares definiendo un argumento o tema común entre ellos. Este debe ser comunicado inicialmente y se mantiene durante la unidad y subunidades.

La propuesta didáctica considera la orientación para el aprendizaje que se le da a este hilo conductor, es decir, la unidad debe definir cómo aprenderán los estudiantes ese hilo conductor; esto último se denomina modalidad de aprendizaje. Así, cada unidad organiza su propuesta didáctica desarrollando, no solo un tema sino una forma de aprender. Esta forma de aprender, entendida como modalidad de aprendizaje, define los tipos de actividades que tendrá la unidad, las que debieran ser puestas al servicio del aprendizaje de contenidos, habilidades actitudes, orientados por esa modalidad de aprendizaje y organizados en torno al hilo conductor y a la consecución de .

Por ejemplo si el hilo conductor es un problema, la modalidad podría ser de resolución de ese problema; si el hilo conductor es una afirmación, la modalidad podría ser de reconocimiento, observación y registro; si el hilo conductor propone un concepto, la modalidad de aprendizaje podría ser de aplicación y transferencia; una hipótesis o tesis podrá ser acompañada de la modalidad de aprendizaje de pensamiento crítico, analítico y reflexivo o de pensamiento creativo, otras posibilidades de modalidad de aprendizaje son el enfoque deductivo e inductivo, entre otros.

Esta modalidad de aprendizaje constituye una definición didáctica ya que define las actividades y recursos que deben estar presentas para poder cumplir con ella. Se espera que estos objetivos distingan a la unidad, orientando así el relato, las actividades, los recursos que se pondrán al servicio de la y el estudiante para que aprendan según los lineamientos de la estrategia. Además, su variación también busca que cada unidad presente una diversificación de formas de aprendizaje.

Las habilidades propuestas para la asignatura de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, son consideradas objetivos de aprendizaje por las bases curriculares. Esto significa que constituyen, en su graduación y desarrollo, contenidos que deben ser aprendidos por los y las estudiantes. Las habilidades, como un proceso o conjunto de procesos, deben ser trabajadas por la unidad propuesta, lo que se manifiesta tanto en el trabajo de las fuentes, con las cuales se construye el conocimiento, como en su relación con la metacognición. La unidad debe modelar y secuenciar el aprendizaje de estos objetivos de aprendizaje, potenciándolos adecuadamente con los procedimientos por eje temático, para así graduar su nivel de complejidad, dominar las técnicas en contextos conocidos y nuevos, y presentar instancias para el trabajo de los y las estudiantes (actividades).

Las habilidades son de pensamiento espacio-tiempo, análisis de fuente, pensamiento crítico y comunicación. El desarrollo de las habilidades recién descritas pueden estructurar la unidad.

Las actividades son parte fundamental de toda unidad didáctica permitiendo la aplicación de procedimientos y habilidades de las disciplinas, y desarrollan la integración de las múltiples dimensiones de la realidad (temporal, económica, social, espacial, política, cultural, etc.). Estas deben ser congruentes con los conocimientos, habilidades, actitudes e indicadores de evaluación propuestos para la propuesta didáctica. Por lo tanto, son las actividades las que ponen en juego el aprendizaje de los estudiantes.

Debido a la importancia del trabajo de los y las estudiantes, las actividades cumplen un rol fundamental en la educación actual y en toda propuesta didáctica, por lo que su creación adecuada considera tres aspectos mínimos:

- Las actividades deben ser pertinentes al currículum de la asignatura y a los lineamientos propuestos por el tema de investigación (monografía seminario de la especialidad) y la didáctica de específica.

- Las actividades deben ser variadas en formato, complejidad y recursos. Todo esto debe decidirse considerando la naturaleza del conocimiento de las disciplinas involucradas en la asignatura (carácter interpretativo de las ciencias sociales), la didáctica específica para cada una de estas disciplinas, las conclusiones o hallazgos realizados por la monografía en seminario de la especialidad y la factibilidad de realización de la tarea.

- Las actividades deben estar relacionadas de manera directa o indirecta con el sentido de la unidad, es decir, el trabajo del o de la estudiante debe tener sentido para el hilo conductor y los procedimientos estratégicos propuestos (tema específico y propuesta).

La modalidad de aprendizaje propuesta para cada unidad orienta la elaboración de las actividades presentes en la unidad. Estas actividades al ser coherentes con la modalidad y el hilo conductor, permiten el desarrollo de pensamiento estratégico por parte de los estudiantes, es decir, el reconocimiento de objetivos, conciencia y la regulación del propio aprendizaje.

Los distintos formatos propuestas en las actividades de la unidad didáctica propuesta deben considerar cuatro (4) criterios: variedad social, variedad didáctica, variedad cognitiva y variedad disciplinaria.

La variedad social a la disposición con la que se organizará a los y las estudiantes, es decir la disposición planificada de instancias individual, de trabajo en parejas y actividades grupales. El segundo criterio, de carácter didáctico, corresponde explícitamente a las estrategias de clases, que se deben presentar en la unidad procurando proponer variedad de mandatos o tareas. Estos han sido definidos como desafíos complejos. Por ejemplos responder preguntas complejas; elaborar preguntas que guíen procesos indagatorios; formulación de hipótesis o supuestos; diseño de planes de trabajo; fichaje de fuentes primarias y secundarias; análisis criterial de contenidos conceptuales, a través de la elaboración de una tabla comparativa de conceptos, tabla de análisis de perspectivas historiográficas; elaboración de textos; creación de organizadores gráficos; presentación de explicaciones; demostraciones; experimentación; resolución de problemas; análisis de casos; elaboración de carpetas o portafolio; foros, debates; diseño y ejecución de proyectos; etc. El tercero criterio corresponde a la

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