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La felicidad es un concepto sencillo, natural y sin embargo parece tan difícil de aceptar para la mayoría de las personas.

La felicidad vive dentro de nosotros, nunca fuera de nosotros. Por lo tanto, no puede provenir de fuentes externas. El gozo que recibimos de las cosas externas son los resultados de nuestros pensamientos. Confiar en las personas, lugares y eventos que nos hacen felices es un sueño hecho realidad. Sólo se puede producir un placer transitorio y la decepción al final.

No hay necesidad de tratar de conseguir la felicidad, porque es su derecho natural de nacimiento. Existe en tu interior como fuente inagotable - infinita, siempre disponible, de gran alcance. Ahora sabes que eres feliz en cualquier momento y para siempre, sin tener que hacer nada para merecértelo o hacer que suceda.

Como la felicidad está relacionada con la energía de la vida-fuente, como la sexualidad, la creatividad, la espiritualidad y alegría, que descansa en el individuo y por lo tanto, no puede ser otorgado por una persona sobre otra. Este es uno de nuestros más grandes mitos - que podemos hacer al otro feliz. A lo sumo, se trata de una ilusión romántica creada por las canciones, la literatura y la cultura popular. En el peor de los casos, se produce una gran cantidad de dolores de cabeza de la sociedad ya que esta idea errónea se tiene en el matrimonio y otras relaciones en el que sólo puede ser molido en polvo por el pesado pie de la desilusión. La parte más triste es que no tenemos que sufrir si sólo estamos dispuestos a aceptar la responsabilidad de nuestra propia felicidad. Funciona en ambos sentidos. Nadie ni nada tiene que hacerte feliz, tampoco hay que hacer feliz a los demás. Piensa en lo liberador que es! No es egoísta o insensible porque como te sientes feliz, las personas que te rodean sentirán tu felicidad.

Nosotros aprendemos a una edad temprana a pensar que tenemos que hacer felices a los demás con el fin de permitir la felicidad de nosotros mismos. Estas son las semillas de la co-dependencia que se siembran en la infancia y, a menos que conscientemente resistamos, estaremos condenados a seguir tratando de hacer que esto ocurra a lo largo de la vida. Cuando no funciona, ya que no puede, salvo en la forma más temporal, nos sentimos amargados, enojados y resentidos, nos odiamos a nosotros mismos y a las personas que no somos capaces de hacer feliz. Porque la alegría es energía vital, es el intercambio de lo que nos hace sentir bien. Piensa en la espontaneidad de un abrazo de un niño y la sonrisa fácil de un desconocido ilumina el día. Estas son solos reflejos de nuestra propia felicidad.

La razón principal por la que creen que la felicidad es inalcanzable es porque nuestra sociedad se basa en el miedo y la negatividad con refranes como "La vida no es fácil " fácilmente aceptado " la vida es difícil y dura", recordemos que la vida es solo nuestra perspectiva que la convertimos en expectativa, naturalmente nos cargamos con problemas propios y no propios, luchamos constantemente contra el flujo normal de nuestros pensamientos, nos negamos a reeducarnos y poco a poco vamos bloqueando nuestra felicidad, desequilibrando nuestra salud. Cuando las cosas van bien, estamos en pánico y empezamos a preocuparnos, a la espera de que caiga el hacha. Tiene mucho que ver con el merecimiento o mejor dicho, la falta de merecimiento, olvidando aquí una de las leyes Universales "la ley de atracción". Debemos ser cuidadosos con nuestros pensamientos. Recordemos que somos los creadores de nuestra realidad.

El miedo es el mayor enemigo, es paralizante y destructivo. Deja que todas las cosas sucedan, siempre serán perfectas, intenta aceptarlas como tal, sigue tu corazón, persigue tus sueños, ten relaciones amorosas, disfruta de la vida. El miedo y la felicidad

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