El Impacto De La Orientación Escolar En Los Procesos De Enseñanza - Aprendizaje

El impacto de la Orientación escolar en los procesos de enseñanza – aprendizaje

La educación se entreteje como una compleja realidad en la que coexisten circunstancias, oportunidades y posibilidades, con viejos y nuevos problemas que se interponen a las pretensiones de formar seres integrales en un espacio de respeto e igualdad, planteando grandes retos a la orientación en una sociedad que demanda a los diversos gobiernos una educación de excelencia para hacer frente al alto índice de deserciones estudiantiles, del bajo nivel académico, del escaso personal profesionalizado y la insuficiente vinculación del sector escolar con el productivo (de Allende, Díaz y Gallardo, 1998), se plantea como alternativa de abordaje a estas problemáticas la articulación de orientación con la educación, considerándolas hasta ahora como procesos complementarios donde la práctica de la primera debe de incidir en los niveles de calidad de la segunda (González, en Gonzales 2007), para poder encontrar alternativas de acción en el proceso de construcción de un nuevo estudiante confrontado ante los cambios continuos de la nueva sociedad del conocimiento.

Estos desafíos estimulan el trabajo del docente/orientador que desde el aula aporta elemento primordial tanto en la enseñanza como el aprendizaje, que de forma consciente o inconsciente aportan cotidianamente los elementos necesarios para la construcción de la vida cognitiva, social, afectivo y sentimental de sus educandos. Por lo anterior el siguiente ensayo tiene como propósito analizar el impacto de la orientación en los procesos enseñanza aprendizaje.

Para comenzar se nos hace importante mencionar que el proceso de enseñanza-aprendizaje se realiza dentro de un contexto y espacio determinado, que no se limita a la educación en un contexto áulico o formal, y que Suárez (1980) denomina como el acto educativo al proceso por medio del cual se busca la trasformación de la persona en un ambiente integrado por la filosofía de la educación que responde al ¿Qué?, ¿para qué? y ¿por qué? educar, que se desarrolla en un contexto, cultural, político, económico y social determinado, mediado por sujetos que fungen como educador y educando, que trasmites y adquieren una cantidad de saberes específicos para ser funcionales en el contexto, aprehendidos y enseñados por una metodología educativa particular funcional para ese sector cultural.

A partir de lo anterior podemos definir al proceso enseñanzas aprendizaje como la relación que se establece entre dos sujetos, materiales o ideales, con la finalidad da trasmitir una serie de contenidos teóricos, prácticos, éticos y estéticos, que guiaran el actuar, el pensar y el sentir de un agente que tiene la función de apropiarse y poner en práctica dichos contenidos, en un entorno, cambiante y dinámico.

Najera y Saldívar (2007) mencionan la importancia del trabajo de la orientación como una actividad permanente dirigida a todos los estudiantes consistente, más que en la atención ha problemáticas de los alumnos, en dirigir e implementar actividades preventivas que posibiliten un mejor actuar en la vida y desarrollo de los adolecentes, Bisquerra (1999) expresa que el trabajo de la orientación en los procesos de enseñanza-aprendizaje tiende a la mejora de la actividad docente del profesorado y la optimización del aprendizaje autónomo por parte del alumnado, la labor del orientador para favorecer dicho proceso se enfoca al desarrollo de estrategias de aprendizaje, habilidades metacognitivas, aprender a pensar, etc. esto es lo que caracteriza esta área de la orientación, ya que la finalidad última es potenciar el aprendizaje autónomo.

La orientación por tal motivo busca generar las actividades y procedimientos necesarios por medio de los cuales se pueda establecer un vinculo entre las facultades cognitivas del estudiante para aprehender el mundo y la labor docente de hacer aprehensible el mundo, por tal el orientador necesita ser un vinculo entre el contexto en el cual se origina el acto educativa, los métodos utilizados y las posibles relaciones que se puedan entablar entre los contenidos propuestos por las políticas educativas y los intereses de desarrollo de los sujetos implicados en el acto educativo, tanto alumnos, maestros, comunidad académica y social en la que se gesta la relación dialéctica entre la teoría y la práctica.

Pérez (2007) concibe a la educación, como una vía específica de socialización de los sujetos en la búsqueda de su dimensión humana a esta le corresponde el papel determinante de la preparación para la vida de cada uno de los individuos. Para esto el proceso de aprendizaje que se dirige en la escuela debe propiciar la preparación para el enfrentamiento de las condiciones actuales que enfrenta la humanidad, condiciones caracterizadas por cambios vertiginosos en la concepción de la realidad donde está se presenta fugas y liquida, escurridiza en los vaivenes de la cotidianidad, vivimos hoy en la virtualidad, en lo bajo en grasas, nuestra sociedad se vuelve una carrera por poseer lo nuevo y lo que se nos presenta como novedoso.

De esto se deriva un nuevo reto de los procesos educativos de formar a un ser humano capaz de adaptarse a esta realidad cambiante, donde se necesita bajo según la UNESCO (Citado en Fernández et all, 2007) que un egresado universitario pueda ser flexible, capaces de contribuir a la innovación y a ser creativo, y estar dispuesto a ello, poder hacer frente a la incertidumbre, estar interesado en el aprendizaje durante toda la vida y preparado para ello, con sensibilidad social y capacidad de comunicación, capaz de trabajar en equipos, dispuesto a asumir responsabilidades, animados con un espíritu de empresa, listos para la internacionalización

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