El crecimiento y desarrollo de un niño

El niño

El crecimiento y desarrollo de un niño inicia básicamente desde el momento de su concepción, al unirse el óvulo y el espermatozoide. Ambos procesos, crecimiento y desarrollo, continúan en el vientre de la madre durante un tiempo aproximado de 9 meses, a este periodo lo conocemos como embarazo y se divide en tres trimestres siendo el primero de ellos el más delicado ya que es cuando en más riesgos se encuentra de que ocurra un aborto espontáneo. Durante el embarazo el embrión se desarrolla y crece, por ello la importancia de tener una alimentación adecuada, usar ácido fólico para evitar posibles anomalías físicas del bebé además de evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas durante este periodo para así lograr llevar a término el embarazo en las mejores condiciones posibles y que el bebé sea sano. Hacia el final del embarazo el bebé habrá logrado una maduración y crecimiento adecuados para que así llegue el parto y para él, el momento de nacer.

Al ocurrir el nacimiento los cuidados que el nuevo bebé requiere deben intensificarse, la prioridad es que reciba una adecuada alimentación, que se mantenga una higiene adecuada de él y de todo lo que tenga que ver con él, para así tratar de evitar cualquier infección que pueda desencadenar un problema mayor que afecte su salud y por ende su crecimiento y desarrollo. El bebé es totalmente dependiente de sus padres, necesita de su atención para poder satisfacer sus necesidades básicas; ante cualquier necesidad o incomodidad el bebé llora para atraer la atención de los adultos, ya que esta es la única manera que tiene para comunicarse con ellos.

Durante su primer año de vida los bebés logran avances muy significativos como: sonreír, girar la cabeza, voltearse, mantenerse sentado, balbucear, gatear, puede tomar objetos con sus manos, es capaz de mantenerse de pie por más tiempo e incluso trata de dar pasitos, además reconoce cuando se le llama por su nombre.

En los siguientes años el niño seguirá creciendo y desarrollándose logrando alcanzar un lenguaje oral que le permitirá comunicarse con los demás, será más independiente ya que aprenderá a caminar y esto le permitirá trasladarse por sí solo, también podrá alimentarse, vestirse solo, tener control de esfínter, será más alto y habrá ganado peso hasta llegar a la edad para ingresar al preescolar.

El niño en edad preescolar aprende las habilidades sociales necesarias para jugar y trabajar con otros niños y a medida que crece, su capacidad de colaborar con otros niños aumenta; al igual que su curiosidad y su deseo de explorar todo lo que le rodea es por ello que se deben marcar límites claros para ellos porque pueden arriesgarse sin medir peligros. En esta etapa las actividades típicas del niño son las imitaciones, el juego y el dibujo.

El ingreso a la primaria resulta, muchas veces, una difícil transición entre las experiencias lúdicas que posee el niño y las nuevas exigencias formales de la escuela primaria, un tanto ajenas a sus experiencias

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