El proceso de aprobación e implantación de un plan de estudios
Christian55Tutorial17 de Septiembre de 2013
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Escuela Normal de Sinaloa
Licenciatura en Educación Primaria
ADECUACION CURRICULAR
Reporte de Lectura:
EL DOCENTE Y LOS PROGRAMAS ESCOLARES.
Profa. ThaniaVelazquez
Alumno. Eduardo Covarrubias Audelo
2ºB
DOCENTES, PROGRAMAS DE ESTUDIO E INSTITUCIÓN
¿INSTRUMENTOS NORMATIVOS O DE ORIENTACIÓN?
Los planes y programas de estudio responden a múltiplesintereses y sentidos.
La institucionalización de la escuela fue exigiendo que poco a poco se detallaran con mayor precisión dichos instrumentos. Y de este proceso, que se verifica en el siglo XX, se derivaron varias concepciones sobre el sentido institucional de los mismos: mientras que para unas instituciones los planes y programas de estudio son la norma a cumplir, para otras sólo constituyen una orientación.
Los planes y programas obedecen a múltiples dinámicas; se destacan las burocrático-administrativas, donde aparecen como un elemento indispensable para estructurar el funcionamiento de la escuela, lo que paulatinamente va dando lugar a una visión administrativa de los mismos y deja de lado el proceso académico que subyace en ellos. En el fondo, se trata de dos modelos educativos enfrentados en su concepción básica.
La institucionalidad de los planes y programas de estudio deviene, en primer lugar, de la aprobación de las autoridades educativas y de las correspondientes instancias de gobierno. Esta institucionalidad origina que los planes y programas sean aprobados por organismos centrales y que, por lo tanto, se los considere legalmente obligatorios.
El proceso de aprobación e implantación de un plan de estudios se mueve en tres esferas diferentes:
a) La burocrático-administrativa.
b) La académica.
c) La del poder.
LA ESFERA BUROCRÁTICA
En ocasiones, son pensadas en función de lo mínimo que se debe cumplir en un curso y sirven inicialmente a la institución como elemento central para planificar qué cursos se deben abrir, qué tipo de maestros se pueden asignar a los mismos, en qué secuencia se pueden llevar las asignaturas, etc.
Cuando se considera que son la norma a seguir, se pone en funcionamiento un conjunto de mecanismos que pretende garantizar que todos los maestros cumplan, al mismo ritmo, el programa escolar.
Cuando se considera, en cambio, que los programas son orientaciones globales, se busca que el maestro o el grupo de maestros puedan acceder a efectuar un conjunto de propuestas e interpretaciones sobre un programa común.
LO ACADÉMICO Y LOS ACADÉMICOS
Resulta muy interesante observar que no existe una crítica sostenida y fundada a la falta de espacios académicos en las instituciones de educación superior, ni sobre los efectos que esta falta de espacios ha tenido en los docentes de la institución.
Seguramente, entre las causas de esta pérdida del sentido académico de la institución se destaca el reforzamiento de los procesos de gestión y la prevalencia de las instancias de toma de decisión sobre las académicas; la expansión acelerada del sistema educativo, que motivó la contratación de docentespor periodos cortos en tasas muy elevadas, y la pauperizacióndel trabajo académico.
La dinámica colectiva e individual que tienen los docentes es un elemento clave para la posibilidad de expresión de esta dimensión académica. Los trabajos colectivos de los maestros pueden constituirse en espacios que posibiliten o bloqueen las actividades sobre los planes y programas de estudio. El papel que juega cada uno de estos proyectos colectivos (academias, colegios, asociaciones o grupos informales) varía de una institución a otra.
UN PROBLEMA DE LEGITIMACIÓN, PODER Y HEGEMONÍA
Todo proceso de instauración de planes y programas genera problemas de legitimidad en el interior de la institución. Ésta puede ignorarlos, puede manipular la información, en el sentido de ampliar los espacios de legitimidad, o puede enfrentarlos frontalmente y tratar de resolverlos en los mejores términos.
El poder es una dimensión en esta tarea. Sus expresiones se encuentran mezcladas con los procesos de legitimación.
FUNCIONES, ESTRUCTURAS Y ELABORACIÓN DE LOS PROGRAMAS
TENSIONES ENTRE LAS PERSPECTIVAS INSTITUCIONAL Y DIDÁCTICA
Los planes y programas de estudio funcionan como un ordenador institucional, aspecto que dificulta la incorporación de la dimensión didáctica a la tarea educativa. Desde la perspectiva institucional, más ligada a la administración, el programa representa el conjunto de contenidos que deben ser abordados en un curso escolar y que los docentes tienen que mostrar a los alumnos como materia de aprendizaje.
¿VISIÓN UNIFORME O DIMENSIÓN PLURAL?
Una discusión que no se realiza en nuestro medio es si los programas de estudio deben presentar una interpretación única del contenido y de sus formas de transmisión, o si, por el contrario, vehiculizan una propuesta curricular adecuada a las condiciones específicas de una escuela y de un grupo concreto de docentes y de alumnos. La ausencia de esta discusión refuerza el predominio de una visión unitaria de los programas e, incluso, que se considere que la responsabilidad del docente es cumplirlos cabalmente.
Un tema recurrente en el debate pedagógico del sigloxx es encontrar un mecanismo que garantice una serie de aprendizajes mínimos, en tanto que algunos elementos de la producción en serie afectan el planteamiento educativo mismo. Por ello, esta visión sostiene finalmente la necesidad de establecer contenidos idénticos para todos los estudiantes. Por ejemplo, en el Acuerdo para la Modernización Educativa, establecido en México en mayo de 1992, se plantea que cada entidad federativa se hará responsable del funcionamiento de las escuelas de su entidad, lo que significa una descentralización administrativa del sistema. Sin embargo, se precisa que la Federación conserva la función de definir los contenidos a trabajar, así como de evaluar el funcionamiento del sistema. Esta última idea refleja el problema de la uniformidad que se busca.
A la luz de las presentes reflexiones, es oportuno volver al debate sobre la conveniencia de establecer planes de estudio nacionales o regionales. Se afirma que los primeros tienden a fomentar una perspectiva del interés común a todos los miembrosde una nación, mientras que los segundos atienden a problemas particulares. En el fondo, hay otros temas que quedan ausentes del debate, especialmente los relacionados con la dimensión cultural y con la capacidad de cada grupo para negociar y preservar su presencia dentro de un plan específico.
Los estudios sobre la escuela (en particular los efectuados desde la perspectiva etnográfica con la noción de currículum oculto o currículum en proceso) reivindican de manera diversa la importancia que tiene el proceso educativo y los sujetos de la educación sobre lo establecido formalmente en el currículum.
UN DEBATE SOBRE LA ESTRUCTURA
Por una parte, el análisis de los elementos que conforman un programa ayuda notoriamente a las instituciones educativas a ordenar la redacción y elaboración de los mismos, pero, por otra, su delimitación afecta a la necesaria singularidad que reclaman las condiciones particulares de cada situación educativa, así como a la visión que cada docente tiene sobre su trabajo pedagógico.
Consideramos que para efectuar una discusión básica sobre los elementos de un programa escolar resulta indispensable tener presente que su estructura, por demás variada, depende de una articulación puntual entre:
a) Un sistema legal o administrativo de la institución educativa, que establece las normas para presentar y aprobar los programas de estudio o, en su caso, establece los programas como instrumentos que deben seguir o cumplir los docentes.
b) Una concepción educativa, que se adopta en la institución de manera explícita o implícita, pero que condiciona tanto el papel de los programas de estudio como los elementos que lo configuran.
c) El papel (o la función) del programa en el contexto del plan de estudios.
Clarificar mediante el debate las determinaciones que se desprenden de cada uno de estos elementos contribuirá, notablemente, al conocimiento de los elementos básicos para un programa escolar, en el contexto de una institución, de un plan de estudios y de un quehacer docente específico.
Indudablemente, todos estos aspectos guardan una estrecha relación con las disposiciones normativas que cada institución educativa establece respecto de los programas de estudios. Pero, en todo caso, es factible concluir que no existe en la actualidad una forma totalmente aceptada para redactar y presentar los programas de estudio.
LAS FUNCIONES DE LOS PROGRAMAS
La estructura también es consecuencia de las funciones que cubren los programas de estudio. De estas funciones se desprende una serie de elementos puntuales para su elaboración.
De acuerdo con sus funciones, consideramos que existen tres tipos de programas:
a) Los programas del plan de estudios.
b) Los programas de las academias o grupos de maestros.
c) Los programas de cada docente.
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