Emociones Y Motivacion
CHARLS7831 de Octubre de 2013
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CURSO
PSICOLOGIA BÁSICA
EMOCIONES Y MOTIVACION
ALUMNO
CARLOS IGNACIO TALAMANTES FLORES
MAESTRO
JORGE SANDOVAL
22 de noviembre de 2012
INDICE PG
LA RELACIÓN ENTRE EMOCIÓN Y MOTIVACIÓN ……………………………3-4
MOTIVACION DE LA CONDUCTA ……………………………………………….5-17
TEORIAS DE LA EMOCION …………………………………………………… 18-19
IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES …………………………………………… 20
TRANSTORNOS DEL ANIMO ………………………………………………….. 21-22
BIBLIOGRAFIA …………………………………………………………………. 23
LA RELACIÓN ENTRE
EMOCIÓN Y MOTIVACIÓN
La primera forma de conceptuar el vínculo entre emoción y motivación es proponer que las emociones son un tipo de motivo especial. De hecho, ésta es la posición adoptada por Silvan Tomkins y Carroll Izard. De acuerdo con ambos, las emociones encajan en la definición de un motivo en el sentido de que energizan y dirigen la conducta. El miedo, por ejemplo, energiza la persona para actuar y dirige la acción hacia una meta, principalmente la de escapar del peligro. Por lo tanto, las emociones son como los planes, metas, necesidades fisiológicas y todos los demás motivos: energizan y dirigen la conducta.
Una segunda manera de conceptuar el vínculo entre emoción y motivación es proponer que la emoción es una 'lectura' de los estados motivacionales (Buck, 1988).
De acuerdo con Ross Buck, la motivación y la emoción son dos caras de la misma moneda en el sentido de que los motivos funcionan para mantener las condiciones corporales necesarias para sostener la vida y las emociones funcionan como un 'informe de progresos' constante sobre lo bien que esos motivos están siendo sostenidos.
Es decir, las emociones son la manera mediante la cual los estados motivacionales forman el sistema de respuestas apropiados a su estado actual. Son las emociones las que alertan a los sistemas de respuesta corporales para que entren en acción y son los sistemas de respuesta corporal los que finalmente encuentran los medios para gratificar el motivo. Por lo tanto, para Buck, las emociones:
1) constantemente informan del estatus de los estados motivacionales, y
2) movilizan los recursos corporales para gratificar los motivos y facilitar la adaptación.
Quizá sea una buena idea incluir una discusión del motivo de sexo y de cómo una lectura emocional moviliza los recursos de cuerpo para facilitar la gratificación sexual. ¿Te has parado a pensar alguna vez sobre por qué la conducta sexual están tan fuertemente asociada a las emociones?
De acuerdo con la perspectiva de Buck sobre la emoción como lectura de los estados emocionales, las emociones positivas como el interés y la alegría facilitan la conducta sexual, sea la cópula, la masturbación, la homosexualidad, el incesto o el mirar pornografía.
Las emociones negativas como el asco, la rabia, la culpabilidad y la ansiedad inhiben esa misma conducta sexual (y puede que conduzca a la impotencia o la frigidez).
Por lo tanto, es mediante la lectura del interés y la alegría que uno continúa la conducta de gratificación de las necesidades sexuales y es mediante la lectura del asco, la rabia, la culpabilidad y la ansiedad que uno pone fin a esta conducta. Este ejemplo ilustra la interacción entre motivos, emociones y conducta mostrando que los motivos energizan y dirigen la conducta mientras que las emociones facilitan e inhiben la conducta para optimizar las adaptaciones exitosas.
MOTIVACION DE LA CONDUCTA
La Motivación tiene que ver con las razones que subyacen a una conducta. Tales razones, como señala Wong (2000), pueden ser analizadas al menos en dos niveles: por una parte, preguntando por qué un individuo exhibe ciertas manifestaciones conductuales; por otra parte, preguntando cómo se llevan a cabo tales manifestaciones conductuales[2]. La explicación de la conducta en términos de los mecanismos motivacionales referidos al porqué tiene que ver con la causa última, mientras que la explicación en términos referidos al cómo tiene que ver con la causa próxima. Es un aspecto de interés, ya que el porqué de una conducta, esto es, la motivación, ha de tener connotaciones funcionales y adaptativas: tiene que haber buenas razones para la ocurrencia de esa conducta del modo en el que se produce y en las situaciones en las que ocurre (Alcock, 1998).
Así pues, el porqué de una conducta hace referencia directa al concepto de Motivación. Recientemente, Beck (2000) ha matizado las características del concepto de motivación, enfatizando que no sólo hay que explicar por qué se produce una conducta, sino que también hay que tratar de explicar la importante variabilidad conductual observable en cualquier ser vivo. El concepto de variabilidad hace referencia, al menos, a dos posibilidades. Por una parte, aquella referida a la amplia gama de manifestaciones conductuales cuando el abanico de posibles situaciones estimulares es amplio. Por otra parte, y de forma más restrictiva, cuando nos centramos en una y la misma situación estimular. En esta segunda posibilidad, el concepto de variabilidad es más específico,
haciendo referencia, por una parte, a las diferentes manifestaciones conductuales mostradas por dos personas ante una misma situación estimular, y, por otra parte, a las diferentes manifestaciones conductales mostradas por una misma persona ante una misma situación estimular en dos momentos diferentes. En cualquiera de los casos, parece claro que existe una premisa motivacional básica en la conducta de cualquier organismo: el hedonismo psicológico. Desde un razonamiento de este tipo, y siempre argumentando en sentido general, se puede entender la tendencia a aproximarse a lo que producirá consecuencias gratificantes y la tendencia a evitar lo que producirá consecuencias desagradables[3].
En el importante desarrollo y diversificación de los trabajos en Psicología de la Motivación, se distinguen dos grandes momentos: antes y después de la obra de Darwin en 1859, o, lo que es lo mismo, etapa precientífica y etapa científica. Estos hechos dificultan considerablemente una conceptualización generalmente aceptada de “Motivación”, ya que, por una parte, en la etapa científica se siguen utilizando términos precientíficos, y, por otra parte, la influencia de Darwin se refleja en diversas corrientes, cada una de ellas empleando una terminología particular.
Durante la etapa precientífica, la Motivación se reducía a la actividad voluntaria, mientras que, en la etapa científica, hablar de Motivación implica referirse a instintos, tendencias e impulsos, que proporcionan la energía necesaria; pero, además, hay también claras referencias a las actividades cognitivas, que dirigen la conducta
hacia determinadas metas. Por tanto, el concepto de Motivación en la actualidad debe considerar la coordinación del sujeto para activar y dirigir sus conductas hacia metas.
Una dificultad añadida tiene que ver con la gran cantidad de necesidades descritas por los distintos autores. Al respecto, Madsen (1980) agrupaba las necesidades en dos categorías: motivos primarios y motivos secundarios. Los motivos primarios, innatos y biogénicos, son motivaciones (necesidades) centrales que, desde el nacimiento, están funcionalmente relacionadas con la subsistencia del individuo y de la especie. Los motivos secundarios, adquiridos y psicogénicos, son motivaciones (necesidades) centrales que, después de un proceso de aprendizaje, están relacionadas con el crecimiento general del sujeto. Esta diferenciación es esencial para entender la Psicología de la Motivación en toda su extensión, ya que, si bien es cierto que los motivos primarios son comunes a todas las especies, los motivos secundarios, aunque también presentes en muchas de las especies inferiores, parecen ser patrimonio fundamental de la especie humana[4].
En última instancia, y de forma general, el término “Motivación” es un concepto que usamos cuando queremos describir las fuerzas que actúan sobre, o dentro de, un organismo, para iniciar y dirigir la conducta de éste. Es decir, son fuerzas que permiten la ejecución de conductas destinadas a modificar o mantener el curso de la vida de un organismo, mediante la obtención de objetivos que incrementan la probabilidad de supervivencia, tanto en el plano biológico, cuanto en el plano social
MOTIVACIÓN Y CONDUCTA
1. MOTIVACIÓN
Se entiende por motivación el conjunto de factores o elementos –procesos fisiológicos y psicológicos- que activan la conducta y/o la orientan en un sentido determinado para la consecución de un objetivo. La motivación es esencial para el aprendizaje.
La motivación es un concepto complejo
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