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Ensayo de libro: LO QUE HACE FELIZ A TU CEREBRO

Marcecha007Apuntes26 de Abril de 2017

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Universidad Dr. José Matías Delgado

Facultad de Ciencias y Artes “Francisco Gavidia”

Escuela de Psicología

Psicofisiología

Lic. Robert David MacQuaid Angel

Tema:

Ensayo de libro: LO QUE HACE FELIZ A TU CEREBRO

Grupo:

2-1

Presentado por:

Marcela Guadalupe Platero Chávez #201401092

                                                 Antiguo Cuscatlán,  24 de Abril de 2017

Lo que hace feliz a tu cerebro, y porque deberías hacer lo contrario

Hay muchos problemas que pueden reducirse aminorando la velocidad para, de este modo, considerar cómo proceder en una situación dada. Es cierto que en diversas ocasiones no hay tiempo para reducir marcha y tendremos que actuar de inmediato. Pero, en general disponemos de más tiempo del que nos permitimos para tomar decisiones y sacar conclusiones. Aplicando los frenos mentales podremos abstenernos, por ejemplo, de reaccionar con ira ante alguien en la carretera, una situación que puede descontrolarse rápidamente. Reducir la marcha proporciona tiempo para considerar las implicaciones de algún hecho y si hemos contemplado todos los factores relevantes., Si nos detenemos un momento tendremos la posibilidad de reflexionar sobre alguna acción que estamos a punto de iniciar que podría tener consecuencias terribles, como puede ser responder un correo electrónico en el teléfono móvil mientras estamos conduciendo , en lugar de esperar hasta poder enfocar la atención en el mensaje que deseamos enviar , y no estar compartiendo la atención entre el mensaje y la conducción. Resumiendo, aminorar la marcha es fundamental para casi todos los temas tratados en este libro. Si muchos de nosotros nos tomáramos un par de minutos más en pensar a fondo las implicaciones de una acción, nos iría mucho mejor.

Todos los seres humanos  somos pensadores parciales. Nadie es una tabla rasa, porque nuestra percepción no está libre de la influencia de las creencias preexistentes. La pregunta es: ¿Estamos conscientes de que esto es así? Los racistas suelen justificar sus comentarios diciendo: Así es como me educaron. Y es posible que sea así. Las impresiones adquiridas en la niñez constituyen una fuente importante de creencias preexistentes, y la mayoría se vuelve resistente a la erradicación. Pero si nos forzamos a estar conscientes de la influencia, caso por caso, con el tiempo podremos cuestionar toda la estructura de nuestras creencias mas controvertidas. La investigación en psicología cognitiva suele reforzar este mensaje mostrando que el cambio progresivo es más efectivo para sobrellevar que intentar un cambio total. El cuestionamiento de patrones de pensamiento profundamente interiorizados requiere trabajo, tiempo y persistencia.

Uno de los genes más peligrosos que posee el ser humanos es la noción de certeza, es decir que tanto nuestra naturaleza como las  disposiciones aprendidas nos hacen creer que tenemos la razón, que estamos actuando de la mejor manera aun estemos totalmente equivocados y es que la razón de nuestra terquedad es más profunda de lo que pensamos y esto se vio reflejado en los resultados de la investigación neurocientifica que revela que el estado de incertidumbre es un lugar muy poco confortable para el cerebro del ser humano.

El Psicólogo Ming Hsu realizo una investigación en el 2005 en la que descubrió que una pequeña dosis de ambigüedad va incrementar notablemente ante la actividad de las estructuras de las amígdalas del cerebro que son las encargadas del papel más importante, en la respuesta ante los miedos, ya que cada una de las células son un haz de celular nerviosas que se asientan sobre su correspondiente lóbulo temporal a cada lado del cerebro y la información que llega a las amígdalas desde varios puntos o fuentes, ya que están se encargan de filtrar la información para asi determinar su correspondiente nivel de miedo y movilizar para dar una respuesta adecuada.  Es decir que el cerebro del ser humano no se limita a preferir simplemente  la certeza a la incertidumbre, sino que la reclama ardientemente,

Esto lo podemos ver claramente a la hora de adoptar una postura en cualquier discusión,  ya sea esta grande o pequeña, se presenta como un asuntos confuso para la captación de nuestro cerebro, por ejemplo, la persona pude tener todo la mejor intensión de conseguir una respuesta, sin embargo, el ser humano es lo suficientemente necio como para pensar que el método es objetivo cuando es cualquier cosa menos eso.

La ciencia cognitiva se ha encargado de ayudar a describir  dicho enigma mediante la investigación de la estructuras teoréticas mentales del uso que hace que nuestro cerebro para organizar la información, lo que se dado en llamar esquematismos.

Y lo que se entiende es que un esquema es una forma de mapa mental de conceptos que se mantiene unido por la asociación por ejemplo: El esquemas que nos formamos sobre “escuela” contiene asociaciones como “profesor” libros” “tareas” “leer”, y la ciencia cognitiva sugiere que a medida que se va desarrollando el esquematismo se estrechan los paramentaros por que lo que se puede incluir la información. La razón a a esto es muy simple, ya que formulamos juicios basados en las articulaciones de nuestro esquematismo  y si la información no se expone conjuntamente de forma estructurada y si ciertas piezas de la información no están excluidas del mapa, podemos realizar incluso juicios básicos extremadamente difíciles.

Y para comprender mejor estas razones se debe volver a considerar lo que hace feliz a nuestro cerebro cuando un esquema bien establecido se ve cuestionado por una nueva información, el cerebro reacciona como si se viera amenazado. Las amígdalas cerebrales se enardece (resta de amenaza) y se revoluciona una respuesta de recompensa, una situación asi no será la mas comoda para el cerebro, es decir, al contenido sobrecargado de su cabeza no le gusta tener que estar en guardia, lo que le gusta es mantenerse tranquilo y estable y podemos permitir que dicha amenaza siga presente porque no podemos dejar a un lado la información necesaria, o bloquearla, o rechazarla, o simplemente ignorarla.

Desde el momento  en que nuestros cerebros están adaptados para hallar y establecer conclusiones partiendo de determinados patrones, nada tiene de sorprendente que las coincidencias capten nuestra atención. El gran psicólogo Carl Gustav Jung llego al punto de afirmar que lo que consideramos como coincidencias son realmente asociaciones interconectadas que forman una especie de red invisible, el utilizaba le termino sincronicidad para describir esa fuerza etérea,  esta compulsión por conectar experiencias, símbolos, imágenes e ideas surge directamente de la función vital del cerebro como órgano que ha evolucionado para dar sentido a nuestro entorno.

Nuestro cerebro establece este tipo de asociaciones, porque es lo que suele hace en cierta parte y siempre resulta útil recordar que la capacidad de nuestro cerebro es como el patrón de reconocimiento, no evoluciona para incorporar la complejidad de las modificaciones comerciales del entorno en que vivimos sino para hacer las cosas mas interesantes, también nos sentimos predispuestos a querer siempre una causa para cada afecto; y si nos resulta convincente, nuestro cerebro tardara de crearse una que le satisfaga.

Y ese es yno de los hábitos más frustrantes de nuestro cerebro es dedicarse a conseguir una recompensa, para después sentir una sensación de pérdida tras haberla logrado. Esto puede llevarnos a entrar en un círculo d desear, obtener y lamentarse. Es sumamente importante tener conciencia de que podemos estar atrapados en ese círculo. SI usted esta pujando por comprar un objeto por Internet y se ve forzado a seguir pujando mas allá de lo que vale el objeto o mas allá de lo que estaba dispuesto a gastar , haga un esfuerzo por caer en la cuenta de que lo que esta haciendo ha dejado de ser de su propio interés. Decidirse a actuar es difícil porque tendrá que alejarse de la meta. Si no lo hace, no puede esperar que simplemente pensando racionalmente se vaya a corregir el problema, porque muy raramente ocurre así. Somos maestros en la justificación, y casi cualquier motivo racional que asumamos ( ya venga de nuestra parte o de la de otros) para detener una acción podemos desmantelarlo en cuestión de minutos o en menos tiempo. La acción a tomar en estos casos tiene que ser absoluta; detenerse y alejarse. Y si las circunstancias lo requieren, correr.

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